El Restaurante Islares de Bilbao ha abierto sus puertas junto al Museo Guggenheim, un icono de esta ciudad abierta a los proyectos interesantes y a las ideas innovadoras que dan forma al nuevo Bilbao. Este restaurante ofrece en su coqueto local solo dos menús degustación de 65€ y 82€ que te llevan por las carreteras que atraviesan el norte de España.
En este recorrido, el cocinero Julen Bergantiños juega en sus fogones con los sabores y las distintas formas de cocinar de cada rincón de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi.
Islares de Bilbao
El Restaurante Islares de Bilbao es un proyecto muy personal de este cocinero vasco de familia gallega, que además le encanta viajar por Asturias y guarda en su memoria los recuerdos de sus vacaciones familiares en la localidad cántabra de Islares, que da nombre a su restaurante. Con estos mimbres y unos buenos productos tratados con técnicas de alta cocina Julen Bergantiños intenta plasmar en sus platos la cultura gastronómica del norte de España.
Cuando dejamos atrás la figura del Puppy entramos en el restaurante atravesando su fachada acristalada, que dejaba ver la silueta del Museo Guggenheim.
El acogedor comedor compartía espacio con una barra y con la cocina a la vista donde se manejaba el equipo de cocineros.
En la decoración resaltaban las mesas de madera sin mantel y pequeños detalles campestres que salpicaban las paredes y la barra.
Menú A-8
Como hemos comentado en el Restaurante Islares había que elegir entre dos menús degustación, el Menú N-634 (82€) y el Menú A-8 (65€), que fue el que escogimos para esta ocasión.
Los nombres de los dos menús hacían referencia a la carretera y a la autovía que atravesaban la cornisa cantábrica.
Para armonizar los platos del Menú A-8 (65€) elegimos el vino blanco Brezo (20€), elaborado con uvas godello bajo la DO Bierzo.
El servicio de sala era muy cercano y profesional. Además existía la posibilidad de asomarse desde el comedor a la cocina a través de un hueco acristalado.
Entrantes
Comenzó el desfile de platos con tres entrantes que escondían gratas sorpresas activando nuestros paladares. Probamos Lana- Salda dago, un sabroso caldo de oveja y Manzana y campo, con evocaciones al compango asturiano.
También disfrutamos de la presentación otoñal del plato Bosque-Micología, un crujiente y un relleno con sabor a setas.
Primeros platos
Continuamos dejándonos sorprender por las creaciones con sello propio de este cocinero vasco degustando un original Pote asturiano, donde no faltaban la berza, las fabes, la calabaza y el toque de la leche de cabritu.
Luego disfrutamos de la Perdiz en escabeche con puré de boniato y pulientas, unas migas de maiz muy comunes en Cantabria. Una exquisitez.
Y seguimos con las Coles de Bruselas guisadas en Iraty con angula de monte y su jugo. En este momento descubrimos que estas coles podían ser un gran plato y que si nos las hubiesen preparado siempre así no tendrían tan mala fama en la cocina.
Segundos platos
En cada especialidad que íbamos probando se notaba la maestría del chef y su obsesión por recuperar recetas tradicionales como la del Bacalao a la Urcelay, un plato bien ejecutado con su toque personal.
Y terminamos el apartado salado con una Codorniz asada al punto en la brasa, acompañada de su jugo y un escabeche de zanahorias. Impecable textura y sabor.
Postre
El broche de oro lo puso un Goxua de torta de Guitiriz con chocolate Kaitxo elaborado en Balmaseda.
Y antes de acabar este interesante viaje gastronómico por el norte nos dejamos tentar por unos Petit Fours en forma de trufa de chocolate y pastel de arroz.
En el Restaurante Islares hemos vuelto a creer que todavía se pueden descubrir rincones gastronómicos en este nuevo Bilbao, donde muchas veces nos dejamos deslumbrar por el brillo de los focos.
Islares
Dirección: Mazarredo Zumarkalea, 65 bis, Bilbao
Domingo cerrado
