De vez en cuando hay que cruzar las fronteras para darse cuenta de que existen cosas interesantes en todos los lugares del mundo. Con esa intención decidimos visitar el Restaurante Le Moulin d´Alotz, en Chemin d’Alotz Errota de Arcangues. Estaba situado en plena campiña francesa a la altura de la localidad de Bidart, en el territorio histórico de Lapurdi del País Vasco francés o Iparralde.

El Restaurante Le Moulin d´Alotz ha estado dirigido por el chef Benoît Sarthou, que ha logrado con sus platos una estrella michelin. Pero a principios de 2019 Benoît Sarthou vendió su restaurante al chef Fabrice Idiart, que ha tomado las riendas de la cocina, imponiendo su estilo. Actualmente se puede comer a la carta o elegir el Menú Vegetales de 6 platos (82€), el Menú Italiano de 6 platos (92€), el Menú Tradición de 4 platos (92€) o 6 platos (104€). Pero vamos a recordar nuestra grata experiencia gastronómica que disfrutamos en la anterior etapa de este restaurante.
Le Moulin d´Alotz
Salimos de Gorliz en dirección a Arcangues, y después de cruzar la muga continuamos por la autopista A-63 hasta llegar a Arcangues. Después continuamos por una serpenteante carretera, atravesando prados y campos verdes. En el transcurso del recorrido aparecían pequeños carteles con el nombre del restaurante que nos guiaron hasta la puerta del mismo. Cuando llegamos dejamos el coche junto a la carretera en un aparcamiento de tierra junto a la carretera. Luego, en una pequeña hondonada, apareció el antiguo molino vasco del siglo XVII rehabilitado y convertido en el Restaurante Le Moulin d´Alotz.

Situado en un rincón de la campiña de Iparralde
El edificio, que conservaba la base y el estilo del viejo edificio, estaba rodeado de grandes árboles y disponía de un jardín exterior. Al entrar fuimos recibidos por el maitre que nos acompaño a nuestra mesa, situada en un espacio acristalado. El comedor disponía de unas vigas blanquecinas que soportaban la techumbre de madera, que disponía de una luminosa claraboya.

Para llegar a nuestra mesa, primero cruzamos el comedor interior decorado con paredes blancas y cuadros coloristas, que creaban un ambiente cálido y acogedor. Todos los detalles del restaurante estaban muy cuidados, incluso en el cuarto de baño.


Parecía que estábamos en otra época, comiendo en una taberna en medio del campo rodeados de plantaciones cultivadas por los lugareños vestidos con sus calzas. En el exterior, el viento y la lluvia movían las ramas de los árboles y dejaban su rastro húmedo sobre los cristales del comedor.
Cambio de regencia y de cocinero
Restaurante Le Moulin d´Alotz ha estado dirigido por el chef Benoît Sarthou, que ha logrado con sus platos una estrella michelin. Pero a principios de 2019 Benoît Sarthou vendió su restaurante al chef Fabrice Idiart, que ha tomado las riendas de la cocina, imponiendo su estilo. Actualmente se puede comer a la carta o elegir el Menú Vegetales de 6 platos (82€), el Menú Italiano de 6 platos (92€), el Menú Tradición de 4 platos (92€) o 6 platos (104€).
Carta muy escueta
Vamos a recordar nuestra experiencia probando las genialidades del chef Benoît Sarthou, que ofrecía una escueta carta para elegir entre 4 entrantes (25€/plato) 4 Platos principales (35€/plato) y 4 postres (15€ cada uno). Por el contrario en lo referente a los vinos disponía de una extensa carta. En nuestro caso optamos por una botella de La Chapelle de Calon (49€) un vino tinto de 2012 de la denominación Saint-Estéphe, de la zona de Burdeos o Bordeaux. Un gran vino, suave en boca pero con recorrido en el paladar.
Aperitivos
Comenzamos degustando dos aperitivos. En primer lugar un Jamón de pato con salsa de yogur sobre un pan de cebolla crujiente de maíz con una teja de mandioca.

Después una Carne de buey a la plancha sobre un bocadillo relleno de anchoa, con frambuesas y polvo de perejil. Un buen comienzo.

Primeros platos
En primer lugar degustamos unas Cigalas y calamares a la plancha (25€) acompañadas con legumbres y vegetales. El plato se completaba con una « blanc manger » o crema blanca dulce a la esencia de pimienta, polvo de setas y aceite de oliva virgen extra, con una reducción de manzana y cigala y coronado por una teja de arroz frito. Una composición muy trabajada donde todos los ingredientes ayudaban a resaltar el punto de la cigala.

Continuamos con un Bisqué cremoso de bogavante caramelizado (30€/suplemento de 5€) con un punto acidulado. Venia acompañado por un crujiente fideo o “kadaïf” y la intensidad de sabor de la nuez pecán tostada y el foie caliente. La textura y el sabor del bogavante era impresionante y la crema y los demás ingredientes tenían también su protagonismo en el plato. Una especialidad muy recomendable.

También probamos el Tartar de verdel y ostras Guillardeau (25€), con cebolleta encurtida, bolas de helado de esencia de pimienta silvestre Vootsiperifery, jengibre helado y rábano negro. La frescura y potencia de sabor del pescado crudo y la ostra se redondeaba con el aroma e intensidad del helado de pimienta y la textura del rábano negro. Un plato complejo y original recomendado para los seguidores del tartar.

Segundos platos
Comenzamos con el Filete de San Pedro a la plancha (35€) con puré de topinambour, sobre una crema agria de limón verde, chips de topinambour, champiñones y una reducción de su jugo y mantequilla de haba tonka. El pescado estaba muy bueno, con una textura delicada. Además su sabor combinaba perfectamente con la salsa y los ingredientes de tonos otoñales bajo los que se escondía el sabroso pescado.

Después llego el turno de la Merluza de anzuelo de Saint-Jean-de-Luz o San Juan de Luz (35€) con cenizas de tomillo, alioli, tartar de espárragos y mousse de nabo. El pescado estaba exquisito y la guarnición contribuía a resaltar su sabor.

Finalmente degustamos el Magret de Pato de Challans en su jugo (35€) con zanahorias deshidratadas, mantequilla y cítricos, cumble de zanahorias, mermelada de pomelo y kumquat y un toque de ajo negro. Muy bueno.

Postres
Llego el momento del postre y comenzamos con el denominado Naranja sanguina o roja, (15€). Era una especialidad con trozos de naranja natural, crema de merengue de jengibre y enebro, granizado de naranja, almendras tostadas y helado de nuez de coco. Un gran postre con la naranja como protagonista principal, en diferentes presentaciones.

Continuamos con el Chocolate negro Venezuela (15€) compuesto por una torta elaborada con semillas de kacha o trigo sarraceno y cebada, un cumble de chocolate negro, topinambour, helado de kacha y un brioche de masa fermentado.

Finalizamos la estupenda velada con un buen Café cortado (5€) y unos Petit fours de frutos secos caramelizados, un coulant de chocolate y unas gominolas.


Restaurante Le Moulin d´Alotz, un restaurante con encanto ubicado en plena naturaleza, donde degustamos las genialidades del chef Benoît Sarthou. Esperamos volver para descubrir el nuevo estilo del cocinero Fabrice Idiart. Au revoir, hasta pronto, agur.

Dirección: Chem. d’Alotz Errota, Arcangues, Francia
Cerrado martes y miércoles