Un fin de semana viajamos hasta el corazón de Navarra o Nafarroa. Para ello realizamos en coche una Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan. Además cruzamos la frontera francesa, para descubrir el coqueto pueblo de Ainhoa, en Iparralde.
Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan
Durante esta Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan recorrimos varias localidades enclavadas en estos dos valles navarros. En sus calles nos encontramos edificios con mucha historia y una rica gastronomía. Además descubrimos la importancia de los arroyos y los ríos que bajaban de la montaña y regaban sus campos.
Ezkurra
Comenzamos esta Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan en la Villa de Ezkurra. El nombre de esta localidad, pegada a la montaña, se debía a que en sus montes nacía el Río Ezkurra. Paseamos por sus empinadas calles rodeados de multitud de regatas o torrentes de agua que bajaban hasta el río. Durante nuestro recorrido descubrimos un antiguo lavadero situado frente a un molino de agua derruido.
Finalmente ascendimos hasta la Iglesia de San Martin, desde donde disfrutamos de unas hermosas vistas.
Hostal Ezkurra
En Ezkurra, nos alojamos en el Hostal Ezkurra, ubicado en un caserío rehabilitado del siglo XVIII. Disponía de cómodas habitaciones y disfrutamos de un delicioso desayuno. Además Jose Luis y Reyes nos contaron interesantes historias y nos dieron sabios consejos sobre estas tierras navarras.
Cuando salimos de Ezkurra continuamos por la carretera NA-170 en dirección a Doneztebe o Santesteban. Circulamos junto al cauce del rio Ezkurra, rodeados de una exuberante naturaleza, mientras atravesábamos el Valle de Malerreka.
Ituren
Durante nuestro recorrido cruzamos el pueblo de Ituren, pasando entre las impresionantes casas de piedra arrimadas a la carretera. Luego aparcamos a la salida del pequeño pueblo, junto al precioso Puente Marizeneko Zubia.
Después de contemplar este puente, paseamos por las calles de Ituren, parapetados por grandes casas de piedra con blasones, construidas junto al cauce del río.
Finalmente llegamos hasta la plaza, donde se asentaba el ayuntamiento en un edificio con un soportal de arcos de piedra.
Ituren, una localidad con un encanto especial y muy cuidada. Además paseando por sus calles se podía intuir el sonido de los cencerros de los Zanpantzar . Estos personajes solían desfilar recorriendo el pueblo durante los carnavales, a finales de enero.
Doneztebe/Santesteban
Seguimos nuestro recorrido en coche y nos acercamos hasta Doneztebe/Santesteban, donde el río Ezkurra desembocaba en el río Baztan. Además en esta localidad el río Baztan cambiaba de nombre y se convertía en el río Bidasoa.
Casco histórico medieval
Doneztebe era una villa rodeada por varios ríos en cuyo casco urbano medieval destacaban las edificaciones centenarias muy bien conservadas. Estas casas estaban separadas entre sí por las “artekas“, un espacio utilizado antiguamente para tirar el agua sucia desde la ventana.
Paseando por sus calles avistamos la Torre de la Iglesia de San Pedro, escondida entre las casas de piedra.
En esta edificación destacaba su torre de aspecto medieval, construida sobre el Castillo del Conde de Lerín. Además estaba rodeada en su parte inferior por unos pasadizos, que la separaban del edifico colindante.
Bar Titi de Doneztebe
Después de pasear por las calles de Doneztebe y antes de abandonar su casco medieval hicimos una parada gastronómica en el Bar Titi. Este local estaba ubicado en la planta baja del edificio San Juan Baita de la calle Amestia 7, construido en 1813. Cuando entramos pedimos un marianito rojo (1,20€) y una ración de Rabas de calamar (6,50€) que estaban muy ricas.
Unos buenos pinchos
También degustamos una deliciosa Croqueta de hongos (1,20€) hecha al momento. Además probamos unos pintxos de anchoas en vinagre con pimientos y con vinagreta (1,20€ /unidad).
Para finalizar tomamos unas Piparras verdes fritas (3,50€) hechas al momento, que estaban exquisitas.
Nos fuimos con un buen sabor de boca de Doneztebe/Santesteban, una villa muy bien cuidada, donde se palpaban los rastros de su brillante historia.
Parque Natural del Señorio de Bertiz
Continuamos nuestro camino tomando la carretera NA-1210, siguiendo el curso del Río Baztan. Durante el trayecto pasamos muy cerca del Parque Natural del Señorio de Bertiz, un paraíso de la naturaleza donde se podían hacer varias rutas de senderismo.
Elizondo
Posteriormente llegamos a Oronoz Mugarre donde abandonamos el Valle de Malerreka. En este punto tomamos la carretera N-121B para internarnos en el Valle de Baztan. Nuestro siguiente objetivo era Elizondo, el centro neurálgico de este valle navarro. En Elizondo, el Río Baztan partía por la mitad sus calles, protagonizando la vida de sus habitantes. Además últimamente esta localidad es conocida por ser el escenario de la “Trilogía del Baztan” de la escritora Dolores Redondo.
Espectaculares casas de piedra
Durante el paseo por las calles de Elizondo contemplamos la espectacularidad de las casas típicas del Valle de Baztan.
Después nos acercamos hasta el Puente de Txokoto desde donde se apreciaba la presa del mismo nombre.
Puente de Elizondo
Hay que decir que el Puente de Elizondo se ha convertido en la imagen más reconocible del Valle de Baztan.
Allí mismo se encontraba el Txokoto Ostatua, en cuya terraza tomamos un aperitivo. Luego seguimos nuestro paseo por la orilla del río Baztan, contemplando las casas que se asomaban al río.
Pastelería Malkorra
Durante nuestro recorrido por Elizondo visitamos la famosa Pastelería Malkorra. Allí compramos el “urrakin egina“, un trozo de chocolate negro con avellanas enteras de la zona (35€/kilo).
Casa Galarza de Elizondo
Cuando llegó la hora de comer nos acercamos hasta el Restaurante Casa Galarza, en la calle de Santiago 1, para disfrutar de la gastronomía del Baztan.
El restaurante ocupaba la planta baja de un edificio y estaba decorado con muebles clásicos y varios cuadros coloristas.
Además había una foto de Félix Mena Martin que mostraba el puente cercano al restaurante durante la riada de 1913.
Comida casera de calidad
Comprobamos que la mayoría de los comensales eran lugareños que iban a degustar sus especialidades caseras. Enseguida se acercó una atenta camarera que nos dejo la carta y nos indicó cuales eran sus platos de temporada. Mientras nos decidíamos, pedimos una botella de Viña Real, vino tinto crianza 2010 de DOC Rioja. Además, vino acompañado por un entremés cortesía de la casa, Paté de cerdo, muy suave y con un sabor agradable.
Continuamos la velada con unos Langostinos a la plancha (10,80€) preparados en su punto.
Platos de temporada
Además, como uno de los plato de temporada, pedimos una deliciosa Menestra de verduras (8,70€).
Seguidamente degustamos un delicioso Cordero asado (15€) muy jugoso y bien cocinado.
Para concluir probamos una Cuajada casera (4€), una especialidad de la casa con un ligero sabor ahumado. Este peculiar gusto se conseguía introduciendo varias piedras al rojo vivo a la hora de cocer la leche.
Con esta excelente comida casera en Casa Galarza nos despedimos de Elizondo. Una visita muy interesante a este bello enclave navarro, que convivía en armonía con el río Baztan, que formaba parte de su identidad.
Arizkun
Continuamos nuestro viaje en dirección a Dantxarinea para cruzar al otro lado de la muga. Antes de llegar, paramos en Arizkun y disfrutamos paseando por sus calles.
Los Agotes
Durante nuestro recorrido pasamos junto a la Iglesia de San Juan Bautista. Allí descubrimos una antigua costumbre de las iglesias del Valle de Baztan. Al parecer, contaban con dos puertas de entrada, la principal para los feligreses de Arizkun y la otra para los Agotes. Estos eran gentes de confusa procedencia y estaban marginados socialmente.
Continuamos nuestro paseo y contemplamos multitud de viejas casas de piedra. Además había nuevas edificaciones que mantenían el estilo de la construcción típica de este valle navarro.
Al salir de Arizkun, un tranquilo pueblo rural, nos dirigimos hacia la frontera francesa o muga (euskaraz). Continuamos esta Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan atravesando verdes campos rodeados de montañas.
Ainhoa
Mientras nos íbamos acercando a Dantxarinea la carretera se fue empinando. Cuando accedimos al punto más alto, disfrutamos de una espectaculares vistas del otro lado de la muga. Durante el recorrido pasamos cerca de los desvíos hacia las cuevas de Urdazubi/Urdax y la cueva de Zugarramurdi. Finalmente cruzamos por Dantxarinea, que antiguamente era un importante paso fronterizo. Actualmente se ha convertido en una enorme zona comercial, donde realizan sus compras desde los dos lados de la frontera.
Casas de colores
Enseguida llegamos a nuestro último objetivo de esta Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan. Es decir, al bello pueblo de Ainhoa, con sus inconfundibles casas adosadas de colores. Además estaba rodeado por un impresionante bosque de montaña, donde se podían realizar varias rutas de senderismo.
Seguidamente recorrimos su calle principal y llegamos hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, rodeada de las tumbas del cementerio.
Detrás de la iglesia se encontraba el pared del frontón y la plaza del pueblo.
Después pasamos junto a la Herriko Etchea, situada en una casa de piedra pintada de blanco con toques rojos.
Antes de abandonar Ainhoa paramos en las afueras del pueblo para conocer el antiguo lavadero Alaxurruta.
De esta manera concluimos esta Ruta por Malerreka y el Valle de Baztan, alargada hasta Ainhoa, al otro lado de la muga. Durante este viaje hemos disfrutado del paisaje, los ríos, la gastronomía y la historia de estas comarcas navarras. Además hemos podido comprobar en primera persona el arraigo y el uso habitual del euskera en casi todos sus pueblos.