Durante nuestra estancia en el Algarve nos acercamos hasta Praia da Marinha, una playa emblemática del sur de Portugal, que incluimos en nuestra selección de 15 preciosas playas del Algarve. Después de disfrutar de sus aguas cristalinas y su fina arena realizamos una ruta desde Praia da Marinha en el Algarve hasta Praia do Vale Centeanes (12 km/ida y vuelta) un trayecto también conocido como el Sendero de los Sete Vales Suspensos. Además cuando regresamos a Praia da Marinha continuamos por la costa hasta la coqueta Praia Albandeira (3 km/ida y vuelta). Finalmente disfrutamos de una preciosa ruta de unos 15 kilómetros (ida y vuelta) que realizamos en unas cuatro horas y media.
Ruta desde Praia da Marinha en el Algarve
Comenzamos esta ruta por la costa del Algarve desde Praia da Marinha subiendo por unas escaleras y cuando llegamos al aparcamiento superior tomamos por un camino señalizado hacia el oeste. En la primera parte del recorrido por los acantilados de arena caliza y roca pasamos por Praia de Benagil y Praia do Carvalho. Más adelante contemplamos la zona natural del Leixão do Ladrão y llegamos hasta el Faro de Alfanzina, en el Cabo de Carvoeiro. Después continuamos hasta Praia do Vale Centeanes, donde comimos en el Restaurante Stop, situado encima de la playa. Luego regresamos a Praia da Marinha y desde allí tomamos el camino hacia el este que nos llevó hasta Praia Albandeira. Un largo paseo para pasar el día disfrutando de este espectacular entorno de la costa de gran belleza.
Praia da Marinha
Para llegar a Praia da Marinha desde Albufeira, tomamos la carretera N-125 en dirección a Lagoa. Una vez pasado el pueblo de Porches, un poco antes de llegar a Lagoa, tomamos el desvío que indicaba hacia Praia da Marinha. La última parte del recorrido lo hicimos por una pista sin asfaltar, que nos llevó hasta un aparcamiento de tierra de esta playa. Junto al parking había una zona con mesas para poder comer y un puesto ambulante, donde vendían fruta, agua y otros artículos. Desde allí bajamos por unas escaleras anchas hasta llegar al arenal de Praia da Marinha. Al final de las escaleras había un chiringuito de madera y una pequeña cueva.
En primer lugar recorrimos la playa contemplando las figuras de arena y roca creadas por el capricho de la naturaleza y disfrutamos de su fina arena y sus aguas cristalinas .
Además en la orilla había varios botes, desde los que se ofrecía la posibilidad de realizar una excursión para ver unas cuevas naturales desde el agua.
Después de disfrutar de esta fantástica playa subimos de nuevo las escaleras para realizar una ruta por la costa. Desde el aparcamiento tomamos el camino marcado hacia el oeste, bordeando la playa desde lo alto de los acantilados.
Vistas espectaculares de Praia da Marinha
Durante el recorrido, disfrutamos de unas espectaculares vistas del litoral, donde destacaban las formaciones de roca y el color azul del mar.
También pasamos sobre varias calas solitarias, que parecían inaccesibles desde la costa.
Además, si se miraba hacia atrás se contemplaban unas espectaculares imágenes de Praia da Marinha.
Mas adelante se apreciaba el trabajo del mar y del viento que había creado estructuras arquitectónicas sorprendentes.
Durante el trayecto pasamos muy cerca de varios algares, cavidades hechas por el mar e inundadas por el agua.
Praia de Benagil
Poco a poco fuimos acercándonos hasta el pueblo de Benagil, donde destacaban sus casas blancas.
Continuamos la marcha y llegamos a un mirador, desde donde se distinguía Praia de Benagil.
En este punto, tomamos el camino que bajaba a la carretera, para poder acceder a la playa, desde un estrecho paso que se abría entre los acantilados. En la playa había un bar y una zona reservada para las barcas que salían al mar.
Visitamos la playa y seguimos el sendero, que subía por el otro lado del acantilado, pasando por entre las casas construidas en la ladera.
Antes de llegar arriba, nos desviamos hacia la izquierda para seguir por el camino de tierra junto a la costa. Desde lo alto se contemplaba perfectamente Praia de Benagil.
Praia do Carvalho
Seguimos por el sendero señalizado, contemplando las hermosas vistas del litoral.
El sendero nos llevó hasta Praia do Carvalho, una impresionante playa escondida entre las paredes de roca y arena, con varias cuevas bañadas por el mar.
Para acceder a la playa atravesamos un estrecho túnel que descendía hasta un balcón esculpido en la pared y finalmente llegaba hasta la misma playa.
En la pared oeste se apreciaba un pequeño sendero ascendente arañado a la roca, que daba acceso a varias cavidades, donde se asomaba la gente que se atrevía a subir hasta allí.
Recorrimos la playa y nos internamos en sus pequeñas cuevas y cavidades disfrutando del paisaje de este arenal tan escondido.
Salimos de Praia do Carvalho por el mismo túnel, que nos llevó hasta unas escaleras, que subían hacia lo alto del acantilado.
Sin llegar hasta el final de las escaleras, tomamos el camino de la izquierda, que nos condujo de nuevo al sendero de tierra que recorría la costa. Antes de seguir echamos un vistazo a la Playa de Carvalho.
Leixão do Ladrão
Seguimos disfrutando de esta maravillosa zona de acantilados y formaciones rocosas.
Llegamos hasta el complejo natural del Leixão do Ladrão, donde se contemplaba el juego del agua del mar rompiendo y horadando las espectaculares formaciones rocosas.
Contrastaba el verde del campo con el color claro de las rocas esculpidas por el ímpetu del mar, que agujereaba la piedra formando una especie de piscinas y surtidores por donde saltaba el agua.
Por la zona abundaban los algares, grandes agujeros verticales que conectaban con el mar, que se colaba por debajo con grandes embestidas que se escuchaban desde arriba.
Faro de Alfanzina en el Cabo Carvoeiro
También se apreciaban en el trayecto varias calas virgenes con acceso exclusivo desde el mar.
Muy pronto apareció la figura del Faro de Alfanzina en el Cabo Carvoeiro.
Allí se desviaba el camino hacia el interior, para rodear la zona vallada del faro.
Esquivado el perímetro del faro, retomamos un camino de tierra blanca, totalmente protegido por una valla de postes de madera que discurría pegado al borde del acantilado de la costa.
Mas adelante el sendero se hacía más estrecho y caminamos rodeados de vegetación bajando y subiendo hasta llegar de nuevo a un camino más amplio que discurría por el acantilado.
Praia do Vale Centeanes
Llegamos a una zona urbanizada, desde donde se divisaba Praia do Vale Centeanes.
Bajamos por una zona con escaleras, que nos llevaron hasta la playa, donde se ubicaba el Restaurante Stop, sobre una calita.
Continuamos andando por una pasarela de madera hasta llegar al arenal de la Praia do Vale Centeanes, pasando por una zona rocosa donde varios pescadores probaban suerte con sus cañas.
Restaurante Stop
En este punto, decidimos entrar al Restaurante Stop y nos sentamos en una mesa junto al mar para comer algo. El camarero nos trajo la carta y pedimos una ración de queso de vaca curado (2€) con unas cervezas.
Después comimos un plato de Pez espada a la parrilla o Espadarte grelhado (13€) y Frango Piri-piri o Pollo con salsa picante (10€) una especialidad de esta zona de Portugal.
Disfrutamos de una comida correcta y después tomamos el camino de vuelta hasta el aparcamiento de Praia Marinha.
Praia Albandeira
Cuando llegamos al aparcamiento de Praia Marinha, decidimos ampliar esta ruta por la costa del Algarve desde Praia da Marinha y seguimos por el camino del este y para acercarnos hasta Praia Albandeira.
Durante el recorrido de esta Ruta por la costa del Algarve desde Praia da Marinha aparecieron varias calas solitarias de gran belleza.
Daban ganas de bajar a la impresionante playa que bordeamos desde el acantilado.
Antes de llegar a nuestro destino disfrutamos de la espectacularidad del Arco de Albandeira, una formación rocosa caprichosa sobre el mar.
Divisamos Praia Albandeira, una pequeña playa muy tranquila, donde disfrutamos tumbados en su arena antes de tomar el camino de vuelta.
Volvimos hasta el aparcamiento de Praia da Marinha y finalizamos esta ruta desde Praia da Marinha en el Algarve por el Sendero de los Sete Vales Suspensos y acercándonos hasta Praia Albandeira, disfrutando de un paisaje tan espectacular.
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