A finales del invierno nos acercamos a Santander y paseamos junto al mar por sus playas y por el muelle de esta bella ciudad de Cantabria. Además, en nuestra visita relámpago, degustamos el menú casero del Restaurante La Pirula de Santander.

Playa del Sardinero
En primer lugar nos desplazamos en coche hasta la espectacular Playa del Sardinero de Santander y nos acercamos hasta la orilla del mar.



Mientras caminábamos sobre la arena disfrutamos de la vista del Faro y de la Isla de Mouro, perdida en el horizonte.



Además, desde la playa se contemplaba la Península de la Magdalena, donde destacaba la torre del Palacio de la Magdalena. También se veía a la gente visitando a los animales del Parque Marino, junto al mar.



Puerto Chico
Después nos dirigimos hacia el Barrio de Puertochico y como hacía buen tiempo dimos una vuelta por el Paseo Pereda y nos acercamos junto al mar.



Los Raqueros
Mientras paseábamos por el muelle pasamos junto al Real Club Nautico y contemplamos la original escultura de Gema Soldevilla dedicada al poeta José Hierro. Además, muy cerca, sorprendía el conjunto escultórico de «Los Raqueros» realizado por José Cobo Calderón. Esta obra se hizo para recordar a los niños y niñas pobres que se lanzaban al agua en busca de las monedas que les tiraba la gente.



Continuamos caminando hasta los Jardines de Pereda y desde allí contemplamos el moderno edificio del Centro BotínCentro Botín, asomado al mar.



Después de este breve paseo nos internamos por las calles de este barrio de Santander y recalamos en la calle Peña Herbosa. Una calle con mucho ambiente y donde había una gran oferta de bares y restaurantes para picar y comer algo.
Menú casero del Restaurante La Pirula de Santander
Después de tomar algo en varios bares, nos dirigimos al Restaurante La Pirula de Santander situado en la calle Peña Herbosa nº 21. Nuestra intención era degustar el menú del día casero (12€) que servían todos los días, incluido el fin de semana.



Cuando entramos nos encontramos en una taberna como las de siempre, pero con un aire moderno. Desde la barra destacaban sus paredes de piedra repletas de cuadros y fotografías.
También había una pizarra, donde aparecían algunas de las especialidades del restaurante.



Después pasamos al comedor del fondo, un espacio muy acogedor, situado junto a la cocina.



Menú todos los días de la semana
Enseguida nos trajeron la carta y después de repasar sus especialidades nos decidimos por el Menú del día (12€/persona), que servían cualquier día de la semana.



Primeros platos
Entre los primeros platos probamos las Alubias rojas con chorizo, un plato de cuchara bien cocinado y con un sabor delicioso.



También degustamos unos Corazones de alcachofas salteados al infierno, un plato de temporada con un original toque picante.



Segundos platos
Después comimos un Filete de novilla a la plancha con patatas fritas y pimientos rojos, una carne con buen sabor.



De entre los pescados de lonja nos decantamos por las Lochitas fritas con ensalada. El pescado tenía una textura delicada y un sabor muy bueno.



Las raciones eran generosas y en los platos se notaba el toque casero y el buen género empleado en su elaboración.
Postres
Para finalizar nos decantamos por dos postres deliciosos, el Queso fresco con membrillo y el Pudin de pan casero.
En resumen, una jornada muy interesante paseando junto al mar y disfrutando de un buen menú casero del Restaurante La Pirula de Santander. Un local muy coqueto y acogedor en el centro de la ciudad, donde sirven una comida casera a un precio moderado. Una buena elección para disfrutar de los sabores de Cantabria.



Restaurante La Pirula
Calle Peña Herbosa nº 21, Santander
El cocido lebaniego; sólo tengo dos palabras para calificarlo: «im presionante!»
Si, es un buen sitio para comer en Santander.