Durante uno de nuestros viajes por el sur de Francia realizamos una ruta de un día en Lourdes, una ciudad situada en el departamento de Altos Pirineos y dentro de la región de Occitania.
Durante un día recorrimos sus cuidadas calles visitando su famoso Santuario, el Castillo Fortaleza y realizamos la sencilla ruta del Lago de Lourdes. Además descubrimos donde comer en Lourdes y probamos algunos platos locales e internacionales. Nos quedaron pendientes varios puntos de interés como el Funicular del Pic du Jer que llegaba hasta la cima de ese monte, desde donde se podían admirar los montañas de los Pirineos.
Ruta de un día en Lourdes
Lourdes es muy conocida por su Santuario católico, pero en esta visita nos vamos a centrar en otros sitios interesantes como el Castillo Fortaleza medieval que albergaba en su interior el Museo Pirenaico, que se podían visitar (7,50€/persona).
Y muy cerca, a unos 3 kilómetros, completamos la ruta circular de las Turberas y el Lago de Lourdes (6km) disfrutando de un entorno natural con unas vistas privilegiadas de los Pirineos.
Ruta del Lago de Lourdes
En primer hablaremos de la ruta del Lago de Lourdes, un sencillo paseo circular de unos 6 kilómetros (1 hora y media) que bordeaba las turberas y este lago glacial, incluidos en la Red Natura 2000.
Para ello recorrimos en coche los tres kilómetros que nos separaban de Lourdes y dejamos el vehículo en un aparcamiento gratuito. Luego nos aproximamos al embarcadero del lago para contemplar desde la orilla el entorno natural de este lago.
Desde allí partía la Ruta circular del Lago de Lourdes o Tour du Lac marcada con señales y carteles amarillos. De esta forma comenzamos a bordear por un camino de tierra este embalse natural pasando junto a un parque infantil.
Cuando llegamos a un aparcamiento lo atravesamos seguimos a la izquierda por una pista asfaltada señalizada y caminamos sin perder de vista el lago.
Durante el recorrido contemplamos un rebaño de ovejas enmarcadas por los picos de los Pirineos que aparecían al fondo.
Más adelante apareció un cartel indicando que siguiésemos por la pista asfaltada de la izquierda que nos llevó hacia un núcleo de casas y pasamos junto a varios caballos pastando en una campa.
Turberas de Lourdes
Luego nos internamos por un sendero de tierra para bordear las turberas protegidas del lago caminando junto a un campo de golf.
Continuamos bordeando el lago de Lourdes por una pista ancha de tierra rodeados de árboles en dirección al embarcadero.
Campo de golf
Mientras caminábamos junto al campo de golf podíamos ver a los jugadores en el green intentando embocar la pelota en el hoyo.
Después atravesamos una barrera y salimos de nuevo a la pista asfaltada que nos acercaba al embarcadero del Lago de Lourdes.
Antes de llegar al embarcadero pasamos junto a un puente de madera que daba acceso a un viejo edificio, que parecía un molino.
Finalmente llegamos al embarcadero del Lago de Lourdes y disfrutamos de nuevo de una bonita panorámica de este lago glacial, donde había una zona de baño y se podían realizar varias actividades náuticas y de pesca recreativa.
Castillo Fortaleza y Museo Pirenáico
En esta ciudad francesa visitamos el Castillo Fortaleza medieval o Château Fort de Lourdes, que albergaba en su interior desde 1921 el interesante Museo Pirenaico. Después de adquirir las entradas (7,50€/persona) accedimos en un ascensor al recinto amurallado.
Comenzamos el recorrido por el interior de la fortaleza siguiendo los números que aparecían en el mapa que nos dieron en la entrada. De esta forma entramos en varios edificios del Museo Pirenaico donde descubrimos como vivían las gentes de los Pirineos franceses y españoles en épocas pasadas.
Había una amplia exposición del interior de sus casas, mobiliario, trajes, herramientas agrícolas y de pastoreo, juegos de bolos, trineos, telares, loza y todo lo relacionado con la vida y las tradiciones de las gentes de la montaña.
Luego paseamos hasta la Punta del Jinete del Sur, una antigua plataforma defensiva con un mirador asomado a los montes de los Pirineos y a la ciudad de Lourdes.
También disfrutamos de una bonita panorámica del Santuario de Lourdes y del río Ousse o Gave du Pau que atravesaba esta ciudad.
Torreón de Lourdes
Luego entramos en el Torreón construido en el año 1314 y subimos los 104 escalones que nos separaban del piso superior, donde encontramos una colección de mármoles. Pero no se podía disfrutar de las vistas porque las ventanas estaban tapadas con paneles transparentes de metacrilato muy rayados.
Después paseamos por el recinto amurallado y pasamos por la Explanada de los Caballeros, un bonito jardín de rocallas, donde había una exposición exterior de maquetas de varios tipos de casas pirenaicas.
Luego cruzamos una puerta con una verja levadiza y bajamos por la empinada Rampa de los Ingleses, contemplando desde abajo la silueta del Torreón.
Al final de la rampa encontramos un Cementerio Pirenaico con losas sepulcrales vascas y sarcófagos de la antigua Necrópolis de Lourdes del siglo VII.
Antes de abandonar el Castillo Fortaleza de Lourdes nos acercamos hasta el antiguo acceso peatonal original que disponía de un puente levadizo con cadenas, que fue reconstruido en 1842. Luego volvimos a tomar el ascensor que nos bajó hasta el casco histórico de Lourdes finalizando esta visita tan interesante.
Santuario de Lourdes
Y como es inevitable, si se visita esta ciudad francesa, nos acercamos al Santuario de Lourdes y paseamos por su explanada hasta la Gruta de las apariciones junto al río Ousse o Gave de Pau. De esta cueva surgía un manantial que abastecía las numerosas fuentes que había en el Santuario, donde se podía coger de forma gratuita el famoso “agua de Lourdes“.
En el momento que llegamos a la Gruta de Massabielle o de las Apariciones se estaba celebrando una misa en su interior. Sobre la roca de esta cueva se encontraban algunos de los 22 edificios de culto que había en las 52 hectáreas que ocupaba el Santuario de Lourdes, uno de los centros de peregrinación católica más importantes del mundo.
Después visitamos el complejo arquitectónico formado por varias basílicas construidas sobre la roca de la cueva. Destacaba frente a la explanada la Basílica del Rosario de estilo romano-bizantino con numerosas capillas en su interior decoradas con vistosos mosaicos venecianos. También sobresalía una gran cruz y una corona dorada sobre su cúpula.
Luego subimos por una de las dos espectaculares rampas laterales que daban acceso a la Cripta y a la Basílica de la Inmaculada o Basílica Superior, de estilo neogótico.
Cuando entramos al interior de esta basílica nos deslumbraron sus preciosas vidrieras.
También hay que destacar la grandiosidad de la Basílica de San Pío X por sus enormes dimensiones y por estar decorada en su interior con decenas de lienzos de santos y beatos católicos.
Restaurantes de Lourdes
Durante esta jornada que pasamos en esta localidad francesa también descubrimos algunos sitios para comer bien en Lourdes.
Restaurant L´Occitan de Lourdes
En primer lugar probamos la gastronomía local occitana en el Restaurant L´Occitan un local sencillo situado en la Rue Basse 2 del centro de Lourdes.
Degustamos un Surtido de embutidos y quesos (12,50) y un delicioso Foie Grass (8,50€) elaborados en esta región francesa.
Rematamos con un Crepe de chocolate y helado de vainilla (4,80€) preparado al momento.
Pizzeria L´Angelus
También hicimos una incursión en la cocina italiana sentados en el acogedor local de la Pizzería L´Angelus, situada en la Rue du Bourg 38, cerca del Castillo de Lourdes.
Mientras repasábamos la carta nos invitaron a tomar una copa de vino rosado Lambrusco.
Decidimos probar la Ensalada Caprese con rúcula (8,50€) y la Pizza Diavolo (13€) con un toque picante.
Finalizamos este momento gastronómico con sabor italiano degustando un cremoso Tiramisú (6,50€) acompañado de un buen Café expreso (1,60€) y un café cortado (1,60€).
Podemos decir que disfrutamos de esta ruta de un día en Lourdes disfrutando de algunos de los encantos de esta ciudad occitana y también descubrimos donde comer bien en Lourdes.