Todos los años, el 18 de enero, en la localidad de Mungia se celebra una gran fiesta en honor a San Antontxu. Ese día tiene lugar su famosa Feria agrícola y ganadera y el Concurso de chorizos y morcillas de Euskadi. Además alrededor de esta fecha se organiza el Día del Puchero o Lapikoko Eguna de Mungia. Este evento gastronómico tiene como protagonistas a las alubias o indabak (euskeraz), que se cocinan en puchero.
Lapikoko eguna de Mungia
Durante la jornada del Lapikoko eguna de Mungia se organizó un Concurso de alubias rojas. Además, en Mungia las alubias rojas tradicionalmente se han cocinado en puchero. Para ello se suelen utilizar tres variedades de alubias rojas: la de Tolosa, la pinta Alavesa y la tolosana de Bizkaia.
Fiesta popular
Hace unos años participamos en esta cita gastronómica invitados por una cuadrilla de Mungia. Primeramente nos acercamos hasta la Plaza Matxin, donde tenía lugar esta jornada festiva tan popular. Allí estaban instalados unos stand de madera, que se iban a usar al día siguiente para albergar los puestos de venta de la Feria o San Antontxu Azoka.
Enseguida localizamos a Fernando y a Diego, que estaban cocinando las alubias rojas en una gran cazuela. Mientras tanto Carlos se encargaba de preparar el “hamaiketako” o tentempié. Es decir, unos pequeños bocadillos de bacón y txistorra preparados a la plancha. Como hacía frio y olía muy bien, nos acercamos al calor de la plancha y degustamos estas delicias con unos tragos de vino servidos en una bota de piel.
Gran ambiente entre amigos
Además la meteorología acompañaba y de vez en cuando salía el sol haciendo más llevadera esta jornada festiva entre amigos. Más adelante, una vez cocinadas las alubias, los cocineros llevaron la cazuela al aterpe de la Plaza Matxin. Allí estaba el jurado que decidiría, entre las 60 cazuelas presentadas, cuales serían las ganadoras del Lapikoko Eguna de Mungia.
Música en directo en la calle
Después de dejar la cazuela nos dirigimos a tomar unas copas de txakoli por los bares de Mungia. Además en las terrazas de algunos locales había varios grupos tocando música en directo. Entre otros, Lee Perk de la Margen Derecha en el Bar KNK de Kani (actual Café Zatoz) y The Idems de Urdaibai en el Bar Barranquilla.
El ambiente durante el Lapikoko Eguna de Mungia era totalmente festivo. Además disfrutamos de un día sin lluvia, tomando unos txakolis por los bares con música en directo.
Como ya comentamos en otra de nuestras publicaciones, había varios bares y restaurantes interesantes en Mungia para tomar un vermut preparado, un trago de calidad o comer una buena hamburguesa o un pescado salvaje bien preparado. Pero en esta ocasión rematamos la jornada degustando un buen plato de alubias con sus sacramentos entre amigos.
Comida en el Txoko Anaitasuna
Después del poteo, Luis y Diego fueron a recoger la cazuela y la llevaron hasta el Txoko Anaitasuna.
Allí les esperábamos para degustar las alubias rojas, sentados alrededor de la mesa.
Hay que decir que actualmente este txoko ha cambiado de local. Ahora esta ubicado en un antiguo asador que ha sido reformado para adaptarlo al uso habitual del Txoko Anaitasuna.
Aunque no hubo suerte con los premios, hay que destacar que las alubias rojas estaban deliciosas. Después de cocinarlas durante varias horas a fuego lento, el aspecto era el idóneo. Además, para maridar este suculento plato optamos por unas botellas de Muriel, vino tinto reserva DOCa Rioja.
Sacramentos sabrosos y buen vino
Junto con las alubias, también degustamos los exquisitos “sacramentos”, el chorizo, el tocino y las costillas de cerdo. Además, como entremés, probamos unas deliciosas morcillas de verduras de la Carnicería Legarreta.
Dulce postre
Para finalizar, endulzamos la velada con pasteles y con unos Antontxus, dulces elaborados con girlache en la Pastelería Leku Ona de Mungia.
Además para las personas que se acercaron a disfrutar del Lapikoko Eguna de Mungia se organizó una comida popular. Es decir, cualquier persona podía degustar un plato de alubias rojas (2€) y de postre un plato de arroz con leche (1€). Como conclusión se puede decir que fue una jornada gastronómica perfecta en Mungia, entre amigos que recordaremos siempre.