Bilbao es una ciudad abierta a la vanguardia pero no olvida su pasado reciente, que ha dejado huella en sus edificios. Por ello, varios establecimientos de hostelería han abierto sus negocios en locales con mucha historia, respetando su estructura original. Uno de ellos ha sido el Hotel Tayko, ubicado en el edificio de los antiguos Almacenes Zubicaray, que cuenta en su planta baja con el Patri Bilbao, el gastrobar de Martín Berasategui.

Patri Bilbao
Además en la primera planta se encontraba el Restaurante Ola, con una estrella michelin, donde se podían degustar los platos más famosos de este chef guipuzcoano.



Pero esta vez vamos a centrarnos en el Patri Bilbao, un espacio gastronómico más asequible y con un estilo informal, pero avalado por el buen hacer del estrellado cocinero Martín Berasategui.



Como hemos comentado el Gastrobar Patri Bilbao ha mantenido algunas señas de identidad del anterior edificio, como las paredes de ladrillo sin rasear o la persiana metálica de la entrada de los Almacenes Zubicaray.



Pero también se nota el buen gusto a la hora de rehabilitar el local y dotarle de una decoración elegante y moderna, que le hace muy acogedor.



Además disponía de la cocina a la vista al fondo del comedor y unos grandes ventanales con vistas a la ría de Bilbao.



Menú Degustación
En nuestra visita al Gastrobar Patri quisimos llevarnos una impresión general del estilo de su cocina. Aunque se podía comer de picoteo, con pinchos y raciones para compartir, nos decantamos por el Menú Degustación (48€/persona). Además incluía el servicio de pan, agua, vino y el café, un todo incluido para no pensar demasiado.



El ambiente era muy cálido y algunas mesas disponían de estilosas bancadas adosadas a las paredes con dibujos geométricos.



En primer lugar nos sirvieron una botella de vino tinto Ehun 100 de la DOca Rioja y una cesta de panes surtidos.
Aperitivos originales
Luego comenzó el desfile gastronómico con el Klamato de moluscos, un zumo de tomate ligeramente picante con cerveza tostada y agua de ostra y un berberecho en su interior. Un buen comienzo.



Continuamos con las Croquetas de jamón de la amona Gabriel Olazabal, crujientes y sabrosas.



Platos estilosos con sabor
Después probamos una sorprendente y sabrosa Lasaña fría de anchoas con pisto de verduras y salsa de gazpacho vasco.



También nos gustó mucho el Steak Tartar “Luismi” servido con yema de huevo curada y pan Carasau, unas láminas crujientes tradicionales de Cerdeña.



Tradición y vanguardia
El servicio de sala, ataviado con un uniforme casual, se movía mecánicamente entre las mesas siguiendo el ritmo de los platos de las comandas que aparecían en la ventana de la cocina.



Llegó el turno del Bacalao cocinado a la llama, acompañado de una espuma cremosa de patatas en salsa verde y unos berberechos al txakoli.



Luego degustamos unas Carrilleras de cerdo guisadas con un salteado de setas y patata plátano.



Postre
Finalizamos con la dulzura de una Torrija caramelizada a la antigua, escoltada por un cremoso helado de leche tostada, limón confitado y el toque de la sal de Añana.



También tomamos un buen café cortado, incluido en el precio de este menú degustación del Gastrobar Patri Bilbao. Podemos decir que disfrutamos con esta selección de platos que buscaban sorprender al comensal con una presentación original, pero manteniendo los sabores reconocibles. Una buena propuesta gastronómica para los visitantes de la ciudad bilbaína, que quieran acercarse a la cocina informal de Martín Berasategui.



Gastrobar Patri Bilbao
Dirección: Erribera Kalea, 13, Bilbao
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