Durante nuestra visita a la ciudad de León probamos las famosas tapas del Barrio Húmedo y rematamos el apartado gastronómico visitando el Restaurante Pablo de León. Sentados en su elegante y acogedor comedor probamos su Menú Degustación (75€/persona) confeccionado con platos basados en la cocina tradicional leonesa, actualizada con un toque de alta cocina.

Restaurante Pablo de León
El Restaurante Pablo estaba situado en la Avenida de los Cubos 8, detrás de la Catedral de León, frente a la antigua Muralla altoimperial (siglo III-IV).

Este restaurante estaba comandado por la pareja formada por el cocinero Juanjo Losada y la jefa de sala Yolanda Ramos. Esta última tomó las riendas del negocio familiar y en 2005 se trasladaron a su actual ubicación. Además, basándose en los productos y las recetas tradicionales de León, le han imprimido su sello propio de alta cocina. Con ello han logrado ser reconocidos con una estrella michelin y dos soles repsol.

Cuando entramos al restaurante nos encontramos en primer lugar con la cocina a la vista, donde los cocineros preparaban los platos que íbamos a degustar.

Luego nos sentamos en nuestra mesa del comedor, que estaba decorado con gusto creando un ambiente muy acogedor y elegante.

Además el impecable servicio de sala estaba complementado con las salidas de la cocina de sus cocineros para servir en la mesa sus platos.
Menú Degustación con sabor leonés
Para armonizar el Menú Degustación (75€) del Restaurante Pablo pedimos una botella de Recaredo (28€), un vino espumoso brut nature con el sello de garantía de Corpinnat.

Comenzamos con un original Crujiente de morcilla y palos de encina, elaborados con pan. E

Seguimos disfrutando de este desfile gastronómico leonés con un sabroso y delicado Tartar de ciervo y pan de liquen.

Después probamos el Bollo minero, un homenaje a los mineros leoneses, elaborado a base de tocino coronado con caviar. Una delicia.

También degustamos el plato Caballa, almendra y albahaca, con el pescado curado en koji.

Par terminar con los entrantes tomamos un Cóctel Margarita, ligero y servido en un recipiente muy floral.

Platos principales
Después nos dejaron en la mesa un pan de chia y un pan tradicional elaborados con masa madre por la Panadería Flecha de León. Además vinieron acompañados por una mantequilla de verdad.

Cada plato tenía su protagonismo en la mesa, como el Escabeche de conejo con algas y aceitunas, una explosión de sabores mar y tierra.

El siguiente plato fue una fantasía denominada Verdina y cangrejo de río. Un mosaico gastronómico confeccionado con esta legumbre bien cocinada, una tortita de cangrejo y un sabroso bisque. Además venía completado el plato con una crema de queso de oveja, una ortiga frita y tres puntos de amontillado. Un sabroso cuadro.

Continuamos con el plato Cigala y sidra, una creación delicada elaborada con este exquisito producto del mar, acompañado de una mantequilla de sidra, espárragos trigueros y un vinagre de sidra.

Platos con sabor
Luego le llegó el turno a uno de los iconos gastronómicos de León con el plato Cecina y puerro, donde estaban muy presentes la cecina y el puerro cristal de Fresno de la Vega, con su crema.

Volvimos a los sabores del mar y degustamos el Bonito, un pescado poco hecho sobre un caldo de sus espinas y pieles al carbón y una delicada vinagreta.

De nuevo pegados a la tierra descubrimos el sabor de la Lengua ibérica, un producto con la garantía de la empresa La Hoja del Carrasco de Grijuelo. Venía presentada sobre una salsa de salazones y coronada por el toque de la anguila ahumada y una hoja de col crujiente. Un plato sorprendente.

A continuación degustamos un tierno y sabroso Pichón de Tierra de Campos, con una duxelle de champiñones, higo verde y un paté de las entrañas de esta ave. Un guiño a los palomares de Castilla y Léon, donde se criaban estos pichones.

Postres
Llegamos al apartado dulce con una creación refrescante en forma de Ruibarbo, fresa y pimienta.

También disfrutamos de la buena combinación de sabores tostados del postre Almendra y brandy, que contrastaba con el frescor del anterior.

Rematamos esta excelente comida con unos deliciosos Petit Fours, donde estaba presente la letra mayúscula P de Pablo o quizás de Producto.

Para terminar, podemos decir que nos llevamos grabados en el paladar los sabores de León bien tratados con maestría en los fogones del Restaurante Pablo de León.
Dirección: Av. los Cubos, 8, León
Cerrado lunes y martes