A principios de diciembre realizamos una ruta por la costa de Iparralde o País Vasco Francés, también denominado Pays Basque. Durante un fin de semana descubrimos los paisajes, la cultura y la gastronomía de varias de sus ciudades y pueblos, situados junto al mar Cantábrico. Hay que apuntar que comparten la cultura vasca con Euskadi y Navarra o Nafarroa y además del francés también se habla en euskera.
Costa de Iparralde o País Vasco francés
El País Vasco francés está compuesto de 3 provincias denominadas Labort o Lapurdi, Baja Navarra o Behe-Nafarroa y Sola o Zuberoa, que pertenecen al Departamento de Pirineos Atlánticos. Pero durante este fin de semana nos centraremos en Labort o Lapurdi y realizaremos una ruta por la costa de Iparralde desde Bayona hasta Hendaya, pasando por Anglet, Biarritz y San Juan de Luz. De esta forma disfrutaremos de los encantos de estas localidades de la Côte Basque o País Vasco francés, que también brillan en otoño e invierno, sobre todo en las fiestas navideñas.
Baiona
Comenzamos nuestra ruta en Bayona, Baiona (euskera) o Bayonne (francés), la capital de la provincia de Labort o Lapurdi, situada en el norte del Pays Basque, en la frontera con el Departamento de Las Landas.
Esta ciudad está enclavada en la confluencia del río Nive con el Adour, que se convierte en ría para desembocar en el mar Cantábrico.
A lo largo de su historia Baiona ha sido una ciudad marcada por su carácter defensivo, comercial y marítimo y antiguamente contaba con varios perímetros amurallados y un puerto. Actualmente el puerto se ha trasladado fuera del casco urbano y todavía se conserva el espacio amurallado de la Fortaleza de Vauban (siglo XVII), utilizada por el ejército francés.
Noche de los farolillos en Baiona
Cuando llegamos el viernes al atardecer a Baiona nos sumergimos en el ambiente navideño que se respiraba en todos los rincones de la ciudad labortana. Destacaba la vistosa iluminación de sus calles, el mercado de Navidad y la noria gigante.
Además durante los tres primeros sábados de diciembre se celebraba la espectacular noche de los farolillos, que iluminaban con sus luces el cielo de la ciudad.
Durante nuestra primera noche paseamos por las calles del casco histórico medieval de le Grand Bayonne, que estaban engalanadas con luces festivas.
Restaurante Le Bayonnais
Después nos dirigimos al barrio más antiguo, le Petit Bayonne, donde disfrutamos de la gastronomía de Baiona sentados a la mesa del acogedor Restaurante Le Bayonnais, junto a la orilla del río Nive.
Degustamos el menú (23€/sin bebidas) que servían de martes a sábado y probamos unos platos basados en los productos de calidad de esta comarca francesa.
Nos decantamos por la Trucha de Baigorry marinada al eneldo, el Estofado de pato y de postre el Crumble de manzana y piña. Todos los platos estaban bien cocinados y con un delicioso sabor. Además armonizamos esta excelente velada con el vino blanco Mignaberry de Irouleguy.
Todos los platos estaban bien cocinados y con un delicioso sabor. Además armonizamos esta excelente velada con el vino blanco Mignaberry de Irouleguy.
Visita guiada a Baiona
En Baiona nos alojamos en el Hotel Ibis Bayonne Centre situado junto al Puente del Espíritu Santo. Un establecimiento cómodo y funcional, con una magnífica ubicación. El sábado amanecimos asomados desde nuestra habitación al río Adour, disfrutando de una vista privilegiada de la ciudad de Baiona.
En primer lugar realizamos una visita guiada por su casco histórico (7€/persona), a través de la Oficina de Turismo de Baiona. Partimos del Barrio del Espíritu Santo, situado a la orilla del río Adour, donde contemplamos una de las numerosas pinturas murales que decoraban las fachadas de Baiona. Esta ciudad apuesta desde hace varios años por el Street art, celebrando cada mes de octubre el Festival “Points de Vue”, donde participan importantes artistas internacionales de esta modalidad artística.
Le Petit Bayonne
Después cruzamos el Puente del Espíritu Santo sobre el río Adour y paseamos por le Petit Bayonne, un barrio que se edificó en la zona pantanosa ganada al río, entre los ríos Nive y el Adour.
En sus calles se encontraba la Iglesia de Sant André y el Museo Vasco ubicado en la Casa Dagourette, un edificio del siglo XV.
Le Grand Bayonne
Luego pasamos por un pequeño puente sobre el río Nive y llegamos a la Plaza de la Liberté donde estaba el edificio que compartían el Ayuntamiento y el Teatro Municipal. Durante las fiestas navideñas en esta plaza se instalaba una gran noria.
Desde aquí nos internamos en el barrio le Grand Bayonne, paseando por sus estrechas calles bajo los soportales y descubriendo comercios muy interesantes.
Chocolaterías centenarias
Destacaban las chocolaterías centenarias con sus tentadores escaparates dedicados al chocolate, un producto que trajeron a Baiona los judíos expulsados de España en el siglo XVI.
Tuvimos la ocasión de ver como atemperaban el chocolate en la Chocolatería L’Atelier du Chocolat, en 37 Rue Port, donde probamos un exquisito chocolate con pimiento de Espelette.
También conocimos la Chocolatería Monsieur Txokola donde probamos una Tableta de chocolate de antaño (6,50€) elaborada al gusto del siglo XVI. Los maestros artesanos de este establecimiento eran de los pocos chocolateros que trabajaban el chocolate a partir del grano de cacao. Una muestra más de la importancia del chocolate en la historia de Baiona.
Casco Histórico de Baiona
Continuando con nuestra visita guiada llegamos a la Catedral Sainte Marie de estilo gótico (siglo XIII-XVI) donde contemplamos la belleza de su arquitectura. Destacaba el claustro, su retablo y unas llamativas vidrieras.
Muy cerca se encontraba el Castillo Viejo o Château Vieux (siglo XII) que conservaba varias torres medievales.
También cruzamos el paso de La Poterne, un arco abierto en la vieja muralla.
Después caminamos por las calles del casco histórico, entre edificios con mucha historia y multitud de comercios. También encontramos los restos de varias puertas de la vieja muralla, como la Tour Saint Simon y la entrada de la Rue D Espagne.
Posteriormente bajamos hacia la orilla del río Nive, donde se encontraba el Mercado de abastos de Baiona, en cuya explanada se daban cita todos los sábados los productores locales.
Durante esta visita guiada disfrutamos brevemente de algunos de los encantos de Baiona en navidad, una bella ciudad de la costa vasco francesa que apuesta por la cultura, la historia y la gastronomía del Pays Basque.
Anglet
Siguiendo con esta ruta por la costa de Iparralde o País Vasco Francés en navidad nos vamos hasta Anglet, una localidad que cuenta con unas cuidadas playas y un estilo de vida que la han convertido en el paraíso de los surfistas y de las personas que buscan un entorno amable para vivir. Por este motivo a Anglet se la conoce popularmente como “la pequeña California francesa“.
Playas y surf
En primer lugar dejamos el coche en el aparcamiento gratuito de la Playa o Plage de la Petite Chambre d Amour vigilada por el Faro del Cabo de Saint-Martin. En la Oficina de Turismo de Anglet, situada en esa playa, nos informaron sobre las actividades interesantes que se desarrollaban ese sábado.
Nos acercamos al Paseo Marítimo de Anglet, que permitía recorrer unos 4,5 kilómetros disfrutando de la belleza de sus 11 playas. Además había muchos bares y restaurantes con sus terrazas donde se podía comer o picar algo.
Durante el paseo cruzamos la Anglet Surf Avenue, donde se encontraban en el suelo las huellas y las firmas de grandes surfistas internacionales como Jacky Rott.
Quartier Moderne
Después nos dirigimos al edificio del Espace de L`Ocean, donde se celebraba ese fin de semana la “Quartier Moderne“, una feria de artesanía, moda y comida que reunía a unos 40 artesanos de la comarca elegidos por sus propuestas de calidad.
Allí encontramos artículos de ropa, complementos, muebles e incluso un puesto de productos para el cuidado de la barba.
En este espacio junto al mar tenían lugar numerosos eventos culturales y exposiciones durante todo el año.
Mercado Halles des 5 Cantons
Después nos desplazamos unos 2 kilómetros hasta el curioso Mercado Halles des 5 Cantons, en 11 Rue Paul Courbin, un moderno local con puestos de alimentación y una gran oferta de locales de restauración.
Allí encontramos patés, quesos y otros deliciosos productos delicatessen de Iparralde o País Vasco francés.
Luego nos acomodamos en una mesa dentro del espacio compartido por varios restaurantes y nos decantamos por la propuesta marinera del Xipiron Street.
Probamos unas navajas (10€), unos chipirones (12€) y unas sardinas (10€) a la plancha, así como unos mejillones al vapor (8€), todo cocinado al momento.
El ambiente era desenfadado y destacaba la calidad de los productos y la simpatía de los cocineros y camareros. También degustamos un jamón cocido salpicado de trufa que habíamos adquirido en el puesto de Maison Balme, especializado en productos con trufa.
Una breve visita a Anglet en la costa de Iparralde en navidad, dejándonos llevar por el espíritu del surf, la artesanía y la comida marinera.
Biarritz en Navidad
Después continuamos nuestra ruta por la costa de Iparralde o País Vasco francés en Navidad y nos dirigimos hacia la localidad cercana de Biarritz para admirar este Faro de Biarritz, construido en 1834. Una buena opción es contratar una visita a Biarritz con un guía que habla castellano.
Desde este punto disfrutamos de una preciosa vista panorámica de la costa de Biarritz, con el mar embravecido. Biarritz es un destino turístico muy unido al chocolate, al surf, a la talasoterapia y al golf. También mantiene el glamour que le ha otorgado la presencia de los miembros de las realezas europeas, que han visitado Biarritz desde 1800. Por este motivo, en esta ciudad de la costa vasco francesa se pueden encontrar multitud de palacios y edificios de gran belleza arquitectónica. Además cuenta con una agenda cultural y de eventos festivos muy interesante durante todo el año, como nos comentaron en la Oficina de Turismo de Biarritz.
Costa y Playas de Biarritz
Comenzamos nuestro paseo por la Grande-Plage o Playa Grande donde se encontraba un centro pionero de talasoterapia, el Casino Municipal de estilo Art Déco y el espectacular palacio construido por Napoleón III, que fue reconvertido en 1903 en el Hotel du Palais. Además en los alrededores de esta playa había numerosas escuelas de surf, comercios, restaurantes y sus famosas chocolaterías artesanas.
Paseando en dirección al puerto pesquero pasamos junto a la pasarela del saliente rocoso de la Rocher du Basta, con la Capilla Imperial al fondo. Este edificio religioso mezclaba varios estilos arquitectónicos y fue construido en 1864 a petición de Eugenia de Montijo, la esposa de Napoleón III.
Continuando esta ruta por la costa de Iparralde en Biarritz subimos al Mirador de la Atalaya para disfrutar de la vista otoñal de la Capilla Imperial y del Faro de Biarritz.
Luego nos acercamos hasta el Acuario de Biarritz, que contaba con una gran cantidad de especies marinas.
Frente a él se encontraba la Roca de la Virgen, un saliente rocoso con la imagen de la virgen colocada en 1865, a la que se accedía por la Pasarela Eiffel.
Más adelante estaba la coqueta Playa o Plage de Port Vieux donde varios jóvenes jugaban con las olas del Cantábrico en un marco ideal.
Luego atravesamos un túnel y accedimos al extenso arenal de la Playa de los Vascos o Plage de la Côte des Basques, desde donde se apreciaba el edificio de Villa Belza.
Chocolate de Biarritz
Después de este paseo volvimos al centro de Biarritz y disfrutamos del ambiente de sus calles decoradas con motivos navideños. Como bien es sabido el chocolate es unos de los atractivos de esta localidad costera. Por ello nos dirigimos a la Chocolatería Puyodebat para degustar en su coqueto salón un chocolate caliente con sus petits fours y su chantilly cremoso (14€).
Así finalizamos esta visita exprés a Biarritz en navidad que seguramente ampliaremos para disfrutar del encanto de sus calles y de sus muchas actividades interesantes. Durante las fiestas navideñas en Bizarritz destaca la decoración callejera y el festival de luces, Biarritz S´habille de Lumieres, durante el cual las calles y fachadas de la ciudad se iluminan con proyecciones de imágenes gigantes y espectáculos de luz y sonido.
San Juan de Luz en Navidad
Después nos desplazamos hasta San Juan de Luz o Donibane Lohizune (en euskera) una localidad con un cuidado casco histórico ubicado junto a la playa y al pequeño puerto pesquero, que recordaba su especial relación con el mar. Además había una gran cantidad de pequeños comercios de calidad gestionados por las mismas familias, generación tras generación. También se puede contratar una visita guiada en castellano por San Juan de Luz.
Como llegamos al anochecer paseamos por sus calles iluminadas de luces navideñas y pasamos por la Plaza de Luis XIV, donde había un gran árbol de navidad.
Restaurante Chistera
Luego fuimos a cenar al Restaurante Chistera o Xistera, 17 Bd Victor Hugo, un local con un buen ambiente, donde servían raciones y platos tradicionales de esta comarca.
Comenzamos compartiendo una tabla de embutidos con piparras (15€), unas deliciosas croquetas (6€/6 unidades), unas patatas bravas (5,50€) y unos chipirones (13€). También probamos unos platos muy originales como el pulpo con panceta y queso de oveja acompañado de un puré de chirivias (23€).
Hotel Madison
Y terminamos esta jornada de nuestra ruta por la costa de Iparralde o País Vasco Francés en navidad alojándonos en el céntrico Hotel Madison, en 25 Bd Thiers de San Juan de Luz. Este establecimiento estaba ubicado en un edificio histórico con todas las comodidades y además contaba con una piscina interior y baños de masaje.
Casco Histórico
La mañana del domingo la dedicamos a pasear por las calles peatonales del casco histórico de San Juan de Luz.
En primer lugar entramos en la Iglesia de San Juan Bautista, donde se casó en 1660 Luis XIV, también conocido como el Rey Sol, con la infanta española María Teresa de Austria. En su interior la iglesia disponía de una bóveda de madera en forma de casco de barco invertido y un retablo del siglo XVI.
Luego nos acercamos hasta su coqueto puerto pesquero y divisamos la silueta del Pico Larrun, al que se podía subir en su famoso tren de cremallera, desde la localidad de Sara.
Finalmente paseamos por la playa y descubrimos el espacio de Talasoterapia del Hotel Hélianthal by Thalasur con unas espectaculares instalaciones con vistas al mar. Lo dejamos pendiente para nuestra próxima visita a San Juan de Luz.
De compras
Durante nuestro paseo disfrutamos de la parte gastronómica de esta atractiva localidad de Iparralde, probando el pastel vasco o gâteau basque noisette (13€) de Maison Paries, 9 Rue Gambetta.
También degustamos los famosos macarons (1€/unidad) de Maison Adam, 4 Rue de la République.
Después pasamos por la tienda de Pierre Oteiza, 10 Rue de la République, donde degustamos los jamones y embutidos del Pays Basque elaborados artesanalmente en el Valle de los Aldudes.
Destacaba el delicado sabor del jamón de la DOP Kintoa.
Además comprobamos que había bastantes comercios que ofrecían artículos elaborados de forma artesanal y muy ligados a la cultura y la tradición de Iparralde. Entre ellos estaban las estilosas boinas o txapelas (39€-159€) de Héritage par Laulhéle, 78 rue Gambetta.
También visitamos el Taller de cuero Atelier Manufactoum, 38 Rue du Midi, donde fabricaban artesanalmente modelos exclusivos como el bolso Judy (299€-349€).
Y como no, nos llevamos la original bolsa Valentine (24,50€) fabricada por la Tejeduria Lartigue, 7 Rue León Gambetta, con estampados tradicionales de esta comarca y adquirimos un gorro y una bufanda de cachemira (129€) en Nicolas Olano Boutique, 11 Rue León Gambetta.
Hendaia
Nuestra última parada de esta ruta por la costa de Iparralde fue en la localidad fronteriza de Hendaia, que comparte la Bahía de Txingudi con Hondarribia, la preciosa villa de Gipuzkoa.
Castillo de Abbadia
En primer lugar, siguiendo la recomendación de la Oficina de Turismo de Hendaia, visitamos el Castillo de Abbadia de estilo neogótico situado en un enclave privilegiado frente a la costa de Hendaia.
Actualmente se pueden realizar visitas por libre (8,40€/persona) o guiadas (9,90€/persona) por el exterior y el interior de este caprichoso edificio construido entre 1864 y 1884, que cuenta con el toque orientalista de su primer propietario Antoine d´Abbadie. Destacaban las esculturas de multitud de animales que decoraban las paredes y la fachada del castillo.
Después de disfrutar del Castillo Observatorio de Abbadia paseamos por su playa, ideal para la iniciación al surf y por su puerto deportivo.
Luego nos dirigimos al centro de Hendaia, donde se encontraba la Iglesia y el Ayuntamiento.
Restaurante L´APOSTrophe
Muy cerca estaba el Restaurante L´APOSTrophe, 11 Rue de l’Église, un local moderno y cuidado, donde degustamos la gastronomía tradicional de la costa de Iparralde, pero con un toque vanguardista.
Nos decantamos por el Menú especial (40€/con maridaje) y probamos un original Foie gras de pato, un delicioso Salmón y un exquisito Cremoso de chocolate.
Todo armonizado con un Cóctel spritz del Pays Basque y los vinos Osez L escudé y Heita de Montaut.
Fin de semana perfecto en el Pays Basque
Un broche de oro para cerrar este fin de semana de ruta por la costa de Iparralde o País Vasco francés en Navidad. Además disfrutamos de la compañía del periodista Iñaki Makazaga, autor del podcast Piedra de Toque, en cuyo programa dejamos algunas de nuestras impresiones sobre este recorrido por la costa Vasco francesa.
Y antes de despedirnos queremos agradecer la ayuda y la información de las oficinas de turismo del Pays Basque. En definitiva lo pasamos “Trés Bien” y seguro que volvemos pronto para seguir descubriendo la costa vasco francesa y el interior de Iparralde.