Un sábado nos dirigimos a Logroño para realizar una incursión gastronómica por las calles peatonales del casco histórico de la capital riojana, con la intención de probar varios tipos de pinchos. Para ello recorrimos 11 bares en busca de buenos pinchos en Logroño por la calle Laurel y San Juan.
Pinchos en la calle Laurel y San Juan de Logroño
Durante nuestra ruta de pinchos en la calle Laurel y calle San Juan de Logroño encontramos una amplia oferta gastronómica para todos los gustos. En nuestro caso destacamos las propuestas de La Tavina y el Umm, dos establecimientos que cuidan la calidad del pincho, la atención al cliente y la oferta de vinos de Rioja DOCa.
Calle Laurel Logroño
En primer lugar dejamos el coche en el aparcamiento gratuito situado frente a la Calle Norte y nos dirigimos a la zona de la Calle Laurel Logroño, situada entre la Calle Portales y la Calle Bretón de los Herreros. En la zona del Laurel encontramos las calles estrechas de San Agustín, Albornoz, Travesía Laurel y la Laurel, donde se congregaban la mayoría de los turistas que iban de pinchos en Logroño.
Bar Lorenzo “Tio Agus”
Comenzamos internándonos por la Travesia Laurel y nos llamó la atención la cantidad de gente arremolinada en la puerta del Bar Lorenzo “Tio Agus”, en la Travesia Laurel 4.
Por ello entramos y nos dirigimos a la barra, presidida por una plancha donde preparaban al momento chistorra, pinchos morunos, salchichón y riñones.
Después de repasar la lista de las especialidades escritas en una enorme pizarra, nos decidimos por lo que pedía casi toda la gente. Enseguida la camarera cantó nuestro pedido al grito de “Un Agussss“, un bocatita relleno de carne de cerdo adobada con una salsa jugosa y con cierto picante, que al parecer era el secreto de este pincho, que estaba muy rico. Lo maridamos con una copa de López de Haro, un vino tinto crianza de la DOCa Rioja.
Además el Bar Lorenzo “Tio Agus” era un local decorado con grandes fotografías relativas al mundo del vino, con muy buen ambiente y que merece la pena visitar.
Pulpería La Universidad
Continuamos nuestro el recorrido y entramos en la Pulpería La Universidad, situada en la Travesia Laurel 9, un bar donde el pulpo ocupaba un sitio destacado. Pedimos una copa de Gorrebusto, un vino tinto crianza de la DOCa Rioja, que estaba bueno. Lo acompañamos con unos Pinchos de Pulpo a feira, la especialidad de la casa.
Bar Soriano
Nuestra próxima parada fue en el Bar Soriano, situado en la Travesía de Laurel, 2. Un local donde servían exclusivamente el Pincho de champiñones la plancha coronado por una gambita. Una especialidad elaborada al momento en una plancha a la vista, situada al final de la barra. Lo acompañamos con una copa de vino tinto crianza de DOCa Rioja. El Bar Soriano funcionaba como las barras de antaño y los camareros atendían con rapidez y amabilidad, manteniendo la esencia de esta zona de pinchos de la calle Laurel de Logroño.
Bar Blanco y Negro
Muy cerca nos sorprendió el bullicio que había alrededor del Bar Blanco y Negro, en la Travesía de Laurel nº1, con una fachada renovada de ladrillos y en el interior del loca destacaban sus paredes de piedra y el mobiliario funcional. Aquí probamos su famoso “matrimonio”, un pincho o bocadillito con varias combinaciones, entre las que elegimos la de Anchoas en aceite y en vinagre con pimientos verdes. Un pincho sencillo pero con un buen sabor.
Bar Ángel
En este punto del recorrido entramos por la Calle Laurel para seguir probando mas pinchos. Pasamos junto a un enorme ventanal abierto al exterior desde donde se despachaban unos pinchos de champiñones que tenían buena pinta.
Era el Bar Ángel, situado en la Calle Laurel nº 12, un amplio local en cuya entrada, una chica preparaba los champiñones sobre una plancha.
Pedimos una copa de Cerro Añon, un vino tinto crianza de la DOCa Rioja, muy equilibrado y elegante en boca y un Pincho de Champiñones, coronado por un camarón. En el Bar Ángel, las camareras servían con amabilidad y los champiñones estaba muy buenos.
La Taberna del Tío Blas
Antes de acabar la calle Laurel entramos en La Taberna del Tío Blas de la Calle Laurel nº 1, un local de paredes de piedra que hacía esquina y contaba con un barra llena de pinchos. Pedimos una copa de Monte Real, vino tinto crianza de la DOCa Rioja ( 2,20€) para acompañar los pinchos de Secreto con piña y mostaza (2,90€), la Piruleta de solomillo con panceta ahumada y queso (2,90€) y la Hamburguesita de ternera (3€).
La Tavina
A continuación entramos en La Tavina, en la Calle Laurel 2, un moderno local con grandes cristaleras dispuesto de una forma muy funcional, con mesas pegadas a las ventanas abiertas a la calle.
Además del bar, contaba con dos pisos habilitados como espacios para picar algo o comer en sus mesas. Se notaba que el vino era muy importante en La Tavina, ya que disponían de una gran selección de vinos clásicos, vanguardistas y de autor, que se podían pedir por copas e incluso comprar por botellas.
Nos decantamos por una copa de Ondarre VII parcelas (2,20€) un vino crianza muy especial de la DOCa Rioja que acompañamos con una Tosta de Jamón, queso y tomate (2,90).
También probamos el exquisito Pincho de Careta de cerdo deshidratada con sal en escamas (2,10€) con una textura crujiente y un sabor muy conseguido.
Calle San Juan de Logroño
Muy cerca de la Calle Laurel, se encontraba la Calle San Juan, otra de las zonas repletas de bares del casco histórico de Logroño. Aquí se notaba más tranquilidad y la clientela era mayoritariamente riojana, aunque también se apreciaban grupos de visitantes foráneos. Entramos por la Calle Portales, una de las arterias peatonales de la ciudad y la atravesamos hasta llegar a la altura de la Plaza del Mercado, donde tomamos por la derecha por la Calle Marqués de Vallejo, donde comenzaba esta zona de bares.
Umm no solo Tapas
En la confluencia con la Calle San Juan estaba el Umm no solo Tapas by Alex García, concretamente en la calle Marques de Vallejo 10, un local moderno con grandes ventanales y una decoración muy cuidada.
Cuando entramos nos acercamos a una barra de cristal, que servía de expositor de los pinchos elaborados al momento en la cocina a la vista.
Pedimos una copa de vino blanco Ijalba 1,50€) y una de vino tinto Murmurón (2€) ambos de la DOCa Rioja.
Repasamos las especialidades que aparecían en una gran pizarra colgada en la pared y optamos por varios pinchos que tenían muy buena pinta.
Comenzamos con unas cremosas Croquetas de jamón (3€/dos unidades) y unas Albóndigas agridulces (3€).
Luego probamos el Tigre enlatado (3,30€) y el Brioche de Pulled pork (3,20€), ambos deliciosos.
Los camareros atendían con amabilidad y te ayudaban a descifrar la composición de cada pincho expuesto debajo de la barra, que salían continuamente de la cocina a la vista.
Continuamos con una tapa de Ventresca con piperrada (3€) exquisita y una tapa de Orejas percheronas (3,50€) muy bien cocinadas y de un sabor delicado.
El Umm, un local moderno que ofrecía originales y sabrosas tapas de calidad elaboradas al momento. Un gran descubrimiento.
Bar Samaray
Seguimos nuestra ruta gastronómica y entramos en el Bar Samaray, en la calle San Juan 3, un local tradicional que ofrecía pinchos caseros de toda la vida.
Nos aposentamos en un extremo de la barra y pedimos una copa de Alcorta, vino tinto crianza de DOCa Rioja, mientras revisábamos los pinchos expuestos en la barra. De repente sacaron por la ventana de la cocina un plato de pinchos de Revuelto de setas y panceta (1,60€) y esa fue nuestra acertada elección.
Bar La Cantina
Nuestra siguiente parada fue en el Bar La Cantina, calle San Juan 14, un pequeño local que anunciaba sus especialidades en su fachada.
Pedimos una copa de Ramón Bilbao, vino tinto crianza de DOCa Rioja y comprobamos que la mayoría de los clientes pedían patatas asadas servidas con varias salsas. Hicimos caso a la lógica y pedimos una Patata Asada (2,50€), media con alioli y media con pimienta. También nos decantamos por un Matrimonio de anchoas en vinagre y aceite con pimiento verde (2€), muy rico.
Restaurante Tastavin
Finalizamos este paseo por los bares de Logroño en el Restaurante Tastavin, en la calle San Juan 25, un local muy bien decorado con un comedor al fondo. Detrás de la barra había un enorme cartel con el nombre de las bodegas, sus vinos y los precios por copa.
Pedimos una copa de Viñas de Gain 2014, vino tinto crianza de la Bodega Artadi servido con el sistema Coravin, que permitía tomar una copa sin quitar el corcho, para que se conservase mejor el resto del vino de la botella.
Como llegamos un poco tarde al establecimiento y estaba a punto de cerrar, nos tuvimos que conformar con picar un Filete de Anchoa de Santoña (1,20€) y una Brocheta de Solomillo de cerdo con miel y mostaza.
Estas fueron las propuestas de 11 locales que visitamos en esta ruta de pinchos en la calle Laurel y San Juan de Logroño. Como se puede apreciar hay pinchos y tapas para todos los gustos y merece la pena pasearse por estas calles tan concurridas y con tanto ambiente, en busca de estos pequeños manjares y de un buen vino de la tierra.
