En la primavera de 2024 nos acercamos a la capital sevillana para recorrer por libre los rincones de esta ciudad con tantos encantos y como no, ir de tapas por Sevilla disfrutando del ambiente de sus bares.
De tapas por Sevilla
Durante esta visita exprés paseamos por sus calles descubriendo la esencia de su historia, sus tradiciones y sus costumbres. También navegamos en barco por el río Guadalquivir y visitamos el Complejo Arqueológico de Itálica, situado a unos 7 kilómetros de la ciudad. Y como no, nos fuimos de tapas por Sevilla para degustar la capital sevillana en pequeños bocados.
Yacimiento Arqueológico de Itálica
En primer lugar nos acercamos hasta el Yacimiento Arqueológico de Itálica (Visita gratuita), situado a unos 7 kilómetros de la ciudad, para adentrarnos en la primera ciudad romana fundada en la Península Ibérica en el año 206 a.dC.
Aunque la mayor parte de esta ciudad se encuentra bajo el pueblo de Santiponce, se pueden visitar las construcciones realizadas en la época de Adriano ( 117-138 d. d C.), donde destacaba el imponente Anfiteatro, con capacidad para 25.000 personas.
Cuando atravesamos las murallas de Itálica seguimos el itinerario recomendado y paseamos durante mas de una hora entre palacios, casas romanas, jardines, termas y también nos acercamos hasta el lago.
Destacaban los vistosos mosaicos romanos, como el Mosaico del Laberinto y el Mosaico de los pájaros, que representaba unas 33 especies diferentes de aves.
Giralda de Sevilla
Luego realizamos un recorrido exprés por el centro de Sevilla comenzando por con la visita obligada a la Giralda (13€ en taquilla y 12€ on line), subiendo hasta lo alto de la torre.
Después nos acercamos hasta el Real Alcázar de Sevilla, paseando por sus espectaculares jardines (11,50,€). También existía la posibilidad de realizar una visita organizada con un guía por el Real Alcázar, la Catedral de Santa María de la Sede y la Giralda.
Paseo en coche de caballos por Sevilla
A continuación, en la Plaza de la Virgen de los Reyes, subimos a un coche de caballos para recorrer los lugares más representativos de esta ciudad andaluza. Tarifas oficiales de los coches de caballos:
- Tarifa normal: 45€/trayecto de 1 hora
- Tarifa Semana Santa: 50€/trayecto de 1 hora
- Tarifa Feria de Abril: 95€/trayecto de 1 hora
De esta forma pasamos junto al Palacio de San Telmo (s. XIX), un edificio neomudéjar con forma de castillo conocido popularmente como el Costurero de la Reina.
También atravesamos el Parque de María Luisa, el pulmón natural de Sevilla, con cuidados jardines y rincones para perderse.
A continuación entramos en la Plaza de España de Sevilla construida entre 1914 y 1929 para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Plaza de España de Sevilla
La Plaza de España de Sevilla era una construcción semicircular con un edificio central y un gran estaque unido al Parque de María Luisa.
También contaba con galerías, escaleras monumentales, una fuente central y 4 puentes que cruzaban las aguas del estanque.
Completaban la vistosa decoración de la plaza las imágenes de personajes ilustes de la historia de España, escudos heráldicos y 48 bancos dedicados a las provincias españolas.
Barrio Santa Cruz de Sevilla
Cuando dejamos el coche de caballos nos dirigimos hacia el Barrio de Santa Cruz recorriendo sus estrechas calles y bordeando la muralla de los Jardines del Real Alcázar llegamos a los Jardines de Cristina Ribera. Hay que decir que también se podía descubrir esta ciudad a través de un free tour por Sevilla o contratar el tour de los misterios y leyendas de Sevilla (10€/persona).
Noria de Sevilla
Después volvimos a atravesar caminando el Parque de María Luisa para volver a acercarnos hasta el Paseo de las Delicias, junto al río Guadalquivir, donde encontramos una espectacular noria. No nos pudimos resistir y montamos en una de sus 30 cabinas (7,50€/persona) para sobrevolar sobre el río Guadalquivir durante unos 10 minutos.
Recomendamos montar en la noria cuando cae la noche para disfrutar de una bonita panorámica nocturna de Sevilla.
Torre del Oro de Sevilla
Otra de las paradas obligatorias en Sevilla es la visita a la Torre del Oro (3€/adultos), una torre defensiva del siglo XII situada en la orilla del río Guadalquivir, que actualmente cuenta con una terraza panorámica y un pequeño museo naval.
Sevilla desde el barco
Desde la Torre del Oro bajamos a la ribera del río para realizar un paseo en barco por el río Guadalquivir (17€/persona) y conocer Sevilla desde el agua. Durante el trayecto en barco disfrutamos de la panorámica de las casas coloridas del Barrio de Triana, de su puente y de la polémica nueva Torre Sevilla obra de Pelli, ubicada junto a los pabellones del recinto de la Exposición Universal, celebrada en 1992 en la Isla de la Cartuja.
Después desembarcamos de nuevo en el muelle junto a la Torre del Oro y nos encaminamos hacia el Puente de San Telmo, para pasar a la otra orilla y pasear por el Barrio de Triana.
En el Barrio de Triana caminamos por la Calle Betis, repleta de locales de hostelería, unos diurnos y otros nocturnos, disfrutando de las vistas de la otra parte de la ciudad. Luego llegamos hasta la Plaza del Altozano, junto al Puente de Isabel II, más conocido como Puente de Triana. Allí continuamos por la calle peatonal de San Jacinto, donde había una gran cantidad de bares y restaurantes con sus terrazas llenas de gente tomando el aperitivo con sus tapas.
De tapas por Sevilla
Después de recorrer algunos de los lugares mas atractivos de la ciudad, decidimos irnos de tapas por Sevilla. Hay que recordar que en los bares de Sevilla las tapas no son gratis y normalmente tienen una gran variedad de tapas que hay que pedirlas al camarero.
Taberna El Papelón
Comenzamos en el Barrio de Triana y realizamos nuestra primera parada en la Taberna El Papelón, Calle San Jacinto 14, uno de los locales de esta franquicia repartidos por las calles de Sevilla.
Aunque era una franquicia estaba decorada como una vieja bodega, que mantenía en sus paredes las huellas del pasado, con vehículos y utensilios de otros tiempos, motos, hornos, cajas y viejos cuadros.
Disponía de una barra con una vitrina expositora a modo de tienda y la cocina estaba a la vista. Nos sentamos en la terraza y repasamos la carta , donde destacaban los papelones, unos papeles sobre los que servían los embutidos, quesos y chacinas al peso y que daban nombre al establecimiento.
En primer lugar pedimos una caña de cerveza y una Tapa de Tomates aliñados que estaban muy sabrosos con un aliño justo.
También probamos unos Garbanzos con espinacas, bien cocinados y con un toque especiado.
Cervecería La Grande o Mariscos Emilio
Seguimos paseando por una de las calles peatonales de Triana y nos llamó la atención la Cervecería La Grande o Mariscos Emilio, en la Calle López de Gomara 28, donde el gentío se agolpaba alrededor de su ventanal, desde donde pedían sus consumiciones y sus tapas, principalmente de marisco.
Por ello entramos en el local abarrotado y nos acercamos a la barra para disfrutar de la vista de los mariscos expuestos en una vitrina detrás de la barra, donde los camareros desfilaban a buen ritmo despachando las peticiones del respetable.
Después de esperar un rato llego nuestro turno y pedimos dos copas de Barbadillo, vino blanco seco gaditano servido con una tapa de aceitunas. Para picar nos dejamos llevar por lo que pedía la mayoría y nos decidimos por media ración de Gambas pequeñas. Buena elección, las gambas estaban deliciosas.
Bar Las Golondrinas
Continuamos nuestro paseo gastronómico por Triana y recalamos en el Bar Las Golondrinas, en la calle Pages del Corro nº 76, muy cerca del anterior.
Nos aposentamos en su larga barra y pedimos una caña de cerveza y repasamos la carta de tapas.
El camarero nos aconsejó probar la Tapa de Punta de Solomillo de cerdo con patatas fritas, hecha al momento y con un buen sabor.
También degustamos una Tapa de Bacalao confitado, una ración de pescado de calidad con un punto muy original.
Para finalizar pedimos una Tapa de Navajas a la plancha, que estaban deliciosas.
Bar El Baratillo
Después de esta incursión en el mundo de las tapas en el Barrio de Triana cruzamos el Puente de Triana y seguimos por la orilla del río hasta las inmediaciones de la Plaza de Toros de La Maestranza. Allí encontramos el Bar El Baratillo, en la Calle Adriano nº 20, un local que conservaba el estilo clásico de los cafés del siglo pasado con sus paredes adornadas con cabezas de toros bravos disecados, con su ficha técnica, nombre, kilos y torero que lo lidio.
Nos sentamos en una mesa y pedimos una caña de cerveza y una Tapa de Creps Tres Pisos, una tapa fría con tres sabores donde destacaba la ensaladilla rusa,
Luego nos decantamos por un bocado muy típico de la ciudad, la Tapa de Flamenquín casero de carne, que estaba muy rico.
Para terminar probamos la Tapa de queso de cabra frito con mermelada de pimientos asados, una original combinación con un sabor delicioso.
Taberna Dos de Mayo
Salimos del bar y nos internamos por las calles de Sevilla en dirección al Barrio de San Vicente. Pasamos por varios edificios singulares y atravesamos varias plazas hasta llegar a la Plaza de la Gavidia, en cuyo número 6, se ubicaba la Taberna Dos de Mayo.
Contaba con una barra larga, varias mesas en el interior y una amplia terraza exterior. Antes que nada, para comer o picar algo, había que apuntarse en una lista que controlaba un eficiente camarero. Nos acercamos a la barra y vimos que las tapas y raciones tenían muy buena pinta.
En nuestro caso encontramos libre una mesa alta en el bar, que no hacía falta reservar y nos acomodamos cerca de la cocina. En primer lugar pedimos una copa de vino blanco Castillo de Andrade (2,65€), una Tapa de arroz (3,50€) y una Tapa de Ensaladilla rusa (3,25€).
Un simpático camarero nos sirvió una caña de cerveza y nos dijo que no podíamos irnos de Sevilla sin probar el Revuelto de Bacalhau Dourado (11,50€). Un buen plato con reminiscencias portuguesas ideal para compartir.
Como estábamos muy a gusto también pedimos un plato de Lagartito ibérico ( 11€), que estaba delicioso.
Para rematar optamos por un adictivo Helado de turrón de Jijona con Pedro Ximénez (4,50€). Mientras lo degustábamos entablamos conversación con un simpático sevillano, casado con una gaditana, que nos recomendó visitar el Bar Eslava, que estaba muy cerca de allí.
Bar Eslava
Lo dejamos para cenar y nos dirigimos hacia la Plaza de San Lorenzo y muy cerca encontramos el Bar Eslava, en la Calle Eslava nº 3, frente a la pared lateral de la Iglesia de San Lorenzo.
Era un local muy coqueto y contaba con un comedor y varias mesas altas en la terraza. Había mucha gente esperando mesa y nos apuntamos a la lista de espera. Por este motivo es muy recomendable llamar antes para reservar mesa. ( tfno. 954 90 65 68).
Mientras esperábamos nuestro turno pedimos una caña de Cerveza con una tapa de aceitunas y chochos. Como nos comentaron, el Bar Eslava se había distinguido en sus más de 30 años de existencia por sus tapas elaboradas y sofisticadas pero siempre teniendo en cuenta los productos autóctonos de calidad. Una opción interesante para ir de tapas por Sevilla.
Cuando llego nuestro turno nos aposentamos en una mesa alta de la terraza, dispuestos a degustar las delicias que veíamos pasar en las bandejas de los eficientes camareros. Comenzamos con el Mi-cuit de foie con pan de avellanas y gelatina de almendras amargas . Una delicia.
Tapas con premio
Continuamos con la Tapa de Yema sobre bizcocho de boletus y vino caramelizado, una yema de huevo hecha a baja temperatura acompañada del sabor intenso del boletus y suavizada con la reducción de vino caramelizado. Una tapa genial que consiguió el galardón de mejor tapa en el Certamen de “Sevilla en boca de todos 2010”.
Luego probamos una de sus especialidades más originales, la Tapa Un Cigarro para Bécquer, hecha con pasta brie rellena con una bechamel elaborada con chocos y tinta de calamares con el suave toque de unas algas. Tapa de autor sublime, que consiguió el 3º premio de “Sevilla en boca de todos 2013”.
Después pedimos unos Boquerones blancos de Málaga frito, una tapa tradicional donde el pescado estaba muy suave y la fritura poco aceitosa.
También nos recomendaron pedir la Costilla de cerdo con miel de romero al horno, una especialidad marca de la casa, con una carne jugosa y muy original el punto de la miel.
Para terminar nos decantamos por una tapa dulce de Helado artesanal de queso, muy cremoso y con un sabor muy logrado.
En el Bar Restaurante Eslava, se conjugaban perfectamente el atrevimiento, la originalidad, el trabajo bien hecho y la atención al cliente. Un local que no puede faltar si se va de tapas por Sevilla.
Una visita muy recomendable a Sevilla recorriendo los rincones más interesantes de esta ciudad andaluza y yendo de tapas por Sevilla disfrutando de las pequeñas joyas gastronómicas que sirven en sus bares.