Durante nuestra estancia en la ciudad de Huesca, nos acercamos hasta la comarca del Somontano para visitar Alquézar. En esta preciosa localidad realizamos la Ruta fácil de las Pasarelas de Alquézar, atravesando el Cañón del río Vero, dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Un recorrido circular de unos 4 kilómetros que se podía hacer sin problemas en unas dos horas de travesía continua. Era recomendable adquirir el ticket de acceso a las pasarelas (4€/persona) en la web, aunque también era posible comprar la entrada directamente en el Ayuntamiento de Alquézar.
Ruta fácil de las Pasarelas de Alquézar
En primer lugar recorrimos los 50 kilómetros que separaban Huesca de Alquézar y dejamos el coche en los aparcamientos gratuitos, situados a la entrada de esta localidad. También existía la posibilidad de contratar la excursión desde Huesca que incluía trasporte, guía y entrada para realizar la ruta de las pasarelas de Alquézar.
Visita a Alquézar
Desde aquí ya se apreciaba la gran belleza de Alquézar, una villa con un precioso casco urbano de origen medieval muy bien conservado (Conjunto Histórico Artístico desde 1.982). Además en lo alto del risco Aparecía destacaba el conjunto arquitectónico del Castillo Colegiata de Santa María la Mayor y la muralla.
Entramos en el casco urbano bajando por sus calles empedradas, flanqueados por edificios de piedra y ladrillo con mucha carga histórica y muy bien conservados.
Parecía un pueblo de cuento, en cuyas calles se mezclaban los lugareños y los visitantes que recorrían Alquézar.
Llegamos a la coqueta Plaza Rafael Ayerbe, donde la gente se resguardaba del sol bajo sus recios soportales.
Continuamos bajando por la calle de la Iglesia disfrutando de la tranquilidad de las calles de Alquézar.
Antes de llegar al Ayuntamiento encontramos a la derecha el Pasador de Casa Lailla, un callizo cubierto también conocido popularmente como “la eslizadera”, por su suelo resbaladizo.
Muy cerca estaba el Ayuntamiento, donde se podía adquirir también el ticket de entrada (4€), que incluía el seguro.
Antes de comenzar la ruta se podía acceder a un pasadizo entre dos rocas verticales para llegar a un pequeño mirador.
Luego recorrimos unos metros hasta la entrada de la Colegiata y nos asomamos al Mirador O´Bicón y observamos el vuelo de los buitres sobre este espectacular paisaje.
Ruta fácil de las Pasarelas de Alquézar
Después volvimos al Ayuntamiento y allí mismo a la izquierda estaba el control de acceso para encaminarnos hacia el inicio de la ruta de las pasarelas de Alquézar, que discurría por la GR-1.1, un recorrido circular de 4 kilómetros (2 horas) por el último tramo del Desfiladero del Río Vero.
Al tomar este desvío aparecía de frente el Barranco de la Fuente flanqueado por unas paredes de roca de colores.
También a la derecha destacaba el risco coronado por el conjunto arquitectónico de La Colegiata de Alquézar.
Fuimos descendimos por un camino, que alternaba pasarelas de madera, escaleras y tramos de tierra. De esta manera nos ibamos internando en el Barranco de La Fuente, entre las paredes de la Peña Castibián, a la izquierda, y el risco de la Colegiata, a la derecha.
Bajamos cómodamente en dirección al cauce del río Vero rodeados de vegetación y contemplando las cavidades caprichosas en las paredes rocosas de la Peña Castibián, donde solían anidar buitres y otras aves.
Cueva de Picamartillo
Cuando llegamos al río, nos desviamos hacia la Cueva de Picamartillo, situada unos 100 metros río arriba.
Merecía la pena acercarse hasta esta enorme cavidad horadada en la base de la roca por el efecto del agua, que completaba un paisaje de gran belleza.
Primer tramo de pasarelas
Después volvimos al camino y encontramos el primer tramo de pasarelas metálicas ancladas a la pared, frente a una pequeña poza de aguas cristalinas.
Subimos a la pasarela situada a 4 metros de altura sobre el río y durante un breve tramo disfrutamos del paisaje, desde una posición privilegiada.
Salto de la Central de Alquézar
Continuamos por el sendero que transcurría pegado al río y llegamos hasta un antiguo azud o pequeña presa edificada para desviar el agua hacia los molinos. Luego fue reconvertida en el Salto de la Central de Alquezar, utilizado en otros tiempos para producir electricidad. En la pared derecha de la presa comenzaba otro tramo de pasarelas metálicas sobre el cauce del río.
Desde esta posición disfrutamos de unas vistas espectaculares de la presa y del río Vero a su paso por el desfiladero.
Salimos de nuevo al camino junto al río y antes de llegar a la siguiente pasarela metálica pasamos por debajo de un túnel natural formado por varias rocas desprendidas.
Segundas pasarelas de Alquézar
Después llegamos hasta otro tramo de pasarelas ancladas a la pared y aunque había algunos pasos estrechos, se transitaba con comodidad disfrutando del espectacular paisaje.
Durante el trayecto sobrevolamos el cañón del río Vero y se podían ver en la parte inferior los restos de las anteriores pasarelas de piedra.
Un paseo muy atractivo que nos llevó hasta la antigua Central hidroeléctrica de Alquézar, donde había varias pozas de aguas cristalinas.
Tercer tramo de pasarelas
Continuamos ascendiendo por una senda de tierra hasta llegar a un desvío a la izquierda que nos dirigiría hasta la pared del desfiladero del río Vero.
Después de caminar unos metros llegamos hasta el tramo más espectacular de las Pasarelas de Alquézar, instaladas en la pared derecha del barranco.
Mientras caminábamos sobre las pasarelas disfrutamos de las vistas del cañón del río Vero.
Además tuvimos tiempo para inmortalizar este espectacular paisaje desde lo alto de las pasarelas de Alquézar.
También comprobamos que algunas personas realizaban este trayecto por el cauce del río, sin utilizar las pasarelas suspendidas en la pared de roca.
Mirador del Vero
Finalmente atravesamos el interior del desfiladero caminando por las pasarelas, que llegaban hasta el Mirador del río Vero.
Después de disfrutar de las vistas ascendimos por una pista de tierra hasta llegar a un cruce que enlazaba con el Camino Natural del Somontano. Desde aquí se podía subir de nuevo a Alquézar y finalizar la ruta circular o bajar por una amplia pista pedregosa hacía el río.
Puente de Fuendebaños
En nuestro caso decidimos alargar la ruta hasta el Puente de Fuendebaños en dirección a Asque. Para ello comenzamos a descender por una pista ancha. En este punto confluían la GR 1.1 y el Camino Natural del Somontano en dirección a la localidad de Asque. Cuando llegamos hasta el lecho del río Vero el sendero continuaba atravesando el Puente de Fuendebaños en dirección a Asque.
Nosotros antes de cruzar este puente de piedra tomamos hacia la izquierda por el camino que discurría junto al río, para regresar a Alquézar. Pasamos por un antiguo molino, reconvertido en una casa particular.
Durante este trayecto alternamos tramos por el camino de tierra y otros por el interior del río, que no era demasiado caudaloso.
Presa del Molino de Alquézar
Subiendo el río llegamos a otro azud llamado Presa del Molino de Alquézar, utilizada antiguamente para desviar el agua por unas acequias hasta un viejo molino harinero.
Actualmente, esta presa se había convertido en una zona de ocio, donde la gente se acercaba para pasar el día.
Mirador del Vero
Desde aquí tomamos por un sendero que ascendía por encima de la presa en dirección al Mirador del Vero que se adivinaba en el horizonte.
De vez en cuando echábamos la vista atrás para disfrutar del paisaje del desfiladero y las verdes aguas del río Vero.
Transitamos por un sendero cómodo hasta llegar de nuevo al Mirador del Vero. Desde la plataforma metálica del mirador se contemplaban las pasarelas que cruzaban el cañón del río Vero, coronado por las casas de Alquézar.
Además si mirábamos hacia abajo aparecía el fondo del barranco y la Presa del Molino.
Regreso a Alquézar
Después salimos de nuevo al Camino Natural del Somontano e iniciamos el ascenso entre huertas y olivares hasta el casco urbano de Alquézar.
Entramos al pueblo por la muralla, junto al Restaurante Cueva Reina, en cuya terraza nos sentamos para tomarnos una jarra de cerveza.
Dobladillos de Alquézar
Seguidamente ascendimos por las calles del pueblo en dirección al aparcamiento. Pero antes de abandonar esta maravillosa localidad oscense hicimos un parada en la Panadería O´Forno, en la Calle Iglesia s/n.
En este establecimiento elaboraban los famosos “Dobladillos” (4,50€), un dulce típico de Alquézar.
Además se podía elegir entre el Dobladillo tradicional, el de chocolate o el de chocolate con naranja confitada ( 4,50€/unidad).
También compramos el premiado queso de Radiquero “Río Vero” (22€/kg), elaborado con leche de cabra del Somontano, con moho azul.
Restaurante Trasiego de Barbastro
Después de esta visita a Alquézar nos desplazamos hasta Barbastro, la capital del Somontano. Allí comimos en el Restaurante Trasiego, ubicado en el edificio reformado del Conjunto de San Julián y Santa Lucía, en la Avenida de la Merced, 64 de Barbastro.
Sentados en su elegante y acogedor comedor disfrutamos de unos sabrosos platos creativos basados en los productos locales de calidad. Entre otras suculencias degustamos el Tartar de tomate rosa y la Paletilla de ternasco de Aragón IGP.
Para finalizar podemos decir que pasamos una jornada muy interesante por estas tierras de Huesca. En primer lugar realizamos la recomendable Ruta de las pasarelas de Alquézar, recorrimos las calles de este enclave medieval y disfrutamos de la gastronomía local en el Restaurante Trasiego de Barbastro.