Cuando la nieve cubre las montañas de los Pirineos nos gusta contemplar estos espectaculares paisajes cubiertos con su manto blanco. Un fin de semana de finales del invierno nos acercamos al Pirineo francés y disfrutamos de 12 planes en el Pirineo Bearnés, donde encontramos excelentes pistas de esquí alpino y espacios nórdicos ubicados en bosques de cuento, cerca de Euskadi y Navarra. En esta ocasión nos vamos a centrar en planes alternativos al esquí alpino.
12 planes en el Pirineo Bearnés
Concretamente pasamos un día en la estación de esquí familiar de La Pierre Saint Martin y en su Espacio Nórdico del Bosque de Braca. También nos desplazamos hasta Gourette, la estación francesa pionera en los deportes de invierno con nieve, donde paseamos con raquetas por sus bosques y sentimos el espíritu bearnés en una cabaña nórdica.
En estos dos destinos franceses del esquí cercanos a Euskadi y Navarra descubrimos varias actividades interesantes con la nieve como protagonista en un entorno paradisiaco rodeados de picos nevados, bosques de pinos y de paredes de roca kárstica.
La Pierre Saint Martin
En primer lugar, nos dirigimos a la estación de esquí de La Pierre Saint Martin, situada en la localidad de Arette, entre el País Vasco francés y el Pirineo Bearnés. Estas instalaciones disponían de unas pistas de esquí para toda la familia en un entorno natural privilegiado a los pies del monte Anie-Auñamendi (2.504 m.) y con unas espectaculares vistas del pico Arlas (2.044 m.). Además de la práctica del esquí alpino se podían realizar otras actividades interesantes y existía la posibilidad de desplazarse dos kilómetros hasta el Bosque de Braca para disfrutar de la nieve en su espacio nórdico.
Cuando llegamos a La Pierre Saint Martin nos alojamos en el Hotel du Pic d´Anie, que disponía de cómodas habitaciones con vistas a las pistas de esquí.
Pisanieves
Comenzamos nuestra visita a esta estación de esquí del Pirineo Bearnés sobre las 7:30 de la mañana subiendo a las pistas a bordo del Pisanieves, una actividad que habíamos reservado previamente.
Al llegar a lo alto caminamos por la nieve y contemplamos una panorámica privilegiada de los montes nevados y de la silueta de la costa que aparecía iluminada por el amanecer.
Y antes de volver a descender por la pista en el Pisanieves desayunamos en el Bar La Palombiere, a 2.000 metros de altura .
Bosque de Braca
Después de esta experiencia fuimos en coche hasta el aparcamiento del Bosque de Braca, donde había un edificio para reservar múltiples actividades y alquilar equipos de nieve.
En el interior de este bucólico bosque de pinos negros se encontraba el espacio nórdico con más de 20 kilómetros de pistas señalizadas para disfrutar de múltiples planes en la nieve.
Fat Bike
En primer lugar, alquilamos una Fat Bike, una bicicleta eléctrica preparada para transitar por la nieve y dimos una vuelta pedaleando sobre una pista señalizada.
Trineo de perros
También aprovechamos para sentir la sensación de viajar sobre la nieve en el interior de un trineo tirado por perros huskies.
Raquetas de nieve
Después realizamos un largo paseo calzados de unas raquetas de nieve que nos permitieron caminar entre los pinos negros cubiertos de nieve, atravesando el Bosque de Braca.
En el primer recorrido llegamos hasta un mirador natural asomado al paisaje de montaña de esta parte del Pirineo Bearnés.
Luego realizamos otro trayecto desde el edificio central del espacio nórdico y caminamos con las raquetas de nieve hasta el Restaurante Le Pas de L´Ours.
Sentados en su terraza con vistas a las pistas de esquí pedimos una caña de cerveza Sarriat (25cl/3,80€) y cominos el Assiette du Braca (13€), un plato combinado con dos huevos fritos, bacon, patatas fritas y una deliciosa piperada.
Después retomamos el paseo con raquetas siguiendo la ruta señalizada que nos condujo de nuevo al centro del espacio nórdico.
Esquí de fondo
Para finalizar esta jornada nos animamos a pasear sobre unos esquís de fondo para deslizarnos por un tramo corto de una pista señalizada rodeados de pinos salpicados de nieve.
Menú Raclette
Después de estos planes tan variados e interesantes alrededor de la nieve nos dirigimos a la estación de esquí de La Pierre Saint Martin para degustar la gastronomía local. Para ello habíamos reservado sitio en el Restaurante Le Teide, ubicado en las galerías de la Residence Pescamou.
Sentados a la mesa probamos el tradicional Menú Raclette (16€/persona) que consistía en una peculiar founde de quesos acompañado de embutidos y patatas cocidas.
Para fundir el queso disponían de un aparato eléctrico colocado sobre la mesa que calentaba el queso. Luego pasábamos una paleta para recoger el queso fundido y nos lo servíamos en el plato.
Una experiencia muy curiosa para disfrutar del queso acompañándolo con el vino blanco seco Influence de la AOC Jurançon.
Gourette
Nuestra siguiente parada fue en la Estación de Esquí de Gourette, una de las pioneras del Pirineo francés. Estas instalaciones estaban asentadas en pleno Valle de Ossau o Vallée d´Ossau (francés) y convivían con los pastos del ganado, donde se mantenía la tradición milenaria del pastoreo de ovejas, que producen una excelente leche para elaborar los preciados quesos de este valle francés también conocido como Vath ´Aussau (en bearnés u occitano).
Gourette disponía de largas pistas situadas a más de 2.000 metros de altura en un entorno salvaje, ideales para los aficionados más exigentes en la práctica del esquí. Pero también contaba con otras actividades para toda la familia como una tirolina, rutas de espeleología, la construcción de iglús, trineos con perros, etc. En nuestro caso realizamos varios planes en la nieve disfrutando del entorno montañoso de Gourette.
Raquetas en la nieve con guía
En primer lugar, nos volvimos a calzar las raquetas de nieve para hacer una ruta acompañados de Millán, un simpático guía oficial de la estación de esquí que contratamos a través de Caminam.
Salimos desde la Oficina de Turismo de Gourette y nos adentramos en los bosques de esta localidad.
De esta forma, siguiendo las indicaciones de la GR-10, paseamos entre pinos negros, hayas y algún que otro tejo.
Durante el paseo descubrimos algunos pasajes de la historia y las características de este espacio natural del Pirineo francés.
Almuerzo bearnés
Después del paseo en raquetas de nieve tomamos la telecabina que nos dejó en las pistas de esquí, cerca del Espace Bézou, donde se encontraba la Cabaña de L´Aventure Nordique.
Allí nos esperaban David y Pierre que ofrecían varios paquetes de experiencias alternativas para disfrutar de este entorno natural de Gourette.
Una de ellas era degustar una comida tradicional del Valle de Ossau mientras descubríamos algunas tradiciones y leyendas del Pirineo Bearnés.
Sentados a la mesa probamos el Garbure o Sopa de hortalizas con pato maridándola con el sorprendente sabor del vino dulce Montesquiou de la AOC Jurançon.
A continuación, degustamos unos deliciosos muslos de pato bien cocinados con un salteado de verduras tomando una copa de vino tinto Manadé la AOC Madiran.
Y como estábamos en el Valle de Ossau no podía faltar una pequeña degustación de sus preciados quesos elaborados de forma artesanal.
Baño nórdico y sauna
Luego disfrutamos de un baño nórdico con agua caliente dentro de una bañera al aire libre contemplando como bajaban los esquiadores por las pistas.
Además, completamos esta sorprendente experiencia con una sesión relajante en el interior de su sauna acristalada rodeados de nieve.
Dormir en un Iglú o en una Tienda Tipi
En este espacio nórdico se podía redondear la experiencia durmiendo dentro de un iglú o en una tienda Tipi para sentirse como un verdadero inuit. Esta actividad la apuntamos para la próxima visita a Gourette.
Chalets de madera del Iskö Hotel
Después de pasar el día realizando estos interesantes planes en la nieve nos alojamos en el Iskö Basecamp Hotel de Gourette. El hotel contaba con 50 chalets de madera independientes cercanos a las pistas y disponía de un servicio de transporte gratuito para acércarnos y recogernos en las pistas de esquí de Gourette.
Concretamente dormimos dentro de una confortable casa de madera totalmente equipada por dentro, donde contemplamos desde la terraza como nevaba levemente.
Restaurante Iskö
Además, este complejo de casas de madera contaba con una piscina exterior y un edificio central recientemente reformado con un aire nórdico que albergaba un bar, un restaurante y varias salas acondicionadas para eventos y reuniones de grupos o empresas.
Después de acomodarnos en nuestra casa de madera fuimos al Bar Restaurante, donde cenamos en su acogedor comedor con vistas a la montaña nevada.
Aunque disponían de un atractivo menú optamos por pedir el plato de Pechuga de pollo de Las Landas con setas (28€) y el plato de Magret de pato (32€), ambos exquisitos.
Y de postre hicimos caso a la simpática camarera y probamos la delicada y sabrosa Omelette Pyrénées (9€).
Para armonizar esta grata velada gastronómica en el Restaurante del Iskö Hotel pedimos una caña de Sarriat, una cerveza artesana elaborada en el Pirineo Bearnés (50cl/5€). Finalizamos la cena con un chupito de Licor de Génépi, elaborado con hierbas y plantas del pirineo.
Un broche perfecto para rematar estos fantásticos días entre amigos descubriendo 12 planes en el Pirineo Bearnés, disfrutando de la nieve y de la gastronomía local en La Pierre Saint Martin y Gourette.