Durante nuestra estancia en la ciudad de Logroño, nos acercamos al Valle de Ocón para participar en las V Jornadas Gastronómicas Lechón de Ocón (32,50€/persona) y en la I Exaltación del Aceite de Galilea, que se celebraban conjuntamente desde el 4 de febrero hasta el 2 de abril con la intención de dar a conocer el aceite y lechón riojanos.
Además, el Valle de Ocón fue declarado en 2003 por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera por su riqueza natural.

Aceite y lechón riojanos
Para llegar a esta comarca riojana, donde descubrimos el sabor del aceite y lechón riojanos, recorrimos unos 33 kilómetros desde Logroño en dirección a Galilea, siguiendo la variante LO-20 hasta Agoncillo. Después tomamos por la carretera LR-261 en dirección a Murillo de Leza y continuamos por la LR-259 hasta la localidad de Galilea.
Trujal de Galilea
Estas jornadas gastronómicas comenzaban con la visita al Trujal de Galilea. Aparcamos el coche cerca del cementerio y dimos un breve paseo rodeados de olivos centenarios. Esto indicaba que en estas tierras se producía aceite de oliva desde hacía mucho tiempo.



Entramos en el Trujal Cooperativo de Galilea, donde nos esperaba Pedro para explicarnos paso a paso cual era el proceso que seguían las aceitunas, a través de las modernas instalaciones del trujal, hasta convertirse en aceite de oliva virgen extra o AOVE.



En el exterior de la almazara o trujal, primero se separaba el fruto de las hojas y las ramitas, para después lavar la aceituna seleccionada, que se molía o molturaba mecánicamente antes de pasar al interior del trujal.



Almazara moderna
Aquí se depositaba en una enorme batidora para crear una pasta homogénea que se prensaría en frío en una Centrifugadora horizontal consiguiéndose el primer zumo de la aceituna, el cual se pasaría por una Centrifugadora vertical, para decantarlo y separar el aceite de oliva del agua.
Una vez conseguido el aceite de oliva virgen extra, se podía filtrar o no, para quitarle los últimos residuos sólidos y darle un color brillante. Después se almacenaba en la bodega dentro de unos depósitos de acero inoxidable, para posteriormente envasarlo.
Galilea, aceite riojano
El AOVE Galilea se elaboraba con un coupage de aceitunas autóctonas riojanas, como la Redondilla, la Royuela rojiza, de la familia de la variedad Arroniz cultivada en Navarra y en la Rioja Alavesa, la Empeltre y la Machona, una variedad minoritaria que daba mayor consistencia y durabilidad al aceite. También se añadía la variedad Arbequina, que se estaba implantado en esta zona, para conseguir un aceite más equilibrado.



Una visita muy interesante descubriendo como se elaboraba en la actualidad este AOVE bajo la DOP Aceite de La Rioja.
Trujal Museo de Ocón
De aquí nos dirigimos en coche hasta la localidad de Ocón, formado por seis núcleos de población, La Villa, Las Ruedas, Santa Lucía, Los Molinos, Aldeaolobos y Pipaona. Paramos en Molinos de Ocón para realizar una visita guiada al antiguo Trujal de Ocón, que se había convertido en un Centro de Interpretación del Aceite de Ocón.



Visita guiada al Trujal
Blanca, del Restaurante Alameda, fue nuestra guía, con la cual retrocedimos a los años cincuenta para comprobar como se obtenía el aceite de oliva en el siglo pasado. En esa época, los agricultores, socios del trujal, traían sus aceitunas y se zarandeaban en la zaranda para eliminar las hojas. Posteriormente las aceitunas se enviaban a la zona de molienda donde unos rulos de piedra movidos por un motor eléctrico molturaban el fruto.
Maquinaria con historia
La pasta de olivas obtenida se depositaba en capachos de esparto superpuestos sobre una plataforma móvil, que después se llevaba hasta la prensa para obtener el zumo de la aceituna.



Después, el liquido se vertía en unas pilas para realizar el decantado y obtener el aceite de oliva, que se almacenaba en los lagares o en el infierno, como lo denominaban los lugareños.
En la planta superior pudimos entrar en las dependencias donde vivían los trujaleros durante la campaña del aceite.
El Trujal de Ocón estaba muy bien conservado y aunque ya no se utilizaba para elaborar aceite, las instalaciones funcionaban perfectamente. Fue muy interesante comprobar las diferencias entre ambos trujales.
Restaurante La Alameda
Una vez concluida la primera parte de estas jornadas del aceite y lechón riojanos, llegó la hora de la comida y nos dirigimos hasta el núcleo cercano de Pipaona. Allí probaríamos el cochinillo o lechón al estilo segoviano, en el Restaurante La Alameda de la calle Real nº 13, junto al frontón de la localidad.



El local estaba regentado por Blas, que oficiaba en la cocina y se había convertido en todo un maestro de los asados en horno, y Blanca que atendía en el comedor y elaboraba los postres caseros.
Nos aposentamos en una mesa del comedor de la terraza cerrada, con unas bonitas vistas sobre el pueblo y el valle.



Pringada con AOVE riojano
Antes de comenzar la comida procedimos a la Degustación de la “Pringada” del AOVE Galilea, untándolo en pan y comprobando la calidad de este suave aceite riojano.



Para maridar el Menú especial Lechón de Ocón, elaborado con productos de esta comarca riojana, nos trajeron una botella de Hoya del Conde, un vino tinto joven embotellado en la localidad de El Redal, bajo la DOC Rioja. Un vino ligero que se bebía bien.
Comenzamos con un Surtido de Chorizo y Salchichón de Embutidos Mari Pili de Galilea y Jamón serrano y Pate de cerdo a las 3 pimientas de Embutidos Luis Gil de Pipaona. Unos productos artesanos que estaban muy buenos.



Continuamos con unas Croquetas de jamón, boletus y morcilla, muy cremosas y deliciosas.



Lechón de Ocón al estilo segoviano
Después llegó a la mesa el protagonista de la jornada, el lechón ecológico de Ocón criado en ·el «Encinar de Ocón» por la familia de Luis Gil.



El punto del asado del cochinillo o lechón era perfecto y al probarlo cerramos los ojos y comenzamos a ver el acueducto romano que atravesaba el valle, como si estuviésemos en la misma Segovia. Muy bueno.



Además venía acompañado de una Ensalada de lechuga y cebolla muy bien aliñada.



Postres caseros
Llegó el momento del postre y nos dejamos asesorar y probamos una Tarta de Tiramisu deliciosa y una Tarta de Tres Chocolates exquisita. Un buen final.
Al final de la velada, Blas solía salir al comedor para realizar una exhibición, partiendo el lechón con un plato al estilo segoviano.



Nosotros tuvimos que marcharnos antes del espectáculo, pero la próxima vez no nos lo perderemos.



Restaurante La Alameda
Calle Real nº 13, Pipaona de Ocón
Teléfonos: 659922075 y 630720938
Unas jornadas muy interesantes alrededor del aceite y lechón riojanos celebradas en en el Valle de Ocón. Visitamos el Trujal de Galilea y el Trujal Museo de Ocón y degustamos un exquisito lechón o cochinillo al horno en el Restaurante La Alameda de Pipaona.
Texto: Txema Aguado
Fotografía: Esther Saiz y Txema Aguado