Un domingo de invierno de 2024, después de un temporal de nieve y lluvias, volvimos a realizar la Ruta de la Cascada de la Mea desde Puentedey (3 km/ ida y vuelta), un bello pueblo de Las Merindades de Burgos. Además, después de finalizar la ruta, paseamos por las calles de Puentedey y tomamos algo sentados en las terrazas del Bar La Cucaña y del Bar La Montañesa.
Cascada de la Mea desde Puentedey
En primer lugar salimos de Villarcayo en coche por la carretera BU-561 en dirección a Pedrosa de Valdeporres y recorrimos unos 12 kilómetros hasta Puentedey. Al entrar al pueblo nos sorprendió la bella estampa del pueblo de Puentedey posado sobre un puente natural de piedra.
Después de aparcar el coche comenzamos la ruta de la Cascada de la Mea desde Puentedey (3 km / ida y vuelta). También se podía ir en coche y dejarlo aparcado junto al inicio del sendero de tierra que se adentraba en un pequeño barranco y recorrer a pie unos 200 metros hasta la Cascada de la Mea.
Carretera a Quintanilla Valdebodres
En nuestro caso optamos por ir caminando hasta la Cascada de la Mea desde Puentedey por la carretera BU-V-5612 en dirección a Quintanilla Valdebodres. Para ello pasamos junto a la bolera y la zona de baño de Puentedey y luego atravesamos un túnel que pasaba por debajo de la Vía Verde o Camino Natural Santander Mediterráneo.
Junto al túnel encontramos unas señales que indicaban los puntos de interés turístico de Puentedey y la dirección a seguir para llegar a la Cascada de la Mea desde Puentedey. Cruzamos el túnel y entramos en el Barrio de La Barcena, donde había un parque infantil, una fuente y un campo de futbito.
Ruta de la Cascada de la Mea
Desde allí continuamos por la carretera en dirección a Quintanilla Valdebodres, acompañados por el sonido del río Nela. Después de recorrer un kilómetro entramos en la Merindad de Sotoscueva y apareció a la izquierda la señal del inicio del sendero de la Ruta de la Cascada de la Mea (400 metros/ida y vuelta).
La Ruta de la Cascada de la Mea era un paseo fácil de unos 200 metros por una zona de bosque bajo que se internaba en un pequeño barranco. Además al final del mismo se encontraba la Cascada de la Mea, un verdadero espectáculo de la naturaleza. Hay que destacar que para verla con agua es aconsejable realizar esta ruta en invierno o al comienzo de la primavera, coincidiendo con el deshielo y la época de lluvias.
Comenzamos a caminar por el sendero internándonos poco a poco en el estrecho desfiladero.
Arroyo de aguas cristalinas
Durante el recorrido nos acompaño el sonido de un pequeño arroyo que llevaba un caudal abundante. Además desde el sendero enseguida apreciamos varias pozas de agua color turquesa.
El sendero indicado con señales amarillas y blancas se internaba en un bosque bajo y caminamos entre diferentes especies arbóreas como fresnos, arces, chopos y pequeños arbustos.
Más adelante nos acercamos al arroyo para contemplar varios rápidos que bajaban por el cauce blanco de toba que venía de la Cascada de la Mea.
Salto de agua espectacular
Muy cerca a la izquierda había unas rocas a las que ascendimos para contemplar la Cascada de la Mea semiescondida entre los árboles.
Además desde estas rocas si se miraba hacia atrás se divisaba el sendero recorrido y los montes de Brizuela.
A medida que íbamos ascendiendo por un pequeño bosque de quejigos, se percibía con más claridad el ruido del salto de agua. Muy pronto llegamos hasta una gran piedra en forma de menhir situada junto al camino. Desde allí ya se podía contemplar el final del barranco por donde se deslizaba la Cascada de la Mea.
Luego nos aproximamos hasta la base de la Cascada de la Mea, para disfrutar de esta maravilla de la naturaleza.
Lo más notable era ver como el agua caía desde lo alto de la pared de roca caliza, rebotando sobre una gran piedra y siguiendo por el cauce del arroyo.
Interior de la Cascada de la Mea
Después continuamos por el sendero que pasaba por detrás del torrente de agua y llegamos a una cavidad impresionante.
Fue una decisión acertada ya que desde este punto se divisaba un bello paisaje entre la cortina de agua de la Cascada de la Mea.
Además contemplamos el juego del agua y de la luz que creaban bonitos efectos.
Paisaje espectacular
Después continuamos subiendo subimos unos metros por el sendero para ver la Cascada de la Mea desde otra perspectiva.
La belleza de esta cascada, que solo se podía ver en contadas ocasiones, era hipnótica y nos animaba a plasmarla desde todos los rincones posibles.
Cuando bajamos para volver a pasar por detrás de la cascada nos detuvimos en la base para llevarnos otra imagen de la Cascada de la Mea, que hemos incluido entre las 12 mejores cascadas del norte de Burgos
Parte alta de la Cascada de la Mea
Antes de descender por el sendero e la nos desviamos a la izquierda para ascender unos metros hasta la parte alta de la Cascada de la Mea.
Cuando llegamos junto a la pared de roca contemplamos como surgía el agua desde lo alto del barranco precipitándose con fuerza, creando esta espectacular Cascada de la Mea.
Finalmente, después de disfrutar de este atractivo paisaje, recorrimos de nuevo los 200 metros que nos separaban de la carretera y regresamos a Puentedey.
Bar Restaurante La Cucaña
Cuando llegamos a Puentedey nos dirigimos al Bar Restaurante La Cucaña, que se encontraba junto al puente natural, para picar algo y tomar una cerveza sentados en su terraza exterior.
Bar Restaurante La Montañesa
También nos acercamos al Bar La Montañesa, que se encontraba a 50 metros caminando por la acera en dirección a Pedrosa de Valdeporres para tomar algo con unos pinchos.
Vista nocturna de Puentedey
Después paseamos por las calles de este precioso pueblo, que forma parte de la lista de los Pueblos más bonitos de España y antes de abandonar Puentedey contemplamos de nuevo el puente natural, esta vez iluminado.
En definitiva, una jornada bien aprovechada realizando un paseo muy gratificante por la ruta de la Cascada de la Mea desde Puentedey, que hemos incluido entre las 15 rutas más interesantes de Las Merindades de Burgos. Además disfrutamos de la belleza de este pueblo burgalés encaramado sobre un puente natural.