La ruta de la Cascada de la Cimbarra es un sencillo recorrido circular ( 3 km/1 hora) que parte de Aldeaquemada, una localidad jienense cercana a la frontera de Jaén con Ciudad Real. El río Guarrizas se descuelga por unas paredes verticales de roca generando un espectacular salto de agua de unos 40 metros de altura. Esta maravilla de la naturaleza se encuentra dentro del Paraje Natural Cascada la Cimbarra, en el límite de Sierra Morena y está relativamente cerca del Parque Natural de Despeñaperros.
Además se puede aprovechar y acercarse a Aldeaquemada para realizar una visita guiada a las Pinturas rupestres de Prado del Azogue, situadas en esta localidad de Jaén
Ruta de la Cascada de la Cimbarra
La Ruta de la Cascada de la Cimbarra es un trayecto fácil que nos permite disfrutar del paisaje de esta comarca del norte de Jaén.
En primer lugar nos desplazamos en coche por la carretera J-6110 hasta Aldeaquemada y al entrar al pueblo encontramos un desvío señalizado hacia el inicio de la ruta de la cascada de la Cimbarra.
Continuamos por la carretera y enseguida entramos en una pista ancha de tierra recorriendo en coche unos 2 kilómetros hasta un aparcamiento. Este trayecto también se podía realizar caminando, acompañados por el cauce del río Guarrizas.
Miradores naturales
Desde el aparcamiento seguimos las indicaciones del “Sendero La Cimbarra“, un recorrido circular de unos 3 kilómetros que estaba señalizado con flechas blancas pintadas en postes de madera.
La niebla nos acompañó durante la primera parte de la ruta y poco a poco se fue disipando.
El camino entre árboles nos llevó hasta el filo de un cortado rocoso. Desde allí nos asomamos a la parte superior de la Cascada de la Cimbarra, donde se apreciaban varias pozas. En esta comarca de Jaén a las cascadas se las llama popularmente cimbarras, siendo este salto de agua el más espectacular de los muchos que se crean en el curso del río Guarrizas.
Durante el recorrido, además de los dos miradores señalizados, encontramos varias atalayas naturales para contemplar la belleza de este paisaje natural. El río Guarrizas bajaba encajonado entre las paredes de cuarcita y pizarra que formaban un espectacular desfiladero.
Pronto pasamos junto a una barandilla de madera y comenzamos a bajar por un sendero entre árboles.
Molino de la Cimbarra
En este punto, dejamos el camino de losas de piedra señalizado que ascendía y nos desviamos a la derecha para bajar por un estrecho y serpenteante sendero hasta el fondo del barranco para contemplar la cascada desde abajo.
En el trayecto encontramos el Molino de la Cimbarra, un viejo molino de agua abandonado que todavía conservaba sus piedras de moler.
Cascada de la Cimbarra
Cuando llegamos al fondo del desfiladero caminamos sobre grandes rocas para inmortalizar la falla transversal al cauce del río, que propiciaba este salto de agua de unos 40 metros de altura.
Luego seguimos el sendero y nos asomamos a la poza sobre la que vertía sus aguas la Cascada de la Cimbarra.
En este entorno mágico disfrutamos de cada rincón natural y contemplamos la Cascada de la Cimbarra desde varios ángulos.
Como estábamos muy a gusto subimos hasta lo alto de un promontorio rocoso para asomarnos al otro lado del desfiladero por el que bajaban las aguas del río Guarrizas.
Mirador de La Cimbarra
Después regresamos por el mismo camino volviendo a pasar por el molino abandonado y subimos por el empinado sendero.
Luego retomamos el trazado del Sendero La Cimbarra y subimos por el camino de losas de piedra en dirección al Mirador de la Cimbarra.
Durante el ascenso disfrutamos de unas maravillosas vistas de la Cascada de la Cimbarra.
Pronto llegamos al Mirador de la Cimbarra y nos asomamos a este sorprendente entorno natural creado por el caprichoso cauce del río Guarrizas, encajonado entre muros rocosos de vivos colores.
Mirador del Desfiladero
Después continuamos por el sendero junto a una enorme placa rocosa en dirección al Mirador del Desfiladero.
Enseguida encontramos la señal que nos dirigía a la derecha hacia el Mirador del Desfiladero, por un camino señalizado con flechas blancas sobre postes de madera.
Desde este mirador apreciamos de frente la falla y el pliegue que formaban la pared rocosa.
Además disfrutamos del vuelo de los buitres que se iban posando en lo alto de las rocas.
También se distinguían las aguas del río Guarrizas que seguían su curso formando pequeños saltos de agua, pozas y rápidos.
Camino de regreso al aparcamiento
Luego volvimos hasta la señal indicativa del Mirador del Desfiladero y seguimos las flechas blancas para regresar al aparcamiento y completar la ruta circular. Caminamos por el sendero que bordeaba el Valle del Arroyo de Martín Pérez, con el Cerro de Piedras Blancas al fondo.
Durante el trayecto volvimos a ver el Mirador y la Cascada de la Cimbarra, que aparecía deslumbrante.
Enseguida llegamos al aparcamiento donde habíamos iniciado la ruta de la Cascada de la Cimbarra. En los alrededores se encontraba el yacimiento arqueológico de la “Tabla de Pochico“, donde había pinturas rupestres del neolítico. También se podía llegar en coche hasta el Área Recreativa Arroyo de Martín Pérez o del Cimbarrillo y realizar otras rutas en busca de cascadas más pequeñas, como la del Cimbarrillo, en el arroyo de Martín Pérez o la de María Antonia, en el arroyo de la Cimbarrilla.
Aldeaquemada
Después de realizar la interesante ruta de la Cascada de la Cimbarra nos dirigimos en coche a Aldeaquemada para buscar un restaurante. Aparcamos junto a la Plaza de la Constitución, donde se ubicaba el Ayuntamiento de Aldeaquemada y la Iglesia de la Inmaculada.
Bar La Cruz
En esta plaza encontramos el Bar La Cruz y nos acomodamos en su terraza exterior.
Mientras tomábamos algo con una tapa de tortilla de patatas y aceitunas machacadas vimos que servían un menú del día (12€) con platos tradicionales de la comarca.
Finalmente nos decantamos por el menú del día y probamos unas Migas con sus avíos y un Guisado de ciervo.
Resumiendo, disfrutamos de esta interesante ruta de la Cascada de la Cimbarra y probamos la gastronomía local en Aldeaquemada, en el norte de Jaén.