Un sábado visitamos la localidad fronteriza de Hondarribia, una de las joyas de la costa de Gipuzkoa. Durante nuestra estancia paseamos por su antiguo barrio pesquero o Barrio de La Marina y por el casco histórico amurallado.
Además aprovechamos para ir de pintxos en Hondarribia probando los deliciosos bocados del Bar Gran Sol y de la Gastroteka Danontzat.
Pintxos en Hondarribia por La Marina
Hondarribia estaba situada frente a la localidad francesa de Hendaya, solo separadas por el río Bidasoa, que desembocaba en la Bahia de Txingudi. Además, junto a este río se encontraba el Barrio La Marina, el antiguo barrio pesquero de Hondarribia.
En este barrio destacaban sus calles peatonales flanqueadas de árboles y de coloridas casas de piedra. Una estampa única, con sus balcones de madera y sus fachadas pintadas de blanco, azul, verde o rojo.
Bar Gran Sol
Después de pasear y disfrutar del ambiente de las calles del Barrio de la Marina decidimos probar los pintxos en Hondarribia. Por este motivo nos dirigimos al Bar Gran Sol, situado en San Pedro kalea 63, un local con una barra repleta de apetitosos pintxos de autor.
Cuando entramos nos situamos en un rincón decorado con los premios conseguidos con sus pintxos en diferentes certámenes gastronómicos. En primer lugar pedimos un vaso de Txakoli Zudugarai, vino blanco autóctono de la denominación de origen Getariako Txakolina.
Pintxos elaborados al momento
Luego repasamos la carta de pintxos especiales y realizamos el pedido en la barra. Un camarero nos tomó nota y nos iba llamando cuando salían de la cocina nuestros pintxos. Comenzamos con el Pintxo de Cóctel de Bacalao (3,90€). El pescado venía en tres texturas acompañado de espinacas a la florentina, huevas de trucha y un aire de queso. Exquisito
Continuamos con el Pintxo de Huevo mollete al oro sobre migas de pastor al chipirón y jugo de ave (3,90€). Una textura y un sabor impecable.
Después degustamos el Pintxo Hondarribia (3,90€). Era una tosta de bacalao ahumado con pimiento del piquillo, foie y dulce de membrillo. Una combinación muy lograda.
Presentación y sabores sorprendentes
A continuación probamos el Pintxo de Chipirón relleno de foie con cremoso y pan beltza (4,20€). Un pequeño manjar.
Después comimos el Pintxo de Mejillón (3,60€). Un falso sushi de mejillón relleno y escamas de tomate. Una creación muy original.
Finalizamos con el Pintxo de Foie a la sartén con reducción de piña y cabello de ángel (3.90€).
Hay que destacar el sabor y el atrevimiento de los pequeños bocados elaborados por el Bar Gran Sol del Barrio La Marina de Hondarribia.
Pintxos en Hondarribia por el Casco Histórico
Después nos dirigimos paseando hacia el Casco Histórico de Hondarribia, situado en lo alto de una pequeña colina, dentro de las antiguas murallas. Para acceder subimos en un ascensor panorámico, situado en Sabin Arana Goiri kalea.
Una vez arriba, atravesamos el Pórtico de la Bretxa y entramos en el Casco Histórico amurallado de Hondarribia.
Arma Plaza de Hondarribia
Caminamos por sus sus coquetas calles y llegamos a la Plaza de Armas o Arma Plaza, una amplia plaza rodeada de casas pintadas de varios colores.
La plaza estaba presidida por el antiguo Castillo de Carlos V, reconvertido en el Parador El Emperador.
Bajamos hasta la escultura “Zinbaue” de Nestor Basterretxea y desde allí divisamos la desembocadura del río Bidasoa en el mar Cantábrico.
Gipuzkoa Plaza
Luego caminamos por las calles adoquinadas del Casco Histórico de Hondarribia rodeados de recias casas de piedra, con mucha historia.
Llegamos hasta la Gipuzkoa Plaza, resguardada entre edificaciones de gran belleza con sus blasones y escudos.
Puerta de Santa María
Continuamos bajando hasta las antiguas murallas y las bordeamos por dentro tomando por Murrua kalea, que nos llevó hasta la Puerta de Santa María, una de las dos entradas que tenía la ciudad amurallada. Al cruzarla nos encontramos con la escultura del “Hatxeroa“, que representaba a un soldado zapador.
Calle Mayor o Nagusi Kalea
Después volvimos a entrar al Casco Histórico amurallado por la Puerta de Santa María y subimos por la Calle Mayor o Nagusi Kalea.
Paseamos entre edificios con mucha historia y al final de la calle se distinguía la fachada imponente de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano (siglos XV-XVI).
Gastroteka Danontzat
Después de este paseo por las calles del casco histórico, tocaba de nuevo ir de pintxos en Hondarribia y nos dirigimos hacia la Gastroteka Danontzat.
La Gastroteka Danontzat era un coqueto local situado en Denda kalea 6. Cuando entramos en el bar nos encontramos con una gran mesa frente a la barra. El ambiente era muy acogedor y sonaba una música muy agradable.
Además disponían de varias mesas adosadas a la pared y nos acomodamos en unos taburetes altos, junto a un expositor de quesos.
Mientras repasábamos su original carta, pedimos una copa de vino blanco Larrosa (2,50€) de DOCa Rioja. También tomamos una copa de vino tinto Flores del Callejo (2,80€) de la DO Ribera de Duero.
Picoteo original y de calidad
Del apartado “Todo sobre mi madre” pedimos media ración de Croquetas (6,60€), una de jamón, una de hongos y una de bacalao.
De “La Reina de los Mares” optamos por media ración de Matrimonio Bien Avenido (10,80€), un surtido de anchoas en salazón y boquerones en vinagre de Santoña.
Entre los “Susurros de Mar” elegimos un Pintxo de Sardina ahumada con huevas de pez volador (3,30€) y un Pintxo de Pastel de Txangurro con salsa cocktail (4,80€). En la Gastroteka Danontzat, degustamos unos platos con productos de calidad tratados con mimo y elaborados con técnicas vanguardias.
Una experiencia satisfactoria yendo de pintxos en Hondarribia, disfrutando de dos propuestas gastronómicas muy interesantes y de esta bella ciudad costera de Gipuzkoa.
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