La Ruta del Ojo de Soila y la Peña del Castillo en Izki es un recorrido circular de unos 8 kilómetros (3 horas), con mucho atractivo. Para realizarla saldremos de Korres por la Senda El Agin, pasando por el Ojo y la cima del monte Soila. Regresaremos empalmando con un tramo de la Senda Antoñana hacia Korres, asomándonos al Mirador de la Peña del Castillo.
Una opción muy interesante para conocer los encantos naturales del Parque Natural Izki de Araba, una amplia zona boscosa atravesada por el río Izki y bordeada por varios macizos montañosos.
Ruta del Ojo de Soila y la Peña del Castillo en Izki
Desde Korres ascendimos por la Senda del Agin y nos acercamos hasta el ojo natural y a la cima del monte Soila (990 metros). Para ello caminamos por la cresta rocosa del monte y disfrutamos del vuelo de los buitres y de la vista privilegiada del paisaje y de los pueblos de la Montaña Alavesa.
Posteriormente descendimos por la ladera empalmando con la Senda Antoñana en dirección a Korres. Durante esta parte del trayecto pasamos junto a unas paredes rocosas con formas caprichosas y nos asomamos al Mirador de la Peña del Castillo. Después continuamos por una pista sobre el barranco de Izki hasta Korres, donde paseamos por sus estrechas calles entre sus casas de piedra bien conservadas.
Aquí os dejamos un video con algunos momentos de este recorrido tan interesante por el Parque Natural de Izki.
Senda El Agin desde Korres
En primer lugar nos acercamos en coche hasta Korres, situado a unos 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz. Después dejamos el vehículo en el aparcamiento del Centro de Información o Parketxe, donde comenzamos esta Ruta circular del Ojo de Soila y la Peña del Castillo en Izki (8km/3horas). Esta ruta estaba perfectamente balizada con círculos amarillos pintados en postes y árboles.
Bordeamos el edificio del Parketxe y salimos del pueblo por la Senda del Agin, una de las 15 rutas señalizadas que recorren el Parque Natural Izki.
Señalización con puntos amarillos
Muy pronto tomamos a la derecha por un sendero señalizado, que comenzaba a ascender entre árboles.
Cuando salimos de la zona arbolada tomamos una pista mas ancha y entramos en un espacio más abierto. La pista nos llevó hasta un cruce, donde tomamos el camino de la derecha, atravesando la puerta de un cercado.
Después de este tramo cómodo entre prados y bosque bajo, el sendero se estrechaba y se volvía más irregular ascendiendo hacia lo alto del monte.
Collado del Avellanedo
Pronto llegamos a lo alto del Collado del Avellanedo, donde encontramos un cruce de caminos señalizado.
Desde aquí nos asomamos a los pueblos de la Montaña Alavesa, como Antoñana y Santa Cruz de Campezo. En otra ocasión ya paseamos por Antoñana y realizamos la sorprendente y fácil ruta de la Cascada de Aguake.
Antes de continuar a la izquierda para llegar a El Agin, nos desviaremos a la derecha para acercarnos hasta el Ojo y la Cima del monte Soila, situados a unos 600 metros de distancia.
Ojo y Cima del monte Soila
De esta forma caminamos sobre la cresta rocosa del cortado disfrutando del paisaje de esta comarca de Araba.
Además en las paredes del cortado rocoso se encontraban varias buitreras y pudimos contemplar desde muy cerca el vuelo de los buitres.
Ojo de Soila
Antes de coronar el monte Soila nos encontramos con el Ojo de Soila, una abertura en la roca con varias ventanas naturales, semiescondidas entre varios árboles.
En primer lugar, cuando entramos en el interior de esta pequeña hondonada, distinguimos un gran arco de piedra con una pequeña ventana superior.
Nos acercamos hasta la hendidura en la roca y nos asomamos a la ladera boscosa del monte Soila.
Después nos internamos agachados y con mucho cuidado en otra cavidad a la izquierda y accedimos a dos pequeños arcos de piedra.
Desde aquí contemplamos unas maravillosas vistas de la comarca, perfectamente enmarcada.
Luego salimos agachados hasta espacio más amplio en la hondonada y subimos de nuevo al filo del cortado.
También caminamos por encima del arco principal para sentirnos los reyes del mundo por unos instantes.
Monte Soila
Después continuamos unos metros para llegar al vértice geodésico del monte Soila (990 metros de altitud).
Desde aquí contemplamos el paisaje a ambos lados del monte Soila. Por una parte aparecía Korres y el camino que habíamos recorrido para subir.
Por la otra parte se divisaban los pueblos de Antoñana, Santa Cruz de Campezo y Bujanda, vigilados por un original muñeco de hierro.
También contemplamos la impresionante figura de la pared del monte La Muela.
Luego volvimos caminando por la cresta hacia el cruce del Collado del Avellanedo para retomar la Senda El Agin.
El Agin
Cuando llegamos al cruce continuamos por el camino que bajaba paralelo a la pared del cortado, por el borde de la empinada ladera. En las paredes de roca había una barandilla de cuerda para transitar con más seguridad.
Enseguida llegamos a El Agin y tuvimos que descender bruscamente unos metros por la ladera, agarrados a una cuerda.
Después el sendero continuaba descendiendo entre árboles, bordeando las paredes del Monte Soila.
En el camino encontramos árboles centenarios como varios tilos y un tejo, que sorprendía por su envergadura.
Senda Antoñana hacia Korres
Finalmente llegamos a un cruce y tomamos a la derecha por la Senda Antoñana en dirección a Korres.
Durante el trayecto continuamos bordeando las paredes rocosas del monte Soila, que aparecía majestuoso.
Además en la ladera había formaciones rocosas muy llamativas.
Destacaban algunas agujas de piedra que se asemejaban a unos monolitos.
Después pasamos por una pasadizo con el suelo y las paredes de roca.
Mirador de la Peña del Castillo
Más adelante tomamos un sendero a la izquierda que nos llevó al Mirador de la Peña del Castillo, unas formaciones rocosas muy curiosas, que sobresalían en la ladera del monte.
Nos asomamos al barranco del río Izki y disfrutamos de las espectaculares vistas de La Peña del Castillo y del monte La Muela.
Después volvimos al camino y continuamos atravesando un precioso bosque con el suelo tapizado de hojas secas.
El sendero nos llevó hasta una amplia pista que tomamos a la izquierda para dirigirnos a Korres. Durante este tramo se divisaba a la izquierda la imagen del barranco surcado por el río Izki.
Korres
Finalmente atravesamos una puerta de madera de un cercado y entramos en el pueblo de Korres.
Pasamos junto a la Iglesia de San Esteban de Korres y nos internamos por las estrechas calles de este bonito pueblo, el único enclavado dentro del Parque Natural Izki.
En nuestro camino encontramos un viejo lavadero, cerca de la Plaza Fuente Abajo.
Luego finalizamos la ruta subiendo por la Calle Mayor hasta el aparcamiento del Centro de Interpretación o Parketxe.
La Ruta del Ojo de Soila y la Peña del Castillo en Izki es un atractivo paseo por estos espectaculares paisajes de la Montaña Alavesa.
Restaurante Arrea! de Kampezu
Para rematar esta jornada nos acercamos en coche hasta el Restaurante Arrea! de Santa Cruz de Campezo para degustar la gastronomía de la Montaña Alavesa.