A finales de octubre, nos acercamos hasta Samaniego, en Rioja Alavesa, con la intención de realizar una visita a Bodegas Baigorri (15€/persona) para conocer sus modernas instalaciones, probar dos de sus vinos con unas tapas y disfrutar de la vista de los viñedos pincelados por el otoño. Durante nuestra visita pudimos comprobar que era una bodega moderna con una forma muy peculiar de elaborar sus vinos tan personales.
Bodegas Baigorri
Para llegar desde Briñas hasta Bodegas Baigorri tomamos la carretera N 232a en dirección a Laguardia y cuando recorrimos unos 24 kilómetros, antes de entrar en el pueblo alavés de Samaniego, apareció a la derecha el moderno edificio acristalado de Bodegas Baigorri.
Este cubo de cristal estaba construido en lo alto de una colina y coronaba las siete plantas de Bodegas Baigorri, semiocultas en el interior de la ladera del monte.
7 Plantas en el interior de la ladera
En primer lugar entramos al interior de la bodega por la parte superior, accediendo a una estancia que se asemejaba a una enorme caja de cristal.
Desde allí disponíamos de unas vistas privilegiadas de la localidad de Samaniego y de los montes de Sierra de Cantabria.
Bodega rodeada de viñedos propios
Mientras esperábamos el inicio de la visita, salimos a la terraza exterior para ver la estructura arquitectónica en forma de bancadas, que descendían hasta los viñedos multicolores.
Después nuestra guía nos dirigió hacia el interior de la bodega y descendimos a la primera planta, donde estaban las oficinas, el laboratorio, la sala de catas y la tienda. Desde allí arriba se obtenía una visión general de las instalaciones de la bodega.
Elaboración del vino muy cuidada
Luego bajamos a la segunda planta, donde se recepcionaba la uva vendimiada, se limpiaba y seleccionaba para dirigirla por gravedad a la cuarta planta.
En este piso la uva caía al interior de un recipiente metálico móvil, llamado ORI, que una vez lleno, se movía con una grúa y se vaciaba en las tinas metálicas o de madera, donde fermentaba el mosto.
El efecto de la gravedad en el vino
Como nos comentó nuestra guía, la gravedad era uno de los principios básicos utilizados en la elaboración del vino en Bodegas Baigorri, Por ello, para realizar el remontado del vino se sacaba el líquido con unas mangueras por la parte inferior de la tina virtiendolo de nuevo al ORI, que se elevaba con una grúa para depositar de nuevo su contenido en la parte superior de la tina para empapar y romper el “sombrero”. Con estas operaciones se evitaba el uso de bombas en el proceso de elaboración del vino.
Modernas instalaciones
Continuamos la visita y bajamos por una rampa hasta la quinta planta. Allí se encontraban los depósitos metálicos y varias tinas de madera, utilizadas para la fermentación de los vinos más especiales.
Pasamos junto a ellas y seguimos bajando hasta la sexta planta, donde pudimos ver las barricas nuevas, donde se fermentaba el vino blanco. Junto estas barricas había una sala cerrada con temperatura controlada, llena de barricas, donde fermentaban los vinos especiales.
Sala de barricas
Después atravesamos toda la planta y llegamos hasta una puerta, que al abrirla nos daba acceso a una pasarela situada encima de la última planta, donde se almacenaban las barricas para la crianza de los vinos.
Restaurante de Bodegas Baigorri
Al final de esta pasarela estaba el restaurante, donde se podía disfrutar de un Menú Degustación (55€/60€) maridado con varios vinos de la bodega con vistas a los viñedos. Una buena alternativa a tener en cuenta en la próxima visita.
Cata de vinos Baigorri
Para finalizar nuestro recorrido subimos en el ascensor hasta la sala de catas, donde probamos dos vinos de esta bodega con dos tapas elaboradas por el chef del restaurante.
Comenzamos con el vino Baigorri blanco fermentado en barrica, afrutado con un toque a madera que no te dejaba indiferente. Un vino sorprendente con mucho recorrido.
Después tomamos el vino Baigorri tinto crianza, un vino que mostraba el color intenso y el sabor característicos de los vinos de esta innovadora bodega.
Tapas del chef
Para acompañar los vinos nos ofrecieron una tapa de bonito con mayonesa y cebolla caramelizada y una tapa de jamón con pistachos.
De esta forma finalizamos la interesante visita a Bodegas Baigorri y nos dirigimos al aparcamiento, desde donde echamos un último vistazo al edificio de la bodega.
Durante nuestra visita a Bodegas Baigorri pudimos comprobar que aunque es una bodega moderna mezcla perfectamente la tradición con las ideas nuevas y lo trasmite en sus vinos tan especiales.
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