La Cueva del agua de Tíscar en la Sierra de Cazorla es una enorme gruta natural de acceso libre, que está ubicada dentro de un estrecho desfiladero. Por su interior circulan las aguas del río Tíscar, que se descuelgan entre las paredes de roca caliza del Monte del Caballo formando vistosos rápidos y cascadas, que siguen su curso hasta el bucólico salto de agua del Pilón Azul de Belarda, situado muy cerca de la cueva.
Una ruta fácil de unos 500 metros (ida y vuelta) que nos permite bajar por unas escaleras hasta el interior de esta espectacular cueva natural, rodeados de agua.
Cueva del agua de Tíscar en la Sierra de Cazorla
Esta cavidad ha sido declarada Monumento Natural y también es conocida como la Cueva de la Virgen de Tíscar, ”la Covadonga andaluza” o Gruta de las Maravillas. La Cueva del Agua de Tíscar es una de las maravillas naturales del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, ubicado en Jaén. Además se encuentra solo a unos 25 kilómetros de Cazorla, una atractiva localidad que ya visitamos en otra ocasión y a 13 kilómetros de Quesada.
En las inmediaciones se pueden visitar los restos del Castillo de la Peña Negra y el Santuario de Tíscar.
En primer lugar tomamos en Quesada la carretera A-6206 en dirección a Pozo Alcón y después de pasar por el Puerto de Tíscar (1.189 metros de altitud) y dejar atrás el Santuario de Tíscar, continuamos hasta llegar al desvío señalizado de la Cueva del Agua.
Túnel de entrada
A unos 100 metros encontramos una explanada de tierra, donde aparcamos el coche. Luego caminamos unos 50 metros hasta llegar a unas escaleras de piedra que nos dejaron en la entrada de la cueva.
Se accedía por un estrecho túnel de unos 10 metros de longitud, con un poco más de un metro de altura, que te obligaba a entrar agachado.
Cuando se atravesaba este pasadizo te asomabas a una enorme gruta acompañado del sonido del agua y parecía que estabas en un mundo mágico. Había unas escaleras que bajaban hasta dos miradores situados en el interior de la gruta, uno sobre la cascada principal y otro a los pies de la misma.
Desfiladero y río Tíscar
En primer lugar, antes de descender por las escaleras, seguimos el sendero de la derecha para contemplar como entraba el río Tíscar en la Cueva del Agua.
De esta forma vimos como se precipitaban sus aguas entre las rocas creando unas imágenes muy plásticas..
Después, siguiendo el curso de sus aguas, bajamos por unas empinadas escaleras para acceder al primer mirador situado sobre una espectacular cascada.
Pero antes de llegar al mirador entramos por un estrecho sendero hasta el interior de una estrecha cavidad rocosa.
Dentro comprobamos de cerca la fuerza con la que bajaba el río Tíscar escondido entre las rocas.
Mirador de la Cueva del agua
Luego contemplamos desde el mirador el curso de las aguas de la cascada que se precipitaban hasta una poza y seguían por su cauce saliendo del estrecho desfiladero.
Además, entre las paredes de roca caliza de este impresionante desfiladero se aparecía un paisaje menos abrupto.
También desde aquí se distinguía una imagen de la Virgen de Tíscar situada en una oquedad de la cavidad, rodeada de estalactitas y estalagmitas.
Cascadas de la Cueva del Agua
Después descendimos por el último tramo de escaleras hasta la base de la cascada, donde había una explanada y un mirador. Junto a este salto de agua disfrutamos de la belleza de la Cueva del Agua sintiendo el sonido y el frescor de las aguas del río Tíscar.
Desde la explanada se apreciaba mejor la inmensidad de esta gruta natural, que fue una de las primeras que se descubrieron en España. En este espacio el Ayuntamiento de Quesada suele organizar conciertos de música aprovechando la magnífica acústica y la belleza de la Cueva del Agua. También hay que destacar que alrededor de esta enorme cavidad natural existen multitud de leyendas y creencias populares.
En definitiva una ruta fácil para internarse en la Cueva del Agua, un rincón natural escondido en el fondo de un desfiladero, por el que transitan las aguas del río Tíscar.