En esta ocasión vamos a descubrir 3 espectaculares cuevas ubicadas en la Serranía de Ronda, entre las localidades malagueñas de Montejaque y Benaoján dentro del Parque Natural de Grazalema. Para ello nos acercaremos hasta las dos entradas de la Cueva Hundidero Gato y realizaremos una visita guiada a la Cueva de La Pileta (10€/persona).
Cueva Hundidero Gato y La Pileta
El Sistema Hundidero-Gato es un impresionante espacio hidrográfico de galerías subterráneas creado por el caprichoso río Guadares, Gaduares o Montebucho. Este río se infiltra por la Cueva del Hundidero en Montejaque y discurre durante 4 kilómetros escondido por el interior de la Sierra del Algarrobo para volver a salir a la superficie en la Cueva del Gato de Benaoján y seguir su curso hasta desembocar en el río Guadiaro.
Después de realizar la ruta de la Cueva del Hundidero pasando por el Caminito de los Caballeros (3km/ida y vuelta) y acercarnos paseando hasta la Cueva del Gato (1km/ida y vuelta), rematamos el día con una visita guiada a la Cueva de La Pileta (10€/persona), famosa por sus pinturas rupestres.
Cueva del Hundidero y el Caminito de los Caballeros
En primer lugar realizamos una ruta de unos 3 kilómetros (ida y vuelta).
De esta forma bajamos hasta el Monumento Natural Cueva del Hundidero y antes recorrimos el trepidante Caminito de los Caballeros, en Montejaque.
Comenzamos esta jornada en Ronda y tomamos la carretera A-374 para luego dirigirnos hacia Montejaque por la carretera MA-8403. Un poco antes de llegar a esta localidad malagueña apareció el aparcamiento de tierra señalizado de la Cueva del Hundidero y del Caminito de los Caballeros, que compartían el recorrido.
Desde el parking tomamos por una pista ancha de tierra para descender hacía el fondo de la garganta, donde se encontraba la entrada de la Cueva del Hundidero.
Caminito de los Caballeros
Cuando llegamos a un mirador encontramos una bifurcación y seguimos a la derecha en dirección al espectacular Caminito de los Caballeros, un sendero esculpido en la pared rocosa de la ladera, que actualmente se ha acondicionado con una nueva pasarela para hacerlo más accesible.
Después de bordear la ladera rocosa caminando a 80 metros de altura se llegaba a la antigua presa, que se construyó en los años 20 del siglo pasado para almacenar las aguas del Embalse de Montejaque. Pero realmente nunca se llegó a utilizar debido a que las aguas se filtraban por las galerías subterráneas de la Cueva del Hundidero.
Después de disfrutar de unas fantásticas vistas de este precioso rincón de la Serranía de Ronda regresamos al anterior desvío para continuar por el sendero de la izquierda hacia la Cueva del Hundidero.
Escaleras empinadas
Fuimos bajando varios tramos de escaleras que se dirigían hacia la entrada de la Cueva del Hundidero, la boca norte del Sistema Hundidero Gato por donde desaparecía el río Guadares.
Después de descender por estas empinadas escaleras comenzamos a divisar la entrada de la Cueva del Hundidero, situada en el fondo de una garganta.
Cueva del Hundidero
Al llegar a la Cueva del Hundidero encontramos un pozo al que nos asomamos.
Delante nuestro impresionaba la grieta de 50 metros de altura por la que se accedía al interior de la Cueva del Hundidero.
Nos internamos unos metros en el interior de esta espectacular cueva iluminando el camino con una linterna.
Cuando llegamos a una zona de rocas, donde el camino se hacía más irregular, decidimos dranos la vuelta y salir por la enorme cavidad de la montaña.
Desde dentro se obtenía una preciosa imagen de la entrada de la cueva.
Luego ascendimos de nuevo por las escaleras y regresamos hasta el aparcamiento de la Cueva del Hundidero.
Cueva del Gato
Una vez que vimos la boca norte del Sistema Hundidero Gato bajando hasta la Cueva del Hundidero, nos desplazamos en coche hasta el aparcamiento regulado de pago (1€ en metálico por coche) de la Cueva del Gato en Benaoján, la boca sur por donde volvía a aparecer el río Guadares o Gaduares.
Realmente merecía la pena acercarse hasta este espacio natural tan accesible y refrescante de la Serranía de Ronda.
Desde el aparcamiento paseamos durante 1 kilómetro (ida y vuelta) para llegar a la boca del Monumento Natural Cueva del Gato y darnos un chapuzón en las gélidas aguas del río Guadares.
Para ello seguimos una pasarela de madera y atravesamos un puente sobre el río Guadiaro, donde desembocaba el río Guadares que salía de la Cueva del Gato.
Zona de baño de la Cueva del Gato
En la otra orilla cruzamos por debajo del viaducto del tren y llegamos a una amplia zona de baño, donde se podía disfrutar de las frías aguas cristalinas del río Guadares a los pies de la Cueva del Gato. Era una zona muy concurrida, donde se juntaban las familias para pasar el día en este rincón natural de la Serranía de Ronda.
Cueva del Gato
Después de refrescarnos y bañarnos en el río Guadares subimos por unas escaleras de piedra en dirección a la Cueva del Gato.
Mientras subíamos unos metros por la ladera nos asomamos a las aguas transparentes del río Guadares.
Enseguida apareció la Cueva del Gato, que era la boca sur del Sistema Hundidero-Gato, por donde volvían a salir a la superficie las aguas cristalinas del río, después de recorrer unos 4 kilómetros por galerías subterráneas.
Antes de llegar contemplamos una preciosa cascada que salía de la cueva y se precipitaba verticalment creando verdes pozas de agua.
Un poco más arriba, junto a la entrada de la Cueva del Gato, había una pequeña presa.
Luego llegamos hasta una pasarela de hormigón que atravesamos con cuidado para contemplar la belleza natural de la boca sur del Sistema de la Cueva Hundidero Gato.
Para entrar en su interior se requería solicitar un permiso y contar con los conocimientos técnicos y el material adecuado, como aparecía en un cartel junto a la cueva.
Nosotros nos conformamos con admirar desde este punto la espectacular cavidad de la Cueva del Gato, que impresionaba con sus 17 metros de ancho y 26 metros de alto.
Murciélagos y lagos subterráneos
El Sistema Cueva Hundidero Gato contaba con una galería principal de unos 4 kilómetros, donde había multitud de lagos subterráneos y lugares singulares como el Cabo de las Tormentas, la Sala de los Gours, la Gran Estalactita o la Sala de las Cabras. Además en su interior contaba con una de las mayores colonias sedentarias de murciélagos cavernícolas.
Cueva de la Pileta
Finalizamos esta jornada por la Serranía de Ronda yendo en coche hasta el aparcamiento de la Cueva de La Pileta en Benaoján. Después de caminar unos metros llegamos hasta un mirador asomado a los montes de esta comarca malagueña.
Muy cerca se encontraba la puerta de entrada de la Cueva de la Pileta por donde pasamos a su interior para disfrutar de una visita guiada muy interesante por el interior de la cueva (10€/persona).
Horarios de la Cueva de la Pileta
La Cueva de La Pileta abre todos los días del año y es necesario reservar la visita previamente en el teléfono 677 610 500 o en el email [email protected]. Las visitas son de una hora de duración y cuestan 10€ los adultos y 6€ los niños (5 a 10 años) realizándose en los siguientes horarios:
En invierno:
- Días laborables: 11:30h, 13:00h y 16:00h
- Fin de semana y festivos: 11:00h, 12:00h, 13:00h, 16:00h y 17:00h
En verano:
- Días laborables: 10:30h, 11:30h, 13:00h, 16:30h y 18:00h
- Fin de semana y festivos: 10:00h, 11:00h, 12:00h, 13:00h, 16:00h, 17:00h y 18:00h
El horario de invierno y de verano coincide con el cambio de hora oficial.
Fue un recorrido de una hora por el interior de la Cueva de la Pileta, que fue descubierta en 1905 por el campesino local José Bullón Lobato. Era un enclave de gran importancia por sus pinturas paleolíticas de animales, por sus figuras negras esquemáticas del Eneolítico y por los restos encontrados de cerámica pintada del Neolítico.
Debido a que no estaba permitido hacer fotos ni videos adjuntamos las imágenes que aparecen en la web de la Cueva de la Pileta.
De esta forma concluimos nuestro recorrido por estas tres cuevas de la Serranía de Ronda, dentro del Parque Natural de Grazalema.
