Un sábado de finales de otoño realizamos una visita a la Bodega de Viña Tondonia (40€/persona) denominada Bodega R. López Heredia, situada en la Avenida de Vizcaya nº 3, dentro del Barrio de la Estación de Haro, La Rioja. El precio incluía una visita guiada por la bodega, la cata de tres de sus vinos y una botella de vino tinto reserva Viña Tondonia.
Visita a la Bodega de Viña Tondonia
La visita a la Bodega de Viña Tondonia comenzó en el edificio más moderno, que se asemejaba a un gran decantador y fue diseñado por la arquitecta iraquí Zaha Hadid. Aquí se notaba que esta bodega mantenía las bases tradicionales a la hora de elaborar sus excelentes vinos pero abría una puerta a los tiempos modernos, que la situaban en la élite internacional del mundo del vino.
En el interior se conservaba el stand de la bodega utilizado en la Exposición Universal de 1910, que no desentonaba con la decoración moderna y minimalista de la estancia.
Bodega centenaria
Después salimos al exterior y nos dirigimos hacia las instalaciones de la Bodega Centenaria para descubrir todos los detalles del viaje que realizaba la uva desde que se recogía, pasando por la bodega y finalizando en el paladar, convertida en vino.
En primer lugar entramos en un almacén que se utilizaba durante la vendimia para recibir la uva, prensarla e introducirla en grandes tinas de roble. También nos mostraron las comportas, unos contenedores de madera, donde se transportaba la uva desde la viña a la bodega.
Después de ver las grandes tinas de madera donde fermentaba el mosto de la uva, una vez prensada, pasamos a una sala llena de barricas bordelesas de roble, donde se almacenaba el liquido para cumplir el proceso de crianza.
Tonelería propia
Un apartado curioso fue conocer la Tonelería, el taller donde se fabricaban las barricas y las comportas de forma tradicional y que una vez terminadas, llevaban la fecha y la firma del tonelero.
Calados subterráneos
La visita continuó bajando a los calados subterráneos repletos de galerías que albergaban infinidad de barricas llenas de vino, que reposaba y envejecía en las mejores condiciones ambientales.
Transitando por las galerías llegamos hasta una puerta que nos llevó al exterior de la bodega, junto al río, desde donde se podían ver los viñedos de esta bodega. Después de atravesar las oscuras galerías con las paredes y techos llenos de moho se agradecía volver a ver la luz del día.
Cata de vinos
La visita finalizaba en la zona de catas, situada en la planta superior, donde la guía nos introdujo con sus explicaciones en el mundo de la cata del vino.
Durante la visita a esta bodega de Haro probamos tres de sus vinos más emblemáticos, acompañados con un poco de jamón:
- Viña Gravonia, vino blanco de crianza. Nos sorprendió el sabor de este blanco con fermentación en barrica que se alejaba del mito de los vinos blancos con poco cuerpo.
- Viña Bosconia, vino tinto reserva. Un vino tinto con un carácter muy marcado que no dejaba indiferente.
- Viña Tondonia, vino tinto reserva. Un vino muy elegante y fácil de beber.
Buen final para una interesante visita a la Bodega de Viña Tondonia, donde viajamos en el tiempo a través de su historia y probando el sabor de sus vinos volvimos a la realidad.