En una de nuestras visitas a la ciudad de Santander, pasamos la mañana disfrutando de los encantos de la Playa del Sardinero. Posteriormente aprovechamos la ocasión para acercarnos hasta el Restaurante Casona del Judío de Santander, para conocer de primera mano lo que se estaba cociendo en sus fogones.

Playa del Sardinero
Llegamos a la Playa del Sardinero y después de darnos un baño, paseamos por su extenso y concurrido arenal, escoltados por los edificios del Gran Casino y del Hotel Sardinero.



Desde la playa se podía contemplar el Faro de Cabo Mayor, situado en la parte oeste de la costa.



Continuamos el paseo y mirando hacia el este, aparecía entre árboles la torre del Palacio de la Magdalena, situado en la península del mismo nombre.



Desde la playa también se apreciaba la figura del Faro de la Isla de Mouro, situada en la entrada de la Bahía de Santander.



Casona del Judío de Santander
Después del paseo por esta preciuosa playa, nos dirigimos en coche hacia el Restaurante Casona del Judio de Santander, situado en la calle Repuente nº 20 del Barrio de Monte, cerca de la Avenida de las Universidades. El responsable de la cocina, el chef Sergio Bastard, ofrecía su propuesta de platos de autor elaborados con técnicas de alta cocina.



Casona indiana del siglo XIX
El restaurante estaba ubicado en una finca presidida por una casona indiana del siglo XIX, cuyas dependencias se habían reconvertido en comedores, manteniendo el estilo de la época.
Dejamos el coche en el aparcamiento y nos dirigimos hacia un edificio adosado a la casona y nos acomodamos en una mesa del comedor, que disponía de grandes ventanales.




La decoración del local alternaba motivos tradicionales, como las paredes de piedra, con mobiliario vintage y una iluminación vanguardista que creaban un ambiente muy elegante y acogedor.



Disponía de un espacio con mesas altas, una moderna estufa y un rincón con libros y revistas a disposición de los clientes y sonaba música de los estilos estilo new age y chill out.
Menú sorpresa
Echamos un vistazo a la carta y decidimos probar el “Menú sorpresa” (28€/persona) que consistía en cuatro platos sorpresa para compartir y un plato de la carta a elegir, mas el postre del día. Para acompañar la comida hicimos caso a Erika Vazquez, la sumiller y nos decantarnos por una botella de Honoro Vera (14€), vino tinto del 2013 de la D.O. Calatayud, elaborado con uva garnacha. Un vino fresco y suave que dejaba su huella personal en la boca.



Platos para compatir
Pronto llegó a la mesa el primer plato sorpresa, Buñuelos cremosos de Bacalao, con alioli. Muy ligeros y con un sabor delicado.



Continuamos con los Pimientos asados a la leña, confitados con aceite de oliva virgen extra, que estaban muy tiernos y carnosos.



Pasamos al tercer plato sorpresa, Tartar de salmón rojo con aceituna negra, donde destacaba la calidad del pescado y el refrescante helado de tomate.



El último entrante sorpresa fue el Pulpo a la brasa de otra forma, con berros y una base de patata, pimentón, aceite y un toque de curry.



Plato principal
Como plato principal elegimos uno cada uno y probamos el Bacalao a la brasa con tomate. El pescado bien cocinado se abría en perfectas láminas y combinaba bien con el dulzor del tomate deshidratado y el punto cítrico de la hierba del rocío, que acompañaban el plato. Con esta especialidad consiguió en 2013 el Premio al Mejor Plato de Bacalao de España, como aparecía en la carta.



También degustamos una deliciosa Paletilla de Cordero Lechal, avellanas, láminas de cebolleta y su jugo. La paletilla venía deshuesada y la carne estaba suelta y jugosa, bañada por el jugo caramelizado del cordero.



Postres
Para finalizar llegó el postre del día, Nuevo 100% Chocolate, brownie, helado y tarta de chocolate salpicados por pequeñas virutas de tierra de chocolate crujientes. Sin palabras.



Actualmente ofrece varios propuestas gastronómicas como su Menú Raices (55€) Menú Gourmet (68€) y Menú Gran Gourmet (82€).
Después de la comida salimos al jardín y entramos en un espacio exterior decorado con grandes cuadros de actores, donde nos acomodamos en unos cómodos sofás que le daban un toque informal.
Restaurante Casona del Judío de Santander, un gran descubrimiento, tanto por su edificio histórico, por la elegante decoración y el mobiliario de los comedores y por las atrevidas creaciones gastronómicas que nos dejaron un buen sabor de boca.



Restaurante Casona del Judio
Dirección: Calle Repuente, 20, Santander
Teléfono: 942 34 27 26