Oviedo es una ciudad que se deja recorrer con facilidad y oculta en sus calles muchos atractivos para el visitante. Durante varias visitas hemos intentado descubrir qué ver y donde comer en Oviedo o Uviéu en asturiano. Para ello nos acercamos a los puntos de interés de la capital asturiana y paseamos entre algunas de las más de 100 estatuas repartidas por la ciudad, que la han convertido en un auténtico museo al aire libre. También degustamos la gastronomía asturiana armonizada con una buena sidra natural bien escanciada, en sus restaurante y sidrerías.
Qué ver en Oviedo y donde comer
Nos centraremos en los aspectos arquitectónicos, culturales, paisajísticos y gastronómicos de esta urbe del interior de Asturias.
Prerrománico asturiano
En primer lugar nos acercamos en coche hasta la ladera del monte Naranco para visitar dos de las joyas del prerrománico asturiano, la Iglesia de San Miguel de Lliño y Santa María del Naranco. Dejamos el vehículo en un amplio aparcamiento gratuito y caminamos unos 150 metros hasta el Centro de Recepción e Interpretación del Prerrománico asturiano. La visita al centro y a los dos monumentos prerrománicos era gratuita.

Desde allí fuimos caminando unos 100 metros hasta el edificio de origen civil de Santa María del Naranco, al parecer construido por Ramiro I en el siglo IX .

Este enigmático palacete tenia dos plantas con una escalinata exterior y destacaba la riqueza escultórica de la segunda planta, con ricos capiteles, arcos, miradores y multitud de medallones empotrados en la pared. Además se podía realizar una visita al interior (4€).

Después subimos unos 200 metros hasta la Iglesia de San Miguel de Lliño (s IX), un templo que sufrió un tremendo derrumbe y se reconstruyó entre los siglos XI-XII. Esta declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco en 1985. Desataban las basas de las columnas interiores, su decoración escultórica, las celosías exteriores y las jambas del pórtico. También se podía visitar por dentro (4€)

Desde aquí bajamos caminando unos 400 metros hasta el aparcamiento y nos dirigimos al centro de Oviedo.
Acueducto Los Pilares
Comenzamos el recorrido por las calles de Oviedo en el paseo peatonal de la Avenida de la Fundación Príncipe de Asturias, rodeados de fuentes, mientras nos dirigíamos hacia el edificio de la estación.
Enseguida aparecieron a nuestra izquierda los restos del Acueducto de los Pilares, construido en 1534.

Más adelante llegamos a una plaza presidida por la escultura “Hombre sobre delfín” de Salvador Dalí, frente a la Cubierta de la Estación del Norte, mas conocida como La Losa.
Calle Uría de Oviedo
Después descendimos por una escalera mecánica en dirección a la Calle Uría, una de las arterias comerciales de la ciudad, que contaba con edificios muy vistosos.
Aprovechamos el paseo para realizar algunas compras y nos fuimos incorporando a las calles adyacentes. En la Calle Palacio Valdés nº 15 nos sorprendió la estatua de Tino Casal realizada en bronce por Anselmo Iglesias Poli, inaugurada en abril de 2019.
Más adelante, en la Calle Milicias generales, nos topamos con la estatua de Woody Allen realizada por Vicente Santarúa.
Después volvimos a la Calle Uría y llegamos al Parque de San Francisco, uno de los pulmones verdes de Oviedo. Continuamos bordeando la parte baja del Parque de San Francisco por el Paseo de los Álamos sobre el suelo de mármol decorado con un mosaico realizado por Antonio Suarez.
Además en el comienzo de este paseo a la derecha sobresalía la Escultura de Sabino Fernández Campo, que fue Secretario general y posteriormente Jefe de la Casa de su Majestad el Rey hasta (1977-1993).

Al final del paseo llegamos hasta la estatua de “La Maternidad” o “La Encarna con Chiquilín” de Sebastián Miranda. Desde allí, se veía la Plaza de la Escandalera con sus imponentes edificios, como el de CajAstur, famoso por su reloj, que hacía sonar el “Asturias patria querida”.
Campo o Parque de San Francisco
Pero antes de cruzar la calle volvimos hacia el Campo o Parque de San Francisco. En primer lugar pasamos junto al Monumento a José Tartiere, uno de los artífices de la industrialización asturiana, realizado por Víctor Hevia y Manuel Álvarez.
Luego entramos al Parque de San Francisco y paseamos por sus jardines contemplando sus esplendidos árboles, que formaban un jardín botánico.
Estatuas de Mafalda y de otros personajes
Muy pronto nos encontramos con la estatua de “La Torera” realizada por Mauro Álvarez en honor a la fotógrafa Josefa Camil.
Después nos encaminamos hacia un estanque, donde nos encontramos con la figura de “Mafalda” hecha por Pablo Irrgang.
Además, muy cerca estaba la escultura de “La Maternidad” de Félix Alonso Arena.
Continuando nuestro paseo descubrimos los restos de la portada de la Iglesia de San Isidoro, que se trasladaron a este parque en 1925.
Además el actual parque fue en su día el huerto y los jardines del Convento de San Francisco.
Carbayón de Oviedo
Después de pasear por el Campo o Parque de San Francisco bajamos de nuevo al Paseo de los Álamos. Desde allí se apreciaban los edificios que rodeaban la Plaza de la Escandalera.
Además en el inicio de la Calle Uría encontramos una placa conmemorativa en recuerdo al famoso roble centenario o carbayón, que fue derribado en 1879, para ensanchar esta calle. Curiosamente los ovetenses también son conocidos como carbayones en memoria de este árbol tan importante en Asturias.


Plaza de la Escandalera
Después cruzamos la calle Uría y entramos en la Plaza de la Escandalera, donde se encontraba la famosa escultura “La Maternidad” de Fernando Botero.
Además, estaba acompañada por el Conjunto escultórico “Asturcones” de Manolo Valdés.


Teatro Campoamor
Después nos aproximamos hasta el cercano Teatro Campoamor, epicentro cultural de la ciudad y sede de los Premios Principe de Asturias.
Aquí también había varias esculturas como la de “Esperanza caminando” de Julio López Fernández , que actualmente no está en este lugar.

Además en un lateral del teatro se encontraba la escultura “La Bailarina” de Santiago de Santiago.

También, muy cerca, se encontraba la conocida escultura “Culis Monumentalibus” de Eduardo Úrculo”.
También, en el lateral derecho del Teatro Campoamor, estaba ubicada la estatua de la “Pensadora” de Jose Luis Rodríguez, junto a un roble o carbayu.
Desde la plaza del teatro inmortalizamos el singular edificio, donde se ubicaba el Opera Café de Oviedo.
Plaza del Carbayón
A pocos metros se encontraba la Plaza del Carbayón donde estaban instaladas unas grandes letras que formaban el nombre de Oviedo.

Pero antes pasamos junto al “Monumento a la Concordia”, un conjunto escultórico en bronce realizado por Esperanza d’Ors.

Edificio histórico de la Universidad de Oviedo
Después volvimos a la Plaza de la Escandalera y tomamos por la Calle San Francisco en dirección al Casco histórico medieval o El Antiguo de Oviedo, como se conocía popularmente. En el inicio de la calle estaba el edificio histórico de la Universidad de Oviedo.

Junto a su puerta se hallaba la escultura “Mujer sentada” de Manolo Hugué.

Cuando entramos al edificio nos sorprendió su coqueto patio interior, presidido por la estatua de Fernández Valdés Salas, realizada por Cipriano Folgueras.
Plaza Porlier
Luego nos encaminamos hacia la Plaza Porlier, donde estaba el Palacio del Conde de Toreno, actual sede del Real Instituto de Estudios Asturianos.


Además en esta plaza se encontraba una de las primeras esculturas instaladas en Oviedo. Es decir, la estatua “El Regreso de William B. Arrensberg” de Eduardo Úrculo.

Antes de abandonar la plaza pasamos junto al Palacio de Camposagrado, sede actual del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Plaza de la Catedral de Oviedo
Continuando nuestro paseo por el Casco histórico llegamos a la Plaza de la Catedral, presidido por la Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo, de estilo gótico. Hay que recordar que ya se puede visitar su Torre Gótica (8€) y subir sus 184 escalones.
Además en esta plaza se encontraba la estatua de “La Regenta”, realizada por Mauro Álvarez Fernández, en honor a Leopoldo Alas Clarín.

Este escritor español ambientó algunas partes de su famosa novela en Oviedo, nombrándola como Vetusta.
Museo de Bellas Artes de Asturias
También se encontraba allí mismo el Museo de Bellas Artes de Asturias, de entrada gratuita, que albergaba obras de grandes artistas como Miró o Picasso. El Museo constaba de 3 edificios y el más próximo era el Edificio de la Ampliación, donde estaban las obras del siglo XX y XXI.


Pegado a este edificio se encontraba la Casa de Oviedo-Portal edificada en 1660, donde se encontraban las obras del siglo XIX.
Además los tres edificios estaban conectados por el interior y siguiendo el recorrido llegamos hasta el Palacio de Velarde (1765), que albergaba las obras del siglo XIV al XIX, destacando el “Retrato de Jovellanos en el Arenal” de Goya.


Plaza Trascorrales
Continuamos por la Calle Mon del casco antiguo de Oviedo y nos dirigimos a la Plaza Trascorrales, donde estuvo antiguamente la Plaza del Pescado. El edificio se ha convertido en la Sala de Exposiciones Trascorrales. En esta zona había muchos bares y restaurantes con sus terrazas.

En esta plaza encontramos varias esculturas que recordaban el pasado ligado al pescado de este lugar de Oviedo, “El Vendedor de pescado” de Antonio García Prieto y “La Pescadera” de Sebastián Miranda.


También se encontraba en el fondo de esta plaza la famosa escultura de “La Lechera” de Manuel García Linares, un pequeño homenaje a estas mujeres que vendían la leche por la ciudad.

Mercado y Plaza del Fontán
Después nos dirigimos hacia la Plaza de La Constitución y en uno de los extremos encontramos la Iglesia de San Isidoro el Real de estilo barroco (Siglo XVI). Pegado a ella estaba el edificio del Mercado El Fontán, construido en el año 1885.
Junto a este mercado de abastos se encontraba la coqueta Plaza del Fontán, uno de los epicentros de El Antiguo de Oviedo.
En esta plaza rectangular se concentraban varias sidrerías con sus terrazas, generándose un gran ambiente.
Además se comunicaba con la acogedora Plazuela de Daoiz y Velarde, flanqueada por unas coloridas casas con sus balcones de madera.
Esta plaza estaba presidida por la escultura “Vendedoras del Fontán” de Amado González Hevia.

En el otro extremo de la plaza, junto al Palacio del Duque del Parque, se mantenía “El Cañu del Fontán”, una fuente lavadero construida en el año 1657.

Museo Arqueológico de Asturias
Después volvimos caminado hasta la Plaza de la Catedral y bordeamos el majestuoso edificio que la presidia.
Durante nuestro paseo llegamos a la Calle San Vicente, donde se encontraba el Museo Arqueológico de Asturias.
Monumento a Jovellanos
Después pasamos bajo un arco y nos dirigimos hacia la Calle Jovellanos. Pero antes contemplamos el Monasterio de San Pelayo, un convento de las monjas Benedictinas, que todavía elaboraban dulces.
En un costado del Monasterio de San Pelayo, ya en la Calle Jovellanos, se encontraba el Monumento a Jovellanos, junto a algunos de los restos de la antigua muralla de Oviedo.
Donde comer en Oviedo
Después de disfrutar de los encantos arquitectónicos, escultóricos y culturales de Oviedo vamos a degustar esta ciudad asturiana en algunos de sus restaurantes y sidrerías.

Calle Gascona, el bulevar de la sidra
Comenzamos en la Calle Gascona, conocida como el bulevar de la sidra, donde se podía elegir entre las mejores sidrerías en Oviedo, con sus terrazas abarrotadas de gente.

Además en el principio de la calle nos recibió la estatua de “La Gitana” de Sebastián Miranda.

Antes de picar algo en una de las sidrerías en Oviedo bajamos por la calle y nos topamos con una pipa o cuba y con la escultura de “La Guisandera” de María Luisa Sánchez Ocaña.


Fuente de la Foncalada
Continuamos bajando por la calle Gascona hasta que llegamos a la Fuente de la Foncalada, una obra civil del prerrománico asturiano, que conservaba la Cruz de la Victoria y una inscripción de la época.
Sidrería Agrobar La Finca
Luego subimos de nuevo por la calle Gascona y decidimos entrar en la Sidreria La Finca Agrobar. Esta sidrería estaba decorada como una granja y en su carta destacaban los platos elaborados con productos asturianos ecológicos. Pasamos al interior y nos acomodamos en su comedor, junto a unas pipas o cubas, muy cerca de la cocina.


Mientras repasábamos la carta pedimos una botella de Sidra Viuda de Angelón (2,70€) que un simpático camarero nos escanció con maestría.


Comenzamos con unas Verduras a la brasa con salsa romesco (15,40€) preparadas al dente y un sabroso Carpaccio de vaca ahumado (13,20€)


Luego degustamos unos sabrosos Chipirones afogados al estilo La Finca (18,70€) acompañados de alioli y tinta de calamar. Finalmente probamos la Torrija asada al momento (6,60€) con helado. Un broche magnífico para cerrar esta velada gastronómica en la Sidrería La Finca de Oviedo.


Sidrería La Gran Vía
Además de las sidrerías de la calle Gascona había muchos restaurantes y sidrerías en Oviedo repartidos por sus calles. En primer lugar hablaremos de la Sidrería La Gran Vía, en la Avenida de Galicia 3, un local fundado en 1892, que mantenía la esencia de las antiguas sidrerías de Oviedo.
El ambiente era muy familiar y pedimos una botella de Sidra Juanín, que nos escanciaron en varios “culines”.

Además probamos un Centollo que estaba lleno y con muy buen sabor.

Casa Gloria de Oviedo
También probamos los platos tradicionales puestos al día en Casa Gloria, en la Calle Cervantes 24, un coqueto local con una decoración muy cuidada, dirigida por Esther y Nacho Manzano.


Aquí degustamos sus platos más representativos, basados en la cocina asturiana, que se podían pedir como tapa, media o ración entera. Comenzamos con una Tapa de croquetas de jamón Casa Marcial (4,50€), suaves y delicadas y una Fabada asturiana (18€) elaborada con unas fabes de calidad muy bien cocinadas.


Continuamos con el Arroz con pitu (18€) otro de los platos estrella de la cocina de Nacho Manzano y finalizamos con una deliciosa Torrija con helado de vainilla (6,50€).


Las Tablas del Campillín
Y también probamos un original cachopo en Oviedo sentados a la mesa del Restaurante Las Tablas del Campillín de Oviedo, ubicado en la Calle Arzobispo Guisasola nº 24. Un local que estaba especializado en servir los mejores cachopos en Oviedo, elaborados con productos asturianos de calidad.

Sentados en su terraza exterior pedimos el Cachopo Campeón de Asturias 2016 (22,95€) relleno de paleta ibérica, queso Cabrales y pimientos del piquillo.

De esta forma finalizamos nuestro paseo por la capital de Asturias descubriendo qué ver en Oviedo y donde comer. Y como sabemos que todavía nos quedan muchas cosas que visitar, volveremos para seguir disfrutando de los encantos de la capital asturiana.