La Ruta del Caminito del Rey es un recorrido lineal de unos 8 kilómetros ( 3 km de pasarelas y 5 km de pistas y caminos de acceso) que atraviesa el Desfiladero de los Gaitanes, desde Ardales hasta Álora.

Historia de la Ruta del Caminito del Rey
El Caminito del Rey se construyo a principios del siglo XX para facilitar el paso de los trabajadores y de las mercancías de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, propietaria del Salto del Gaitanejo y del Salto del Chorro, ubicados en estos desfiladeros.
Inicialmente consistía en un sendero sobre tablones de madera sujetados por vigas de hierro clavadas en la pared. Después de ser destrozado por una riada, se instaló un suelo de hormigón sobre raíles de ferrocarril clavados en la pared del desfiladero. En esa época se le conocía como «Los Balconcillos de los Gaitanes«. Posteriormente, en 1921, el rey Alfonso XIII lo recorrió durante la inauguración del Embalse del Chorro. Por este motivo, a partir de 1953 se le denominó el Caminito del Rey.



Con el paso del tiempo cayó en desuso y por falta de mantenimiento se deterioró hasta provocar su cierre en el año 2000, debido a su peligrosidad. Recientemente, en 2015, después de renovarse completamente las pasarelas, se reabrió de nuevo esta Ruta del Caminito del Rey.



Ruta del Caminito del Rey
Debido a la espectacularidad del trazado, la ruta del Caminito del Rey recibe un gran flujo de visitantes. La parte más atractiva son las pasarelas de madera clavadas en la pared del desfiladero, que discurren sobre el Río Guadalhorce. Por este motivo es recomendable adquirir las entradas con antelación en la web oficial (10€/persona o 11,55€ con el autobús de regreso).



Recorrido desde Ardales hasta Álora
En nuestro caso realizamos el recorrido descendente desde Ardales a Álora (unas tres horas) y desde allí regresamos en autobús. En primer lugar llegamos al pueblo malagueño de Ardales y siguiendo las indicaciones fuimos bordeando el Embalse del Conde de Guadalhorce por la carretera Ardales-El Chorro. Antes de llegar al Restaurante El Kiosko encontramos un aparcamiento de pago (2€), donde dejamos el vehículo.



Luego caminamos unos metros por la carretera hasta llegar a un túnel peatonal de unos 150 metros de longitud. Después de atravesarlo accedimos a un sendero que conectaba con la Pista de Gaitanejo.



Tafonis y formaciones geológicas
Continuamos por un pista ancha siguiendo el curso del Río Guadalhorce y cruzamos por el Túnel y el Puente de los Tafonis.



Más adelante pasamos frente al conocido como «Arco Gótico» con unos curiosos tafonis producidos por el efecto de la erosión sobre las paredes areniscas.



Embalses y presas
Pronto llegamos junto a la Central Hidroeléctrica de Gaitanejo, donde estaba la Caseta de Recepción. Allí nos proporcionaron un casco y nos dieron las instrucciones a seguir durante el trazado de las pasarelas de la Ruta del Caminito del Rey.



Comenzamos el recorrido por un camino de tierra que nos llevó hasta el edificio de la vieja central, junto a la Presa de Gaitanejo.



Desde allí se apreciaban los restos de las Casas-cueva de Sierra Parda. Antiguamente vivían pastores, agricultores y los trabajadores que construyeron la central hidroeléctrica, que actualmente ya no funcionaba.



Continuamos por el sendero pegados al cauce del río y pasamos junto a los restos de la Presa de Cambutas, situada en la entrada del Desfiladero de Gaitanejo.
Pasarelas de madera en el Cañón de Gaitanejo
Aquí comenzaba el primer tramo de las nuevas pasarelas que atravesaban el estrecho Cañón de Gaitanejo.



Un paseo espectacular rodeados de paredes de piedra caliza, cruzando sobre las aguas cristalinas del río Guadalhorce. Además, en el fondo se apreciaban sus orillas rocosas con pequeños agujeros denominados «marmitas o cambutas«.



El paisaje era impresionante y caminando sobre la pasarela te sentías como un invitado de lujo en esta obra de la naturaleza.



También se podían ver las viejas escaleras que serpenteaban hasta el fondo del río.



Comenzamos a descender hacia el cauce del río encaminándonos hacia el final del primer desfiladero.



Cuevas y túneles
Pero antes llegamos hasta una plataforma a la altura de las aguas del río, conocida como «El Lugar del Soto«. Desde allí se podía contemplar una cueva triangular, que estuvo habitada en la época del neolítico.



Más adelante bajamos por unas escaleras y atravesamos un túnel de poca altura escavado en la roca.



Tajo de las Palomas
Continuamos por la pasarela de madera y bordeamos la roca saliendo del «Soto» y adentrándonos en el Tajo de las Palomas.



Después, atravesamos un pequeño pinar y pasamos junto al «Puente del Rey«. Era una estructura de hormigón que comunicaba con la otra ladera, por donde discurría la actual vía del tren.



Continuamos por la pasarela contemplando el cauce del río embutido entre las paredes rocosas tapizadas con el verde de los árboles.



Más adelante, había un puente metálico verde utilizado por el tren para cruzar el Barranco de la Cañada del Lobo, a los pies de la Sierra de Huma.



Posteriormente, abandonamos la pasarela dejando atrás el Tajo de las Palomas. Continuamos por una pista y nos detuvimos en el «Mirador de Rocas Llanas«. Desde allí se veía nuestro próximo destino, el Valle del Hoyo, al que accederíamos por una pista de tierra rodeados de pinos.



Charca del Sapito Pintojo
Durante nuestro recorrido pasamos junto a la «Charca del Sapito Pintojo», donde habitaba este curioso anfibio.



Después atravesamos el Valle del Hoyo acompañados de los restos de varios muros del antiguo Canal. Además descubrimos las ruinas de la «Casa del Hoyo», una edificación de los antiguos moradores del valle.
Antes de abandonar esta vaguada echamos la vista atrás para contemplar el paisaje. Allí aparecía el río, la frondosa vegetación, el trazado del ferrocarril y las siluetas rocosas del primer desfiladero.



La pista finalizaba frente a unas escaleras junto a una compuerta del viejo canal. Aquí comenzaba un nuevo tramo de pasarelas de madera pegadas a las paredes del Peñón del Cristo.



Pasarelas del Desfiladero de los Gaitanes
A través de unas estrechas pasarelas colocadas a 100 metros de altura íbamos a cruzar el Desfiladero de los Gaitanes.



En primer lugar pasamos frente al viaducto del tren que se asomaba en la pared del cerro de San Cristóbal. Destacaban sus enormes cavidades, denominadas «Hornacinas de San Cristóbal».
Durante este trayecto se apreciaban las viejas pasarelas deterioradas, situadas debajo del actual tramo de la nuevas pasarelas.



Balcón de cristal
Después llegamos hasta el «Balcón de cristal», una plataforma transparente suspendida en un saliente de la pared.



Desde este mirador con el suelo transparente pudimos ver el fondo del cañón bajo nuestros pies.



Fósiles y fallas
Luego seguimos caminando por las pasarelas mientras bordeábamos la pared de roca. Pronto llegamos hasta la «Falla Chica», una curva con forma de U, donde se conservaban restos de un puente del antiguo trazado.



Pasamos debajo de unas grandes cavidades en la roca donde se apreciaban algunos fósiles incrustados en la pared. Continuamos el trazado de la pasarela y antes de llegar al final del Desfiladero de los Gaitanes nos topamos con el «Puente del Canal».



Concretamente era una infraestructura construida para llevar el agua de una ladera a la otra del desfiladero.



Puente Colgante
Además, junto a este puente, se había instalado en el nuevo trazado el llamado «Puente Colgante». Era una impresionante pasarela metálica de 35 metros de longitud suspendida entre las dos paredes del cañón.



Cuando lo cruzamos disfrutamos de unas vistas únicas del fondo del desfiladero. Además aparecía a la derecha la Central Eléctrica Nuevo Chorro y el Embalse Tajo de la Encantada.



Pasarelas estrechas pegadas a la pared
Después de este momento aventurero continuamos por unas estrechas pasarelas que bordeaban la otra ladera del cañón.
Luego subimos por unas escaleras pronunciadas que pasaban sobre el viaducto metálico del tren. Desde allí continuamos por una pista de tierra, que bajaba en dirección al cauce del embalse.



Durante el trayecto se apreciaba perfectamente la estrechez del Desfiladero de los Gaitanes con el río Guadalhorce a sus pies.



Final del recorrido en Álora
El camino de tierra pasaba junto al Viaducto de los Albercones y se alargaba hasta la orilla del Embalse Tajo de la Encantada.
Finalmente llegamos a una zona de aparcamientos junto al Albergue-Camping de Álora, donde devolvimos el casco. Continuamos hasta la Estación de El Chorro donde montamos en el autobús. Pero antes, en un pequeño kiosko, compramos una botella de agua de litro y media (1,20€) y una lata de cerveza (1,20€) para refrescarnos.



Vuelta en autobús
Después desde el autobús tomamos una última imagen de la Pasarela y del Desfiladero de los Gaitanes. Nuestro viaje finalizó cerca del aparcamiento, junto al Embalse del Conde de Guadalhorce, en Ardales.



Zona de baño del Embalse del Conde de Guadalhorce
Pero antes de coger el coche, al fondo del parking encontramos un sendero que descendía hasta la orilla del embalse. Alli había una zona de baño, donde aprovechamos para darnos un baño en las aguas del pantano.



La Ruta del Caminito del Rey es un paseo muy recomendable por la espectacularidad de su recorrido. Sobre todo en el tramo de las pasarelas que atraviesan varios desfiladeros surcados por el río Guadalhorce. Una buena ocasión para descubrir este paraje natural escondido en el interior de Málaga.
Texto: Txema Aguado
Fotografía: Esther Saiz y Txema Aguado
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