Durante nuestra estancia en la costa de Tarragona dedicamos un día para realizar una ruta por el Delta del Ebro y nos acercamos hasta la desembocadura del Ebro, paseamos entre arrozales y avistamos multitud de flamencos. Además degustamos un buen arroz, recorrimos la Playa del Trabucador y asistimos a la subasta de pescado en la Lonja de Sant Carles de la Rápita.
Ruta por el Delta del Ebro
Como hemos dicho antes, en nuestro paseo de un día en el Delta del Ebro descubrimos algunos de los encantos de este Parque Natural, ubicado en la provincia de Tarragona. Era un extenso humedal atravesado por el Río Ebro, que creaba un hábitat donde convivían las aves migratorias y los campos de cultivo. En nuestra visita express recorrimos varias localidades, como Deltebre, Sant Jaume d´Enveja y Sant Carles de la Rápita.
Desembocadura del Río Ebro
En primer lugar nos dirigimos a Deltebre y seguimos el curso del río entre arrozales en dirección a la Urbanización Riumar.
Después de recorrer unos 10 kilómetros llegamos hasta unos muelles, donde estaban amarrados varios barcos turísticos. Aquí cabía la posibilidad de realizar una excursión navegando por el Ebro hasta su desembocadura en el Mar Mediterráneo.
En nuestro caso dimos un paseo por la orilla del Río Ebro entre los campos de arroz y los pequeños embarcaderos junto al río.
En la otra orilla se encontraba la Isla o Illa de Buda, un humedal marítimo fluvial muy bien conservado, que solo se podía visitar con una autorización especial. Continuamos caminando hasta el pequeño Puerto fluvial de Riumar.
Después volvimos al coche y fuimos hasta la Bassa del Garxal o Balsa del Garxal, donde se encontraba la desembocadura del Rio Ebro. Además aquí finalizaba la GR 99 o Camino Natural del Ebro. Continuamos nuestro paseo junto a la orilla del río y desde una torre de observación de fauna disfrutamos del paisaje del Delta del Ebro.
Mas adelante se encontraba el Mirador del Zigurat, una torre de madera, desde donde se contemplaba la desembocadura del Río Ebro en el Mar Mediterráneo.
Además también se apreciaba el sistema dunar del Garxal y en la otra orilla aparecía la Isla o Illa de Sant Antoni.
Restaurante Racó del Riu
Después nos dirigimos en coche a la localidad de Deltebre y cruzamos por el Pont Lo Passador, el único puente que atravesaba el río y conectaba con Sant Jaume d´Enveja.
Junto a este puente se encontraba el Restaurante Racó del riu, Avinguda de l’Ebre, 162. Sentados en su comedor cumpliríamos uno de nuestros objetivos de la estancia de un día en el Delta del Ebro, degustar su gastronomía.
El restaurante era muy acogedor y luminoso y disponía de una terraza exterior con vistas al río. Mientras repasábamos la carta pedimos una botella de Celler Trobat (16€) un cava brut nature reserva de Girona.
Comenzamos con unas Tellerines o Coquinas a la marinera (11€), que estaban deliciosas.
Después, de entre una gran variedad de arroces, nos decantamos por un Arroz seco o sejat de langosta (20€/persona). El arroz lo preparaban al momento y te lo presentaban en la paellera.
Una vez servido en el plato comprobamos que estaba en su punto y tenía un sabor exquisito. Se notaba que estábamos en la tierra del arroz.
Finalizamos esta estupenda comida con un postre muy original, Piña con crema catalana (6€).
Flamencos en la Laguna de la Tancada
Después de comer nos internamos con el coche por carreteras secundarias entre arrozales en dirección a las Antigues Salines de Sant Antoni, cerca de Poblenou del Delta.
Después de dejar esta población, junto a la carretera, nos encontramos con un observatorio de aves frente a la la Laguna de la Tancada. Desde allí contemplamos multitud de aves sobrevolando o posadas en las aguas de las antiguas salinas y de esta laguna.
Era una de las más extensas del Delta del Ebro, solo superada en dimensiones por la Laguna de la Encanyissada, situada muy cerca, en Ploblenou del Delta.
Después nos dirigimos hacia la Playa del Trabucador y antes de llegar tomamos un desvío a la izquierda para acceder hasta el otro Mirador de la Laguna de la Tancada.
Desde aquí contemplamos una gran colonia de flamencos que recorría las aguas del humedal.
Disfrutamos viendo a estos flamencos desenvolverse en el agua y volando sobre la marisma.
Playa del Trabucador
Otro de los atractivos del Delta del Ebro eran, sin duda, sus playas. Una de las más sorprendentes era la Playa del Trabucador, que se extendía por una estrecha lengua de arena.
Era una playa natural y salvaje de unos 6 kilómetros que se podía recorrer parcialmente en coche por una pista de arena. Además por un lado estaba el mar abierto y por el otro la Bahía de Sant Carles de la Rápita.
Durante el recorrido paramos en un aparcamiento habilitado frente al mar. Allí había una pasarela de madera que se adentraba en las aguas de la bahía.
Siguiendo la pista de arena se llegaba a las inmediaciones de las Salinas de la Trinidad, donde todavía se extraía sal marina. Pero el acceso estaba restringido a los vehículos, ya que mas adelante se encontraba la zona protegida de Punta de la Banya.
Puerto pesquero de Sant Carles de la Rápita
Para finalizar la jornada en el Delta del Ebro nos acercamos hasta el Puerto pesquero de Sant Carles de la Rápita. No hay que olvidar que en esta zona del delta, además de arrozales, flamencos, humedales y playas, también es muy importante la pesca.
Además pudimos asistir a la llegada al puerto de los barcos pesqueros cargados de pescado y marisco de la zona. Era todo un espectáculo ver descargar las cajas llenas de galeras, pulpos y congrios, entre otros.
Luego en lonja de la Cofradia de Pescadors Virgen del Carmen San Carlo se realizaba la subasta del pescado.
Una bonita forma de finalizar esta visita de un día en el Delta del Ebro, fue contemplar el atardecer sobre el puerto de San Carles de la Rápita.
Mientras abandonábamos el Delta del Ebro, todavía nos dio tiempo a seguir el ocaso del día entre los arrozales.
Como resumen podemos decir que durante un día en el Delta del Ebro pudimos realizar 5 actividades muy interesantes. Es decir, visitamos la desembocadura del Rio Ebro, avistamos multitud de aves, degustamos un delicioso arroz, paseamos por sus playas y finalmente asistimos a una jornada de pesca en el puerto.