Durante nuestra estancia en Arriondas para disfrutar de la experiencia del descenso del Sella en canoa aprovechamos para acercarnos al Restaurante Casa Marcial de Arriondas y disfrutar de los platos del cocinero asturiano Nacho Manzano.
Casa Marcial de Arriondas
El Restaurante Casa Marcial de Arriondas estaba situado en el Barrio La Salgar, en plena montaña asturiana. Allí Nacho Manzano junto con sus hermanas retomaron en 1993 el negocio familiar ubicado en una casa de comidas tradicional. En poco tiempo Esther y Nacho Manzano han convertido el bar de sus padres en un restaurante reconocido internacionalmente con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol. Los dos hermanos han revolucionado la gastronomía asturiana partiendo de los productos tradicionales y creando platos creativos de alta cocina.
En otras ocasiones también visitamos sus otros proyectos de picoteo de calidad con raíces asturianas, se tratan de sus locales Gloria en Gijón y Gloria en Oviedo.
Paisaje de montaña
En primer lugar partimos desde el centro de Arriondas y tomamos la carretera en dirección a Colunga. Pronto apareció a la derecha la señalización del restaurante. Después de recorrer varios kilómetros pasando por varias aldeas durante la ascensión llegamos hasta el edificio de Casa Marcial de Arriondas. Cuando dejamos el coche en el aparcamiento nos paramos un momento para disfrutar de unas vistas espectaculares.
Local acogedor
Luego accedimos al edificio de Casa Marcial, que estaba distribuido en dos plantas con varios comedores.
En nuestro caso subimos al comedor de la primera planta, donde el espacio conservaba el aspecto tradicional de la construcción original pero incorporando toques de decoración oriental, creando un ambiente elegante y acogedor.
Menú Casa Marcial
Cuando nos acomodamos en nuestra mesa y repasamos la carta y nos decidimos por el Menú Casa Marcial (60€/ persona) para disfrutar de la cocina de Esther y Nacho Manzano.
Actualmente hay varias opciones, el Menú “La Salgar” (130€), el Menú Nordeste “El Fitu” (165€/persona) y el Menú Nordeste “El Cachucho” (220€/persona), en todos estaba incluido el servicio de panes artesanos.
A la hora de elegir la bebida contamos con la ayuda de Juan Luis, el sumiller, que nos ayudó en nuestra elección. Finalmente optamos por una botella de Agustí Torelló Mata, vino espumoso catalán gran reserva 2008 (26€) adscrito a Corpinnat. Un cava seco, con abundantes burbujas doradas y suave al paladar.
Después nos ofrecieron un surtido de panes para elegir y probamos el pan tradicional, el de nueces con aceitunas, el de nueces con orejones y el pan de cereales.
Desfile de pequeñas delicias
Comenzamos con la Piel de bacalao crujiente con mojo rojo presentada sobre una bacalada seca. Disfrutamos de su textura crujiente con sabor a mar, con el toque de la salsa semi-picante del mojo rojo.
Seguimos con el Soufflé de maíz con sardina ahumada. Era un pequeño torto relleno de huevo hecho a baja temperatura coronado con una sardina ahumada. Se comía de bocado y el sabor del huevo mezclado con el toque de mar explotaba en la boca.
Luego probamos la Galleta de arroz y algas con ceviche de frutos de mar. Destacaba la delicada textura y el punto cítrico.
Aperitivo de sidra sorprendente
Continuamos con un Cóctel de sidra servido en copa, donde predominaba el gusto a sidra con una textura espumosa. Además venía con una sorpresa en el fondo, una perla de manzana bañada en vermut blanco gallego, que le daba el punto amargo.
Después degustamos unas Almejas sobre esponja helada de tomate, licuado de codium y perejil. Las deliciosas almejas reposaban sobre un ligero bloque blanco escarchado de tomate, con el toque del alga y el perejil. Explosión de sabor en frío.
Platos complejos con sabor
Luego probamos unas Berenjenas con nueces tiernas, crema agria y matices amargos. La protagonista principal del plato era la berenjena, presentada en varias texturas. Además venía bien acompañada por unos trozos de nueces tiernas, rúcula, endivias bañadas en crema de café, una salsa de lima y limón y con el sabor característico del ajo negro de Pedroñeras. Un plato bien elaborado con una complejidad de sabores que encajaban perfectamente.
El siguiente plato fue la Ensalada de merluza con holandesa y huevas secas, una forma original de presentar el pescado. Los trozos de merluza, coronados por una hoja de lechuga, estaban acompañados por tres salsas, una elaborada con las espinas del pescado, una hecha con lechuga, tomate y cebolla y por una salsa amarilla de huevas de merluza deshidratadas.
Plato estrella
Finalmente degustamos el Arroz con Pitu de caleya, una especialidad de Casa Marcial, que bebe de la cocina tradicional asturiana. El arroz se combinaba con el jugo del pitu de caleya, un pollo de corral que crece en libertad comiendo lo que encuentra por el campo y los caminos. Un plato consistente y con un sabor contundente.
Postre de fusión
El postre llego en forma de Crema de yogurt con merengueda de fresa y jugo de kinchi. Un buen plato dulce, con su punto exótico.
Para rematar esta espléndida y sorprendente cena pedimos un aromático café cortado (2,50€), que vino acompañado por unos Petit Fours en forma de Nube de citronella, Bizcocho de chocolate con plátano y Praliné de avellana potenciado con sal.
En el Restaurante Casa Marcial de Arriondas disfrutamos de una fantástica experiencia gastronómica degustando unos platos bien presentados, con un sabor sorprendente y donde se apreciaba la capacidad creativa de Esther y Nacho Manzano. Todo ello rematado por la atmósfera agradable del local y el buen hacer del servicio de sala.
Dirección: Calle La Salgar, s/n, Arriondas, Parres, Asturias
Reservas: casamarcial.es