Un fin de semana viajamos a Asturias con la intención de descubrir qué ver en Cangas de Onís, recorriendo sus calles, visitando su mercado dominical, probando su gastronomía y acercándonos hasta el Santuario de Covadonga.
Aunque nosotros no pudimos ir, también merece la pena hacer una excursión en minibús con un guía a los Lagos de Enol (30€/persona) o reservando plaza en los autobuses de línea que suben desde Cangas de Onís. En nuestro caso, optamos por acercamos a visitar la localidad de Arriondas, situada a unos 8 kilómetros y realizar el descenso del Sella en canoa. Podemos decir que fueron dos días muy interesantes en el corazón de Asturias.
Cangas de Onís y Covadonga en un domingo de mercado
Cangas de Onís es una localidad asturiana con muchos encantos y dispone de varios aparcamientos públicos bien señalizados. En nuestro caso nos acercamos caminando unos 200 metros desde la aldea de Prestin y cruzamos el puente sobre el río Sella para entrar en Cangas de Onís.
Paseo por Cangas de Onís
Nuestra intención era pasear por las calles de esta bella y emblemática población del interior de Asturias y descubrir sus rincones más atractivos, sumergirnos en su mercado dominical y probar su rica gastronomía.
Puente Romano
En primer lugar nos detuvimos frente al impresionante Puente Romano sobre el río Sella, construido en la época medieval.
Además debajo de su arco central estaba colocada la emblemática Cruz de la Victoria, todo un símbolo de Asturias.
Nos acercamos al cauce pasando por un jardín adornado con esta cruz hecha con flores y las letras de cangas de Onís formadas con setos.
Plaza del Mercado
Después de contemplar este puente tan bien conservado paseamos por las calles de esa localidad asturiana y llegamos a su plaza principal, donde se encontraba la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con su llamativo campanario. Además en la misma plaza estaba la estatua de Don Pelayo, el primer rey asturiano.
También distinguimos en la plaza la escultura de la Vieja asturiana (2002), obra del artista Sebastián Miranda.
Y en la parte de atrás de la plaza había una curiosa motocicleta construida con piedras sobre el slogan ” Cangas de Onís Km 0, aquí comienza todo un paraíso de curvas”.
Mercado del domingo
Muy cerca, bajo los soportales de la Plaza del Mercado, se celebraba el mercado de los domingos, donde se reunían los productores locales para vender sus productos de alimentación.
Recorrimos los numerosos puestos de venta, entre los que encontramos una gran variedad de quesos asturianos.
Además también había varios puestos de pan y dulces caseros, verduras y como no, de fabes de varias clases. Después de probar varios tipos de queso, compramos un queso de Gamoneu, unas fabes verdinas y unas botellas de sidra asturiana.
Además, junto a los soportales de la plaza estaba instalado un mercadillo de ropa y varios puestos de alimentación. Con motivo de la celebración del mercado del domingo todas las tiendas de la localidad también permanecían abiertas.
Por este motivo entramos en la tienda de alimentación Astures, situada en la Avenida Covadonga 27, para comprar unos dulces y las famosas “Moscovitas” (11€) unas finas pastas de almendra y chocolate negro elaboradas por la Confitería Rialto de Oviedo.
Sidrerías de Cangas de Onís
Después de este paseo por las calles y el mercado de Cangas de Onís recorrimos varias sidrerías para probar la sidra asturiana bien escanciada y degustar un menú correcto.
Llagar el Polesu “Casa Pinín”
En primer lugar nos dirigimos al Llagar el Polesu “Casa Pinín”, situado en la calle Ángel Tarano, 3, una sidrería tradicional que disponía de un coqueto comedor ubicado en un lagar centenario, donde ofrecían platos típicos de la cocina asturiana.
Por desgracia estaba completo y no pudimos comer en esta sidrería, por lo que nos conformamos con sentarnos en su terraza exterior y tomar una botella de sidra Foncueva de Sariego (3,30€), bien escanciada.
Restaurante El Horru Encantau
Seguimos nuestro paseo sidrero y fuimos al Restaurante El Horru Encantau, situado en la Avenida Castilla, 4, muy cerca del Puente Romano.
Nos sentamos en su amplia terraza, donde estaba tocando en sesión vermut el grupo de música Spoiler y pedimos una botella de sidra seleccionada de Trabanco (3,70€).
Sidrería Picu Urriellu
Luego nos acercamos a la calle San Pelayo, una vía peatonal plagada de sidrerías y restaurantes, donde nos acomodamos en la terraza de la Sidrería Picu Urriellu para tomar una botella de sidra Villacubera (4€) con una tapa de salchichón.
Menú de la Sidrería La Madreñería
Finalmente fuimos a la Sidrería La Madreñería, situada en la calle Calzada de Ponga 2 y nos llamó la atención su enorme parrilla donde preparaban todo tipo de carnes.
Por ese motivo nos animamos a probar los dos menús que ofrecían en sus amplios comedores, el Menú Parrillero (20€/persona) y medio Menú del día (12€/persona), una opción correcta para comer en Cangas de Onís.
Además pedimos aparte una botella de sidra Buznego (3€) para armonizar estos platos con sabor asturiano.
El Menú Parrillero (20€/persona) incluía una Ensalada de lechuga y tomate, un Chorizo criollo y de los segundos platos a elegir optamos por la Costilla de cerdo a la parrilla, rematando con una Tarta de Chocolate.
Del medio Menú del día (12€/persona) elegimos el plato de Fabada asturiana y de postre el Flan de queso.
Visita a Covadonga
Otro de los atractivos en Cangas de Onís era visitar el enclave de Covadonga, ubicada entre montañas. Por lo tanto decidimos ir en coche desde Cangas de Onís a Covadonga tomando por la carretera AS-114. Después de recorrer unos 10 kilómetros ascendimos hasta el Santuario de Covadonga.
En primer lugar entramos en el túnel que nos llevó hasta la cueva donde se encontraba la imagen de la La Santina.
Esta cueva estaba situada sobre una poza, donde caía el agua de la Cascada del Río Deva, que nacía allí mismo. Además debajo del salto de agua se encontraba la Fuente de los Siete Caños.
Cuando volvimos por el túnel nos detuvimos a contemplar, a través de una abertura en la roca, la imagen de la Basílica, sobre los tejados de la Colegiata de San Fernando.
Luego, cuando salimos del túnel, nos dirigimos hasta el edificio de la Basílica de Nuestra Señora de Covadonga, un edificio de estilo neo-románico.
Además desde la parte posterior de la basílica se contemplaba la cueva y la Colegiata de San Fernando.
Después de esta visita al Santuario queríamos acercarnos hasta los Lagos de Enol y La Ercina, situados a unos 12 kilómetros del santuario, pero se nos hizo demasiado tarde. Esperamos que en nuestra próxima visita nos acerquemos hasta estos impresionantes lagos naturales ubicados a casi mil metros de altitud.
Un domingo bien aprovechado en Cangas de Onís descubriendo su mercado dominical, recorriendo sus calles, probando su gastronomía y visitando el Santuario de Covadonga.