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Qué ver en Peñíscola y donde comer bien

Un día en Peñíscola en un día disfrutando de su casco histórico coronado por un castillo, visitando sus playas y degustando un buen arroz
Contenido del artículo:

Una de nuestras escapadas primaverales nos llevó hasta la Costa del Azahar, en el norte de Castelló. Durante nuestra estancia en esta comarca de la costa mediterránea descubrimos qué ver en Peñíscola y donde comer bien.

Un día en Peñiscola
Peñíscola en un día

Entre las cosas interesantes que hacer en Peñíscola nos decantamos en primer lugar por  disfrutar de sus playas y calas y pasear por las pasarelas de madera de la Marjal. Después recorrimos el casco histórico enclavado en una pequeña península rocosa rodeada por las murallas renacentistas y coronada por el Castillo de Peñíscola. Un día en Peñíscola dio para mucho y también degustamos un arroz con marisco en el Restaurante Porteta. Para finalizar probamos los sabores de la huerta y el mar en el Restaurante Raúl Resino de la vecina población de Benicarló.

Un día en Peñiscola
Un día en Peñíscola

Qué ver en Peñíscola y donde comer bien

Peñíscola es una localidad castellonense con mucha historia, ubicada frente al mar mediterráneo y muy cerca del Parc Natural de la Serra d´Irta. Aunque la mayoría de los visitantes buscan el descanso en sus playas, nosotros intentaremos pasar un día en Peñíscola descubriendo más encantos de esta población asomada al mar.

Un día en Peñiscola
Un día en Peñíscola

La Marjal de Peñíscola

Llegamos a Peñíscola en coche y dejamos el vehículo en un aparcamiento de tierra gratuito.  Después caminamos por el Carrer del Pigmalion en dirección a la Playa Norte. Enseguida apareció uno de los accesos a las pasarelas de madera de la Marjal de Peñíscola, un humedal que transcurría paralelo a la playa. Recorrimos un tramo, parando en un mirador para contemplar algunas aves y llegamos hasta la Playa Norte.

Marjal de Peñiscola
Marjal de Peñíscola

El humedal se encontraba entre los cerros y la zona de la playa de Peñíscola, ambas zonas repletas de edificaciones residenciales. Entre la vegetación, dominada por el carrizo y las cañas, aparecían varias acequias y lagunillas. En sus aguas se podían ver aves acuáticas y  peces como el samaruc y el fartet.

Marjal de Peñiscola
Marjal de Peñíscola

Fue un recorrido de unos 20 minutos por las pasarelas de madera hasta las inmediaciones de la Calle Madrid, por la que accedimos a la Playa Norte de Peñíscola.

Playas de Peñíscola

En nuestra excursión de un día en Peñíscola conocimos tres de las playas de esta ciudad levantina, la Playa Norte, la Playa Sur y la Cala del Moro.

Playa Norte y Playa Sur desde el Castillo de Peñiscola
Playa Norte y Playa Sur desde el Castillo de Peñíscola

Playa Norte

La Playa Norte de Peñíscola es un arenal urbano de unos 5 kilómetros que llega hasta la población de Benicarló. Dispone de un moderno Paseo Marítimo, que discurre entre la playa y los edificios de apartamentos y hoteles.

Playa Norte de Peñiscola
Playa Norte de Peñíscola

Nosotros paseamos por la fina arena junto al mar en dirección al casco histórico, situado sobre un peñón rodeado por el mar. La imagen la completaba una muralla y el Castillo de Peñíscola, que coronaba este saliente rocoso rodeado por el mar.

Castillo y Murallas desde la Playa Norte de Peñiscola
Castillo y Murallas desde la Playa Norte de Peñíscola

Cuando llegamos al final de la Playa Norte, en vez de subir en dirección al castillo, tomamos a la derecha y cruzamos una plaza y un parque para llegar a la cercana Playa Sur.

Playa Sur

La Playa Sur transcurría paralela a la anterior y estaba protegida por el espigón del puerto pesquero. Esta playa de 300 metros, situada a los pies de la muralla de Peñíscola, tenía forma de media luna. También disponía de un estrecho paseo marítimo que discurría frente a multitud de bares y restaurantes.

Playa Sur y al fondo la Cala del Moro de Peñiscola
Playa Sur y al fondo la Cala del Moro de Peñíscola

En primer lugar visitamos el puerto pesquero, donde se encontraban los barcos con sus aparejos de pesca. Después paseamos por la arena y al llegar al final del arenal, se podía contemplar una panorámica distinta del casco histórico de Peñíscola.

Cala del Moro

Abandonamos la Playa Sur y continuamos caminando unos dos kilómetros por una estrecha carretera de la costa en dirección al Parc Natural de la Serra d´Irta.

Cala del Moro de Peñiscola
Cala del Moro de Peñíscola

Junto a la carretera nos encontramos con la Cala del Moro, una pequeña playa de grava situada entre rocas. Además, desde allí se podía disfrutar de unas vistas espectaculares de la parte vieja amurallada de Peñíscola.

Vista de Peñiscola desde del Moro
Vista de Peñíscola desde del Moro

Un paseo por tres de las playas de la costa de esta ciudad castellonense que nos dio una idea de las diferentes opciones para disfrutar de un día en Peñíscola.

Muralla Norte 

De nuevo en Peñíscola, nos acercamos hasta la Calle Porteta, situada en la base del peñón frente a la Playa Norte. Esta callejuela llegaba hasta la base de la muralla, edificada sobre las rocas. Aquí se ubicaba antiguamente el puerto pesquero y actualmente se concentraban muchas tiendas y restaurantes.

Calle Porteta de Peñiscola
Calle Porteta de Peñíscola

Primeramente reservamos una mesa en el Restaurante Porteta con la intención de degustar uno de sus famosos arroces.

Restaurante Porteta de Peñíscola
Restaurante Porteta de Peñíscola

Después caminamos hasta el final de la calle pasando junto a la Porteta, una puerta de piedra que daba acceso al mar por unas escaleras y que había sido el embarcadero principal de la ciudad hasta el siglo XV.

Porteta de Peñiscola
Porteta de Peñíscola

Mas adelante , entre las murallas renacentistas de San Fernando y de Santiago, descubrimos la Porta del Socors, un pequeño acceso que conducía a los Jardines del castillo.

Murallas y Porta del Socors
Murallas y Porta del Socors

Seguimos bordeando la muralla y ascendimos por las rocas hasta una explanada frente al mar, donde finalizaba el camino.

Murallas del Norte
Murallas del Norte

Donde comer bien en Peñíscola

Después de este paseo alrededor de la muralla norte nos encaminamos al Restaurante Porteta. Nos acomodamos en una mesa de la terraza junto al mar dispuestos a degustar uno de sus arroces.

Restaurante Porteta de Peñiscola
Restaurante Porteta de Peñíscola

Repasamos la carta y decidimos comenzar con unos Chipirones fritos (16,50€) pescados en la zona, con un gusto delicioso.

Chipirones fritos
Chipirones fritos

Para acompañar estos manjares del mediterráneo pedimos una botella de Viña Sol (14,90€) un vino blanco seco y joven.

Vino blanco Viña Sol
Vino blanco Viña Sol

Finalizamos la velada con un Arroz con langosta del Mediterráneo (26,20€/por persona) cocinada al momento y servida en el plato del comensal.

Arroz con langosta
Arroz con langosta

Un arroz al dente con un sabor espectacular acompañado de unas langostas troceadas, con una carne tersa y sabrosa.

Arroz con langosta
Arroz con langosta

No sabemos si Manolo García ha conseguido cumplir su sueño de ir a comer un arrocito a Castellón, como decía en su canción “Un burro amarrado a la puerta de un bar”, pero le aconsejamos que lo intente, merece la pena.

Castillo de Peñíscola

Después de disfrutar de esta excelente comida nos adentramos en el casco histórico, subiendo por sus empinadas calles en dirección al Castillo de Peñíscola.

Calles de Peñiscola
Calles de Peñíscola

Entramos en el recinto amurallado por el Portal Fosc, puerta de la vieja muralla de la ciudad, y llegamos a la Plaza del Ayuntamiento. Seguimos callejeando hasta la Plaza Armas para continuar hasta la entrada del castillo, donde se encontraba la estatua del Papa Luna.

Escultura del Papa Luna en Peñiscola
Escultura del Papa Luna en Peñíscola

Un día en Peñíscola no podía ser completo sin la visita al impresionante Castillo de Peñíscola (5€/persona) situado en lo alto del peñón. Además existía la posibilidad de obtener gratuitamente la información de la visita descargándose una app.

Castillo de Peñiscola
Castillo de Peñíscola

Esta fortaleza ha tenido muchos moradores desde que fue edificada por los templarios a finales del siglo XIII. Por sus dependencias pasaron desde el Papa Luna hasta las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Actualmente, además de poder ser visitado, en su interior se organizan multitud de actos culturales.

Castillo de Peñiscola
Castillo de Peñíscola

Al entrar estaban las caballerizas y el cuerpo de guardia. Después, subiendo por unas escaleras se llegaba a la primera planta, donde destacaba el amplio Patio de Armas.

Patio de Armas
Patio de Armas

Desde este espacio abierto se accedía a las dependencias principales del castillo, como el Salón Gótico.

Salón Gótico

También había una estrecha escalera que nos llevó a la terraza superior. Mereció la pena subir y contemplar las espectaculares vistas de Peñíscola.

Vistas desde el castillo de Peñiscola
Vistas desde el castillo de Peñíscola

Un recorrido muy interesante por las estancias y las almenas de este castillo muy bien conservado. Completamos la visita paseando por el Parque Artillería (incluido en el precio).

Parque Artillería
Parque Artillería

Callejeando por Peñíscola

Desde el castillo bajamos por las animadas calles del casco antiguo de Peñíscola en dirección a la muralla de la parte sur. Pasamos junto al Faro de Peñíscola, que estaba escondido entre las estrechas calles de esta parte de la ciudad.

Faro de Peñiscola
Faro de Peñíscola

Seguimos bajando y llegamos a una calle estrecha llena de bares e hicimos una paradita  en el Bar La Cantona.  El camarero nos habló de la cerveza cerveza artesana de Peñíscola, denominada Badúm y tomamos unas cañas (2,50€).

Cervezas Badúm de Peñiscola
Cervezas Badúm de Peñiscola

Después nos acercamos hasta la Calle del Príncipe, donde había varios restaurantes con sus terrazas situadas frente al mar.  Mas adelante  estaba el Bufador, un agujero en la roca por donde se colaba el agua del mar.

Bufador de Peñíscola
Bufador de Peñíscola

Continuamos nuestro camino y salimos por el Portal de Sant Pere para seguir por la Avenida Akra Leuka, que bordeaba la Playa Sur y llegamos a la Plaza Constitución.

Portal de Sant Pere
Portal de Sant Pere

En esta plaza se encontraba el Ullal de l´Estany. Era un estanque urbano que recogía las aguas de las acequias de la Marjal, antes de que desembocaran en la Playa Sur. Seguimos el cauce de este estanque en dirección al aparcamiento y en unos 15 minutos llegamos a nuestro objetivo.

Restaurante Raúl Resino de Benicarló

Para finalizar nuestra jornada descubriendo qué ver en Peñíscola y donde comer bien, nos dirigimos a la vecina localidad de Benicarló. Allí degustamos el menú gastronómico corto (53€) del Restaurante Raúl Resino,  disfrutando de los sabores de la huerta y del mar.

Crema de cigalitas de San Carles de la Rápita
Crema de cigalitas de San Carles de la Rápita

En definitiva en esta visita de un día descubrimos qué ver en Peñíscola y donde comer bien. Seguramente nos habrán quedado muchas cosas que ver, por lo que seguramente volveremos a visitar esta bella ciudad mediterránea.

Texto: Txema Aguado

Fotografía y Vídeo: Esther Saiz y Txema Aguado

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