Entre las montañas y los valles de Navarra encontramos formaciones geológicas muy peculiares que consisten en unos estrechos desfiladeros o foces atravesados por diferentes ríos encajonados entre paredes de roca. En esta ocasión nos desplazamos a los pies de la Sierra de Leyre, cerca de la frontera con Huesca, para internarnos por la ruta de la Foz de Lumbier (unos 3 km/ida y vuelta) y asomarnos al Mirador de Iso y admirar desde las alturas la espectacular Foz de Arbayún o Arbaiun.
Una jornada muy interesante descubriendo los secretos naturales de Navarra / Nafarroa y disfrutando de su gastronomía.
Ruta de la Foz de Lumbier y la Foz de Arbayún
En primer lugar recorrimos la ruta de la Foz de Lumbier (unos 3 km/ida y vuelta) paseando durante una hora por la Vía Verde del Irati, que transcurría por el antiguo trazado del “Tren del Irati“. Durante el trayecto descubrimos la belleza del espacio protegido de la Reserva Natural de la Foz de Lumbier. Caminamos acompañados por las aguas transparentes del río Irati, que atravesaban este desfiladero de paredes de más de 100 metros de altura, donde sobrevolaban buitres leonados y alimoches entre otras aves. Después nos acercamos en coche hasta el Mirador del Alto de Iso para contemplar una fantástica panorámica de la Foz de Arbayún o Arbaiun.
Ruta de la Foz de Lumbier
La ruta de la Foz de Lumbier estaba situada a unos dos kilómetros de la localidad navarra de Lumbier, muy cerca de la provincia de Huesca y a unos 40 kilómetros de Pamplona / Iruña. Esta comarca se ha caracterizado a lo largo de la historia por ser un lugar de transito entre las zonas montañosas y las llanuras. El recorrido era muy fácil y atractivo, ya que se cruzaban dos túneles excavados en la roca, se podía acceder a la orilla del río, avistar buitres leonados y otras aves y se llegaba hasta las ruinas del Puente del Diablo o de Jesús (s. XVI).
Aparcamiento vigilado
En primer lugar nos dirigimos en coche desde Lumbier hasta el Aparcamiento vigilado (3€) situado en el inicio de la ruta, que permanecía abierto hasta la 20 horas. En las inmediaciones había baños y una zona de esparcimiento con mesas y barbacoas.
Desde allí comenzamos a caminar por la pista de tierra señalizada en dirección al desfiladero.
Dejamos atrás las paredes rocosas de los Acantilados de la Piedra y San Adrían, que dominaban el horizonte.
Posibilidad de ruta circular larga
Enseguida encontramos un desvío a la izquierda, por donde había la posibilidad de realizar una ruta circular de unos 6 kilómetros ( Senda SL NA-113), que subía hasta la parte superior del desfiladero y regresaba por el interior de la Foz de Lumbier.
En nuestro caso seguimos de frente por la pista para realizar la ruta corta de la Foz de Lumbier, siguiendo la Vía Verde del Irati y pasamos junto a una fuente situada en otra zona de recreativa con mesas.
Primer Túnel
En unos metros nos internamos en el desfiladero caminando junto al río Irati flanqueados por unas paredes rocosas y llegamos al primer túnel excavado en la roca.
Nos adentramos en el oscuro túnel iluminando el camino con la linterna del móvil.
Cuando llegamos al final del túnel apareció la imagen de la espectacular Foz de Lumbier.
Poza en el río Irati
Además había un camino pedregoso a la derecha que nos permitió descender hasta el cauce del río, que formaba una gran poza de aguas verdes entre los muros de roca caliza.
Desde la orilla disfrutamos de una panorámica privilegiada del inicio de la Foz de Lumbier.
También nos recreamos y plasmamos la estampa de la garganta rocosa que nos esperaba.
Sendero Interpretativo
Subimos de nuevo a la pista señalizada y nos internamos en la espectacular Foz de Lumbier, que se podían recorrer íntegramente siguiendo el trazado de la Vía Verde del Irati.
Además era un Sendero Interpretativo de la la Foz de Lumbier y disponía de varios postes señalizados, donde se podía escuchar sonidos e información acerca de la Reserva Natural de la Foz de Lumbier, mediante un código QR.
Paredes de roca caliza
El trayecto era cómodo y transcurría encajonado entre auténticos paredones rocosos de colores rojizos y ocres.
Además contábamos con la compañía de las aves que sobrevolaban el desfiladero y se posaban en las cavidades y en lo alto de los muros de roca.
Más adelante pasamos por debajo de un techo natural que sobresalía de la ladera del tajo de la montaña.
En todo momento caminábamos acompañados de la imagen y del sonido de las transparentes aguas del río Irati, que cruzaba esta garganta natural.
Segundo túnel
Continuamos el paseo y llegamos al segundo túnel que agujereaba la base del monte.
Lo atravesamos iluminando el camino con la linterna del móvil contemplando las marcas de los trabajos de excavación.
Al salir del túnel nos encontramos con el final de la Foz de Lumbier y el paisaje se suavizó.
Puente del Diablo o de Jesús
En este punto existía la posibilidad de adentrarse a la derecha por un estrecho sendero que discurría sobre un cortado rocoso y para acceder hasta las ruinas del Puente del Diablo o de Jesús.
Era un tramo que había que realizar con mucho cuidado y si era necesario agarrarse a las cadenas que había clavadas en la pared de roca.
Caminamos unos metros disfrutando de la presencia del amplio cauce del río Irati que cruzaba entre prados verdes.
Enseguida llegamos al final del camino que nos dejó frente a las ruinas del Puente del Diablo o de Jesús, que se conservaban en la otra orilla. Este puente se construyó en el siglo XVI y fue destruido por los franceses en 1812 durante la Guerra de la Independencia.
Si se miraba hacia la derecha se contemplaban las paredes verticales del final de la Foz o desfiladero, atravesada por las aguas verdosas del río Irati.
Después de asomarnos a este espectacular rincón natural volvimos por el mismo camino, con mucho cuidado, hasta el segundo túnel.
Lo atravesamos y regresamos por el mismo sendero hasta el inicio de la ruta de la Foz de Lumbier.
Mirador de la Foz de Arbayún
Desde el aparcamiento de la ruta de la Foz de Lumbier nos dirigimos en coche hasta Lumbier y tomamos la carretera NA-178 en dirección a Ezcároz. A unos 12 kilómetros de distancia, en el Alto de Iso, se encontraba el Mirador de la Foz de Arbayún o Arbaiun.
Junto a la carretera había un aparcamiento situado al lado de la terraza del Mirador de Iso, desde donde contemplamos la Foz de Arbayún o Arbaiun atravesada por el río Salazar. Era una de las foces mas grandes y espectaculares con una longitud de 6 kilómetros y unas paredes verticales de más de 300 metros de altura. Además en este paraje prácticamente inaccesible vivía una de las colonias más grandes del mundo de buitres leonados.
También se podía recorrer un pequeño tramo por el interior de la garganta ( unos 3,6 km/ ida y vuelta) partiendo desde Usun (Romanzado) hasta la Ermita de San Pedro de Usun. Pero nos conformamos con disfrutar de estas magníficas vistas de la Foz de Arbayún, desde este mirador asomado al desfiladero.
Hotel Ekai
A la hora de alojarnos en esta comarca de Navarra optamos por el Hotel Ekai ubicado en la pequeña localidad navarra de Ekai-Longida, cerca de Aoiz, donde disfrutamos de este alojamiento confortable y muy acogedor (55€/habitación doble). Además el hotel ofrecía en su bar restaurante un menú diario (12,90€) para comer y cenar de lunes a viernes, con platos caseros. De esta forma degustamos una deliciosa Menestra de verduras y un Cordero al chilindrón.
Podemos decir que disfrutamos de una jornada muy interesante recorriendo los paisajes de estas tierras fronterizas navarras, realizando la Ruta de la Foz de Lumbier y la Foz de Arbayún.