Durante nuestra última visita a las Merindades de Burgos realizamos la Ruta del Desfiladero de los Hocinos, en Valdenoceda. En primer lugar hay que decir que era un trayecto fácil (7 km/ida y vuelta) que discurría junto al Río Ebro. Además había varias pasarelas clavadas a la pared de roca que sobrevolaban el cauce del río.
Posteriormente nos acercamos hasta Valdenoceda, para conocer este bello pueblo burgalés.
Ruta del Desfiladero de los Hocinos
La Ruta del Desfiladero de los Hocinos forma parte del Camino Natural del Ebro (GR-99) y discurre entre los valles de Manzanedo y de Valdivielso. Lo mas notable es su atractivo paisajístico y que se recorría en poco más de hora y media (ida y vuelta).
Primeramente partimos en coche de Villarcayo hacia Valdenoceda. Después de cruzar Incinillas, seguimos por una sinuosa carretera hasta el Puente del Aire.
Nada más atravesar este puente sobre el Río Ebro, nos desviamos a la derecha por un camino de tierra. Enseguida llegamos a una zona de recreo junto al cauce del río, con mesas y una barbacoa.
Sendero junto al Río Ebro
La ruta del Desfiladero de los Hocinos estaba indicada y comenzaba en un camino flanqueado por chopos.
Mientras caminábamos se escuchaba el sonido de las aguas del Ebro que atravesaba este desfiladero.
Pronto llegamos hasta la denominada Fuente de Marfil, que no tenía ningún encanto especial. Mas bien era una pequeña presa que recogía el agua de varios arroyos de la Sierra de Tudanca. Para continuar nuestro camino cruzamos un arroyo por una pasarela metálica.
El sendero era cómodo y discurría entre árboles a la sombra de las impresionantes paredes rocosas.
Aunque las aguas bajaban tranquilas en este tramo de río, se podían ver los restos de alguna riada reciente.
Paredes de roca espectaculares
Mientras caminábamos podíamos contemplar la pared derecha del desfiladero, que componía una bonita estampa.
Continuamos por un camino tapizado de hojas secas internándonos en un bosque. Mientras lo cruzábamos nos íbamos encontrando con diversos árboles como hayas, robles, madroños acebos y encinas, entre otros.
Además el río se iba haciendo más presente con el sonido de sus aguas que bajaban rápidas. Por este motivo descendimos en varias ocasiones hasta la orilla para disfrutar de este espectáculo natural.
Primera pasarela metálica
Después de caminar por el bosque llegamos a la primera pasarela metálica clavada a la roca. Era un tramo corto pero nos permitió seguir la marcha, esquivando el cauce del río.
A continuación aparecieron unos pequeños maderos que sobresalían en el suelo. Seguimos su rastro que nos llevó hasta una gran roca. Debido a su enorme tamaño se tenía que cruzar subiendo por una escalera metálica.
El paseo era muy ameno y los árboles aparecían engalanados con el colorido de sus diferentes frutos.
Segunda pasarela sobre el Ebro
Pronto apareció otra pasarela más larga que bordeaba la pared de roca y se asomaba al Ebro.
Mientras cruzábamos la pasarela veíamos las aguas del río a través del suelo enrejado.
Desde esta plataforma se disfrutaba de una bonita panorámica del Río Ebro, embutido entre el Desfiladero de los Hocinos.
Bosque otoñal
Debido a la amalgama de colores otoñales y al reflejo del sol, el paisaje parecía mágico. Por este motivo nos animamos a seguir caminado junto a la ribera del Ebro.
Seguidamente pasamos junto a una presa natural y llegamos a un precioso hayedo. Debido a la época otoñal nos dejamos seducir por los colores de las hojas de las hayas.
Después de caminar por el hayedo salimos a un espacio abierto y continuamos hasta llegar a un camino que estaba cerrado con una valla.
En la otra orilla del río se veía la carretera que cruzaba junto a la Granja Hocinos.
Ante la imposibilidad de seguir la ruta, volvimos por el mismo camino hasta llegar al aparcamiento, junto al Puente del Aire.
Visita a Valdenoceda
Para rematar esta bonita jornada nos acercamos en coche hasta la localidad cercana de Valdenoceda.
Primero recorrimos sus calles y llegamos hasta la Torre de Valdenoceda o de los Velasco. Concretamente, esta torre era el único resto que quedaba en pie de un castillo construido entre los siglos XIV y XV.
Además, muy cerca se encontraba la Iglesia de San Miguel Arcangel, una construcción románica que había sufrido muchas modificaciones.
Bar La Bodega de Valdenoceda
Después de este paseo decidimos comer en el Bar La Bodega, situado junto a la carretera.
Aunque era un poco tarde y estaba llenó de gente, nos hicieron un hueco y nos sentamos en una pequeña mesa. Había varias opciones para comer. Finalmente nos decantamos por un Menú de verano (12,50€) compuesto de lentejas estofadas, lomo con pimientos, helado y una consumición.
Además probamos el Menú entrecot (10€) un plato combinado que acompañamos con con una copa de vino tinto rioja crianza (1€). Un comida bien preparada que nos sentó de maravilla.
En definitiva, una jornada muy interesante por las Merindades, en el norte de Burgos. Primero realizamos la ruta del Desfiladero de los Hocinos y después nos acercamos a Valdenoceda para descubrir algunos de sus encantos.
8 comentarios
Precioso recorrido. Un matiz, el paseo es entre la Merindad de Valdivielso y Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja (Valdenoceda, Villalaín-Busjueces y Remolino)
Hola Pedro, gracias por el comentario.
Acabo de hacer una ruta de cicloturismo por las Merindades y he pasado por VALDENOCEDA camino de la Fuente Medieval en el Puerto de la Mazorra. Cuántos atractivos en Las Merindades por descubrir. Me ha impresionado la labor de Salvemos Rioseco y su esquelético monasterio, gran superviviente que merece ser visitado, así como el encanto del paraje escondido de la cascada de Tartalés de los Montes y la pequeña historia de aislamiento que solucionó el túnel cercano, o el asombroso eremitorio rupestre medieval de Tartalés de Cilla, junto a la carretera. El Norte de Burgos, aún poco explorado, da para muchas jornadas en contacto con la naturaleza, el arte y la historia misma Muchas gracias, Txema y Esther por vuestro tiempo en compartir, con tanto detalle, una caminata que desconocía por las Pasarelas de Hocinos, y que haré con mis sobrinos. Un saludo de un cicloturista solitario de Santander. -Ángel-
Hola Angel:
Muchas gracias por el comentario y nos alegra mucho que hayáis disfrutado de los paisajes del norte de Burgos.
A nosotros nos encanta y tenemos publicados varios post de cascadas, rutas y pueblos de esta comarca tan atractiva.
Un saludo.
Pues veo que tenéis un montón de rutas para inspirarse. Seguro que haré alguna. Un abrazo
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