Durante nuestra estancia en Rias Baixas descubrimos dos espectaculares cascadas en Pontevedra, la Fervenza da Barosa y de Segade, ubicadas en Barro y Caldas de Reis respectivamente.
Fervenza da Barosa y de Segade
Estas dos cascadas de Pontevedra estaban situadas a pocos kilómetros una de otra. En primer lugar nos acercamos en coche hasta la Fervenza da Barosa y realizamos una sencilla ruta circular de 2 kilómetros (45 minutos) junto a esta cascada, rodeados de 17 viejos molinos de agua.
Después nos dirigimos en coche hasta las afueras de Caldas de Reis y caminamos 120 metros para asomarnos a dos miradores y contemplar en su esplendor la Cascada o Fervenza de Segade.
Molinos y Fervenza da Barosa
Comenzamos la jornada saliendo en coche desde Pontevedra por la N-550 en dirección a Caldas de Reis. Después de recorrer unos 17 kilómetros, en Barro, apareció a la derecha el desvío hacia la zona recreativa del “Parque da Natureza da Ría de Barosa“, que contaba con un aparcamiento de tierra.
En este punto encontramos varios paneles con la información del parque natural y del Sendeiro dos Muiños da Barosa o Sendero de los Molinos de Barosa (PR-G 105). Además muy cerca pasaba el Camino de Santiago.
Sendero de los Molinos de Barosa
Siguiendo las indicaciones del Sendero de los Molinos de Barosa (PR-G 105), una sencilla ruta de 2 kilómetros (ida y vuelta), paseamos junto al río Agra o Barosa. Durante el recorrido contemplamos una sucesión de saltos de agua que desembocaban en la parte final de la Cascada de Fervenza, en cuyas orillas se construyeron en el s. XVIII unos 17 muiños o molinos de agua para moler maíz.
Desde el aparcamiento caminamos unos metros hacia el cauce del río y enseguida escuchamos el sonido de la Cascada o Fervenza da Barosa y vimos como se descolgaba por la ladera arbolada.
A los pies de la cascada encontramos tres puentes de madera para cruzar el río, que iba cambiando de nombre en su recorrido, llegaba como río Agra, se convertía en Barosa y luego pasaba a llamarse Chaín.
Además junto a la Fervenza da Barosa estaba el molino o Muiño Oubiña, que había sido restaurado convirtiéndose en el Restaurante Muiñada da Barosa, donde comimos al finalizar el paseo.
Cascada o Fervenza da Barosa
En primer lugar atravesamos uno de los puentes de madera para acceder a una pequeña isla frente a la Cascada de Barosa. Aquí encontramos una caseta y una curiosa fuente de piedra, junto a una gran poza a los pies de la Fervenza da Barosa.
Además desde este punto se obtenía una vista privilegiada de la parte baja de esta gran cascada flanqueada por varios molinos, que era una de las más espectaculares y accesibles de las numerosas fervenzas de Galicia.
Después de contemplar esta cascada atravesamos el tercer puente para pasar a la otra orilla y seguir el trazado de la ruta. Comenzamos a subir por la ladera caminando sobre unas escaleras de vigas de madera. Además el sendero estaba marcado con señales blancas y amarillas colocadas en postes y árboles.
Mientras ascendíamos íbamos disfrutando de la imagen hipnótica de las aguas de la Fervenza da Barosa rodeada de molinos.
Molinos restaurados
Enseguida apareció la primera muiñada o conjunto de molinos de agua que se agrupaban de forma escalonada para aprovechar el agua de la cascada desviada por varios canales de piedra.
Además era posible entrar en estos viejos molinos, donde se conservaban en buen estado las piedras de moler, en la parte de arriba y los mecanismos de rotación en la planta inferior, movidos por el agua del río. Luego continuamos atravesando el bosque salpicado de grandes piedras tapizadas de verde.
Muiñadas de Barosa
Antes de llegar a lo alto de la ladera de la Fervenza de Barosa encontramos otra muiñada con varios molinos pegados al cauce del río Barosa. Nos acercamos a estos molinos caminando por un laberinto estrecho formado por sua paredes de piedra, que todavía conservaban las ruedas de moler.
De esta forma volvimos a asomarnos entre los árboles a otro tramo de la Fervenza de Barosa.
Molino de Valerio
Cuando llegamos arriba encontramos una explanada y dejamos el Puente de San Breixo a la derecha para atravesar una zona arbolada junto al río. Luego cruzamos un puente de madera y llegamos al Muiño o Molino de Valerio, que había sido reconvertido en un coqueto bar restaurante.
Muy cerca se encontraba una antigua presa para canalizar el agua hacia este molino, que formaba una gran cascada.
Ruta circular junto al río Barosa
Desde este molino realizamos una ruta circular siguiendo el sendero de la orilla izquierda hasta el Puente o Ponte A Búa.
Luego cruzamos este curioso puente o pasarela de piedra y regresamos por la otra orilla disfrutando del paisaje de ribera del río Barosa.
Cuando llegamos a la altura de la presa del molino de Valerio obtuvimos una vista privilegiada del salto de agua de la parte superior de la Fervenza de Barosa.
Luego volvimos a pasar junto a esta parte del río, donde había una zona recreativa con multitud de patos, gansos y pavos. Luego regresamos por el mismo camino bajando entre los molinos de Barosa hasta el inicio de la ruta.
Cascada o Fervenza de Barosa
Al llegar de nuevo a la base de la Fervenza de Barosa nos paramos unos segundos para grabar en nuestra memoria la imagen de esta impresionante cascada de Pontevedra. Además, en esta parte del Parque da Natureza da Ría de Barosa había una zona recreativa alrededor del río, donde la gente se podía bañar y refrescarse en la época estival.
Restaurante Muiñada de Barosa
Después cruzamos los dos puentes de madera y nos dirigimos al Restaurante Muiñada de Barosa (Teléfono: 986 69 27 89 ) que ocupaba el edificio del antiguo Muiño Oubiña.
Aunque había sido reformado todavía conservaba los mecanismos de moler que formaban parte de la decoración de este bar restaurante.
En la planta baja estaba el bar y en la segunda planta se ubicaba la cocina y el coqueto comedor.
Nos sentamos a la mesa y pedimos una copa de vino Mencia de la DO Ribeira Sacra (2,40€) y una Ensalada Completa (7€).
Luego probamos una deliciosa Picaña de ternera a la brasa (14€) con patatas fritas.
Rematamos la comida con una cremosa y exquisita Tarta de queso (6€).
Un broche de oro para cerrar esta visita a la primera de las dos fervenzas de Galicia que visitamos ese día.
Fervenza de Segade
Después nos acercamos hasta la Cascada o Fervenza de Segade en Caldas de Reis, que contemplamos desde dos miradores.
Para ello subimos al coche y tomamos la carretera N-550 y recorrimos unos 8 kilómetros hasta Caldas de Reis, donde continuamos por la carretera N-640 en dirección a Cuntis. A un kilometro y medio apareció a la derecha el aparcamiento del primer mirador de la Fervenza de Segade, donde dejamos el coche.
Desde aquí, siguiendo las indicaciones de la Ruta PR-G 59, bajamos caminando unos 120 metros hasta el Mirador de la Fervenza de Segade, que formaba parte del cauce del río Umia.
Estaba ubicado junto a las ruinas de la Fábrica de la Luz de Segade, una antigua central eléctrica que conservaba su impresionante chimenea de ladrillo.
Asomados al mirador disfrutamos de una vista privilegiada de la cascada de Segade, que se descolgaba por una pared rocosa, formando una imagen muy plástica.
Segundo Mirador de la Fervenza de Segade
También se podía contemplar la Fervenza de Segade desde otro mirador situado en la otra orilla del río, aunque los árboles tapaban gran parte de la cascada.
Para llegar a este segundo mirador continuamos en coche por la N-640 en dirección Cuntis y luego tomamos a la derecha por la carretera PO-221 hasta un desvío otra vez a la derecha. Descendimos un tramo muy empinado en coche hasta un pequeño aparcamiento en el arcén. Desde aquí fuimos caminando unos metros hasta este mirador de la Fervenza de Segade.
De esta forma pasamos una jornada muy interesante en el interior de la provincia de Pontevedra realizando una sencilla ruta por los Molinos y la Fervenza de Barosa, contemplando la Fervenza de Segade desde dos miradores y probando la gastronomía local.