Un domingo de invierno de 2023 nos acercamos hasta Atxondo para volver a recorrer la Vía Verde de Arrazola, una ruta fácil y amena de 9 kilómetros (2 horas y media/ ida y vuelta). La Vía Verde de Arrazola partía de Atxondo y discurría hasta Arrazola, pegada al Parque Natural de Urkiola. Durante el trayecto caminamos junto al río Arrazola entre verdes praderas, edificaciones centenarias, caseríos con sus huertas y animales domésticos, a la sombra de Anboto.
También aprovechamos para degustar los deliciosos pintxos y cazuelitas que sirven todos los domingos en el Bar del Asador Etxebarri de Axpe. Además, en otra ocasión, probamos su Menú Degustación (280€/persona) lleno de geniales platos elaborados a la parrilla por el cocinero Bittor Arginzoniz.
Recientemente, en 2024 visitamos el Restaurante Mendi Goikoa Bekoa de Axpe y el nuevo Restaurante Amillena de Arrazola, ambos bajo la silueta de Anboto.
Vía Verde de Arrazola
La ruta familiar de la Vía Verde de Arrazola transcurría por el antiguo trazado del ferrocarril, puesto en marcha en 1904, con la finalidad de transportar el mineral extraído en las minas de Arrazola hasta la localidad de Apatamonasterio. En 1925, con el declive de las explotaciones mineras se reconvirtió en una línea de pasajeros y de transporte de la madera de los bosques, hasta que en 1950 se cerró la línea férrea definitivamente.
En la actualidad, se ha reconvertido en la Vía Verde de Arrazola, con un recorrido fácil de unos 9 kilómetros (ida y vuelta), perfectamente habilitada y señalizada, apta para toda la familia.
Como llegar a la Vía Verde de Arrazola
En primer lugar partimos en coche desde Durango tomando la carretera N-636 y recorrimos los 15 kilómetros que nos separaban de Atxondo, donde aparcamos en el centro del pueblo. El inicio de la ruta se encontraba enfrente del frontón del Barrio de Apatamonasterio de Atxondo y se accedía cruzando un puente sobre el río Arrazola, afluente del Ibaizabal.
Desde el puente peatonal se contemplaba una presa y al fondo un pequeño puente de piedra teñido de verde por la vegetación. Dejamos el río Arrazola a la derecha y seguimos el sendero señalizado, que estaba muy bien acondicionado.
El camino cruzaba por unas praderas verdes, flanqueadas por los picos de la cordillera de Urkiola, que actualmente están atravesados por las impresionantes columnas del trazado ferroviario del AVE o tren de alta velocidad.
Barrio de Marzana
Después de andar unos veinte minutos, llegamos al Barrio de Marzana o Martzaa Auzoa, donde nos recibió un toro tumbado en la hierba.
En este barrio se encontraban los restos de la Torre de los Marzana, de origen medieval, que en el siglo XVII se amplió y se transformó en un palacio barroco.
Se podía apreciar la estructura de la torre y el soportal del palacio con tres columnas toscanas.
Completaban el barrio la Iglesia renacentista de San Martín, construida en el año 1550 y el Caserío Etxezarra de principios del siglo XX. Una bella estampa.
Zona recreativa
Continuamos el recorrido atravesando una zona arbolada y llegamos a un cruce muy bien señalizado que atravesaba una carretera con poco tráfico.
En la mitad del recorrido había una zona de recreo para niños, aseos y varias mesas de madera.
El camino seguía siendo llano y discurría entre campos verdes, donde pastaban los animales de los caseríos cercanos.
Más adelante cruzamos por un puente sobre el río Arrazola, que a partir de este momento nos acompañaría durante todo el recorrido.
Caseríos
Durante el trayecto se podían ver varios caseríos, donde sus moradores cuidaban de las huertas. Después de atravesar otro paso asfaltado que accedía a varios caseríos, apareció a la izquierda del camino, el acceso hacia la Iglesia de Santiago.
Animales domésticos
Repartidos por todo el recorrido había una gran variedad de animales domésticos, como cerdos, cabras y gallinas en diferentes cercados junto al camino.
También avistamos varias vacas pastando libremente por las campas a los pies de la Sierra de Urkiola.
Un paseo muy ameno que te hacía sentirte partícipe en la vida de estos enclaves, mientras caminábamos por la pista de tierra, junto al río Arrazola, que discurría entre los campos verdes poblados por rebaños de ovejas.
En el curso del río Arrazola había varios saltos de agua y canales, que fueron utilizados en otros tiempos para mover las ruedas de piedra de los siete molinos hidráulicos que había en esta zona a finales del siglo XVIII.
Continuamos la marcha atravesando un pinar y nos cruzamos con muchos vecinos de Atxondo, que suelen pasear por esta pista llana que cruzaba el valle.
Caserío Urrutia
Pronto llegamos a la altura del Caserío Urrutia, construido a principios del siglo XVI, siendo uno de los más antiguos de Bizkaia.
Estaba situado en una ladera y formaba una bonita estampa junto con las ovejas que pastaban en los prados bajo las paredes rocosas de los montes de Urkiola.
Arrazola
Continuamos nuestra marcha y pronto divisamos el núcleo urbano de Arrazola, al que se podía acceder desde el la Vía Verde de Arrazola bajando unas escaleras y después subiendo por un camino hasta el pueblo.
Destacaba la torre de la Iglesia de San Miguel rodeada de edificaciones, que en su día se construyeron para albergar a los trabajadores de las minas cercanas.
Cuando llegamos a Arrazola paseamos por sus calles y llegamos a la plaza, donde estaban los edificios de la Iglesia, el frontón y el Bar Restaurante Amillena Arrazolako Benta.
Desde aquí partía la “Senda de la Sombra” un sendero que transcurría por una calzada de piedra y por varios hayedos, y después de pasar por el monte Andosto te acercaba hasta la Peña de Anboto.
Molino de Ibarra
Lo dejamos para otra ocasión y volvimos al camino de la Vía Verde. Un poco más adelante, divisamos el Caserío y el Molino de Ibarra, uno de los pocos que quedaban en la zona y que además se conservaba en perfecto estado.
El camino seguía siendo llano y pasamos junto a la granja de gallinas Lumagorri, donde las aves picoteaban en el suelo en busca de su alimento..
Ermita de San Roke
Continuamos nuestra marcha y llegamos hasta la Ermita de San Roke, de estilo barroco construida entre los siglos XVII y XVIII, resguardada entre una multitud de plátanos de sombra centenarios. Destacaban sus piedras de sillería y el cierre frontal de madera torneada.
Muy cerca se encontraba un puente de piedra muy bien conservado que cruzaba el rio Arrazola.
Enfrente, saliendo de la pista y pasando la carretera, estaba el Caserío Makatzeta, un impresionante baserri a los pies de la peña del Anboto, donde estuvo ubicado el Restaurante Erro.
Caserío Oiargane, el más antiguo de Bizkaia
Retrocedimos por la carretera en dirección a Arrazola y a los pocos metros seguimos a la izquierda por una carretera empinada que nos llevó hasta el Caserío Oiargane, considerado el más antiguo de Bizkaia.
Volvimos de nuevo hasta la ermita de San Roke y retomamos la Vía Verde para llegar hasta la antigua estación de tren El Tope, donde finalizaba el recorrido.
Estación El Tope o Topekoa
Antes pasamos junto a una vagoneta sobre unos raíles, que recordaba el pasado minero de la zona.
La Vía Verde finalizaba en la estación El Tope o Topekoa, a la sombra del Anboto y actualmente se había reconvertido en un área de recreo, con asadores, mesas y aseos.
Nos despedimos de la Peña de Anboto y volvimos por el mismo camino en dirección al Barrio de Apatamonasterio de Atxondo, donde habíamos dejado el coche.
Donde comer en Atxondo
Como hemos comentado, además de realizar varias veces la interesante y fácil ruta de la Vía Verde de Arrazola, también disfrutamos de la oferta gastronómica de Atxondo.
Amillena de Arrazola
Recientemente, en 2024 descubrimos la cocina casera del Bar Restaurante Amillena Arrazolako Benta, situado en un edificio de piedra de Elizondo Plaza, 1 de Arrazola (Teléfono: 946 27 89 07).
Una buena opción para comer rico y sano en el entorno mágico de Anboto probando sus platos elaborados al momento con productos ecológicos y de cercanía.
Amillena es una propuesta cultural y gastronómica creada por una cooperativa de 5 mujeres de la comarca que han puesto en marcha este espacio cultural y gastronómico, con tienda, bar, restaurante y un local para actividades culturales.
En primer lugar nos acomodamos en su terraza exterior contemplando los montes rocosos de la Sierra de Urkiola, mientras tomábamos un Txakoli ecológico Urkizahar de la DO Getariako txakolina.
Luego pasamos al coqueto comedor donde degustamos unas Croquetas de jamón caseras (10€) y un Arroz integral salteado en el Wok con tamari y verduras de temporada ( 13,70€).
También pedimos una exquisita Lasaña de verduras (15,80€) y una Tarta casera deliciosa (5,90€).
Antes de marcharnos echamos un vistazo a los productos que vendían en la tienda y compramos unas adictivas Pastas artesanas Arrabola (7€).
Pintxos del Bar del Asador Etxebarri en Axpe
En otra ocasión probamos los pintxos que sirven solo los domingos en el bar del Asador Etxebarri, situado junto a la iglesia de Axpe.
Después de esperar la cola que se forma cada domingo por la mañana en el bar llegamos a la barra, donde había una gran exposición de pintxos y raciones para todos los gustos, preparadas en la cocina de este afamado restaurante de fama internacional.
Nosotros nos decantamos por una ración de Mejillones en salsa de pimientos, un pintxo de Costilla asada y su espectacular Tarta de queso horneada, todo bien maridado con una caña de cerveza artesana elaborada por ellos mismos.
Asador Etxebarri de Axpe
Una de nuestras visitas a la Vía Verde de Arrazola la rematamos sentados a la mesa del Asador Etxebarri, tras una reserva previa, probando su deslumbrante Menú Degustación (280€/persona, bebidas aparte).
Un verdadero desfile de platos preparados en la parrilla con mimo por el cocinero Bittor Arginzoniz, considerado uno de los mejores restaurantes del mundo.
Mendi Goikoa Bekoa en Axpe
Hay que apuntar que en el pequeño enclave rural de Axpe de Atxondo conviven varios restaurantes de alta cocina especializados en la brasa. Por ello también nos acercamos al Hotel Restaurante Mendi Goikoa Bekoa, situado en un precioso caserío construido en 1745 de la la parte alta, concretamente en el Barrio San Juan, 38 (Teléfono: 946 05 80 39).
Cuando nos acomodamos en su acogedor comedor y repasamos su carta nos decantamos por una Nécora a la brasa (10€) y unas Alcachofas de temporada a la brasa acompañadas de una crema de cebolla y vieiras (16€).
Y nos reservamos para disfrutar del sabor de la Txuleta de vaca premium ( 62€/kg) con 30 días de maduración, preparada a la brasa y escoltada por una ensalada de lechuga.
Atxondoko Euskararen Jaia
Además, en una ocasión nos encontramos en Atxondo con una fiesta popular por la celebración del Día Internacional del Euskara o Euskararen Eguna (3 de diciembre). En primer lugar recorrimos los puestos de venta de productos de alimentación y artesanía de la zona.
Allí compramos una cuña de queso Anbotoko gazta (queso del Anboto) elaborado por Joseba Baseta y una hogaza de pan del Obrador Mando de Atxondo. Buenos productos.
Talo y txakoli
Luego, vimos en unos soportales a un grupo de mujeres haciendo talo, una tortita típica vasca que se preparaba amasando la harina de maíz y calentándola en una plancha.
Pedimos un talo con bacon que estaba muy bueno y lo acompañamos con un vaso de Txakoli Trazola elaborado en Iurreta.
Para rematar degustamos un pintxo de pollo de caserio vasco asado a la parrilla. Una delicia.
Un paseo muy fácil y entretenido por la Vía Verde de Arrazola con un final festivo en la Fiesta del euskera de Atxondo, en un ambiente popular. Además del paseo, degustamos la gastronomía local en varios bares y restaurantes de Atxondo