La Ruta de las Cuevas de Baltzola en Dima es un paseo corto y muy atractivo por los paisajes del Parque Natural de Urkiola de Bizkaia. Durante el recorrido se accede al interior de una gran cavidad rocosa de las Cuevas de Baltzola y se atraviesa el Túnel natural de Abaro, siguiendo el curso del río Baltzola. Además, después de realizar la ruta nos acercamos hasta el Garena Jatetxea de Dima para picar algo y comer disfrutando de unas vistas privilegiadas del Valle de Arratia.
Ruta de las Cuevas de Baltzola en Dima
La ruta de las Cuevas de Baltzola en Dima es un interesante paseo por el paisaje, la historia y la mitología de Bizkaia.
Se puede realizar desde el Barrio de Baltzola o desde el Barrio de Indusi de Dima. En nuestro caso partimos del Barrio de Indusi y recorrimos unos 4 kilómetros (ida y vuelta).
Barrio de Indusi
Para ello, cuando llegamos en coche al centro urbano de Dima continuamos en dirección a Otxandio y a unos 4 kilómetros tomamos un desvío a la izquierda hacia las Cuevas de Baltzola. A unos 200 metros se encontraba el aparcamiento habilitado del Barrio de Indusi. Desde allí comenzamos a caminar por una estrecha carretera que cruzaba un puente sobre el río Indusi.
Río Baltzola
Subimos por esta carretera asfaltada entre huertas y arboles frutales y después de pasar una valla llegamos hasta el Caserio Gibiltar.
Desde allí tomamos a la derecha por un camino de tierra y atravesamos otra valla para bajar al cauce del río Baltzola. Después de cruzar el río por una pasarela de hormigón vimos como sus aguas desaparecían bajo las rocas en la Resurgencia de Jentilzubi.
Jentilzubi
Continuamos ascendiendo por un camino de piedras y tierra hasta llegar a Jentilzubi o Puente de los Gentiles, un espectacular arco de roca caliza. Al parecer eran los restos de una antigua galería de las Cuevas de Baltzola que se hundió con el paso del tiempo. El nombre hacía referencia al Jentil, un personaje mitológico vasco con una enorme fuerza física.
Cruzamos por debajo de esta caprichosa formación geológica y continuamos subiendo acercándonos al Monte Bargondia, que cobijaba las Cuevas de Baltzola.
Gibiltar, primera entrada a las Cuevas de Baltzola
Un poco más adelante, a la izquierda del camino se apreciaba el sendero que conducía a la entrada de Gibiltar de las Cuevas de Baltzola.
Aunque la señalización indicaba que estaba cortado el acceso, era posible subir por un estrecho sendero empinado hasta esta entrada de las Cuevas de Baltzola.
Erdikoate, segunda entrada a las Cuevas de Baltzola
Nosotros continuamos por el camino marcado de la ruta que ascendía zigzagueando por la ladera.
Más adelante apareció otro pequeño sendero a la izquierda, que conducía a Erdikoate, una entrada lateral de las Cuevas de Baltzola. Recorriendo unos pocos metros se llegaba a esta entrada que daba acceso al interior de las Cuevas de Baltzola, bajando por unas rocas desprendidas.
Portalón de Baltzola, tercera entrada a las Cuevas de Baltzola
En nuestro caso continuamos subiendo unos metros por el camino marcado y cuando llegamos a lo más alto, junto a una campa, apareció a la izquierda la indicación hacia la tercera entrada de las Cuevas de Baltzola.
Bajamos por un estrecho camino entre matorrales y helechos y cuando encontramos una bifurcación seguimos a la izquierda hasta el Portalón de Baltzola.
Allí nos encontramos con una enorme cavidad en la montaña a la que accedimos por una pequeña puerta natural formada por dos enormes rocas desprendidas.
Cuevas de Baltzola
Cuando entramos al interior de las Cuevas de Baltzola nos encontramos con un amplio vestíbulo de roca caliza en el interior de la ladera sur del Monte Bargondia.
Además se distinguían las tres entradas, una lateral o Erdikoate, otra al fondo de la galería o Gibiltar y la más grande a nuestras espaldas, el Portalón de Baltzola.
Las Cuevas de Baltzola contaban con cuatro pisos superpuestos llenos de pasadizos y cuevas que formaban un auténtico laberinto dentro del Sistema Baltzola o Karst de Indusi, la mayoría cerradas al público. Estas espectaculares cuevas naturales se han convertido en un gran reclamo para los aficionados a la escalada que han abierto infinidad de vías de escalada por sus paredes verticales y techos.
Excavaciones arqueológicas
En primer lugar subimos a la entrada de una galería cerrada al público, donde aparecía la información sobre la historia de estas cuevas.
Desde allí se apreciaba la enorme cavidad rocosa y se distinguían en el techo los restos de varias estalactitas cortadas, junto a varios mosquetones de escalada.
Al parecer las primeras excavaciones en estas cuevas se realizaron en 1866 y luego se retomaron a lo largo del siglo XX. Se descubrieron dos galerías importantes, una principal en la planta baja y otra en la galería superior denominada “El Redil”. En ambas se encontraron restos y utensilios utilizados por el hombre hace 4.000 años. Además, muy cerca se descubrieron en el Abrigo de Axlor los indicios mas antiguos de la presencia de neardentales en Bizkaia, hace unos 46.000 años. También, según la mitología vasca, estas cuevas fueron habitadas por Sugoi y Mikelatz, dos personajes mitológicos.
Murciélagos de Baltzola
Antiguamente en las Cuevas de Baltzola habitaban gran cantidad de murciélagos, aunque fueron desapareciendo por la presencia humana. Pero en 2013 se cerró la entrada de tres galerías interiores con unos barrotes metálicos para impedir el acceso del público. El objetivo era recuperar la presencia de los murciélagos en las Cuevas de Baltzola.
Varias entradas a las Cuevas de Baltzola
Después fuimos hacia el interior de la amplia cavidad rocosa y pasamos junto a la entrada lateral o Erdikoate.
Luego provistos de linternas recorrimos unos 125 metros por el interior de la galería principal de las Cuevas de Baltzola.
En la parte izquierda nos acompañaba el cauce del río Baltzola y durante el trayecto vimos varias estalactitas y estalagmitas que formaban columnas y formaciones muy originales.
Finalmente apareció la luz natural de la entrada de Gibiltar, situada en la ladera del monte.
A la derecha se encontraba una galería de unos 1.500 metros cerrada con barrotes, donde se encontraba el yacimiento arqueológico de “El Redil”.
Después volvimos a atravesar la galería principal y salimos de la cueva de nuevo por la pequeña puerta de rocas.
Túnel de Abaro
Continuamos por un estrecho sendero y tomamos a la izquierda en dirección al Túnel de Abaro, una hendidura en el interior del monte creada por el paso del río Baltzola.
Cruzamos las aguas del arroyo pisando sobre unas piedras y entramos en este impresionante pasadizo de paredes de roca caliza iluminados por la luz de la salida del túnel.
Cuando atravesamos los 70 metros del túnel contemplamos una bella imagen de esta curiosa abertura en la montaña.
En este punto del recorrido el río Baltzola saltaba por una pequeña cascada en dirección al interior del túnel.
Campas junto al río
El camino continuaba ascendiendo junto a este salto de agua. Pero enseguida se allanaba el terreno y aparecían unas campas, atravesadas por las aguas del río Baltzola.
Después de disfrutar de la quietud del paisaje cruzamos el río y salimos a una pista forestal.
Barrio de Baltzola
Era la senda PR BI 41 que llegaba hasta el Barrio de Baltzola, situado a un kilómetro, desde donde se podía también iniciar esta ruta de las Cuevas de Baltzola, partiendo de la Ermita de San Lorenzo.
Nosotros nos dirigimos en la otra dirección para empalmar con el camino que nos llevó de nuevo al Barrio de Indusi. Antes de finalizar la ruta volvimos a contemplar desde el camino la entrada de las Cuevas de Baltzola y del Túnel de Abaro.
Cuando llegamos al aparcamiento caminamos unos 100 metros siguiendo el curso del río Indusi hasta el Barrio de Zamakola.
Allí había una pequeña plaza con varios baserris muy cuidados y encontramos los restos de un antiguo molino.
Restaurante Garena Jatetxea
Después de finalizar esta ruta nos acercamos hasta el Garena Jatetxea, ubicado en el caserío Goiko Axpe del siglo XVII en Dima. Al frente de este restaurante inaugurado en marzo de 2020 estaba el cocinero Julen Baz, que ha conseguido con este proyecto una estrella michelin y un sol repsol. Este restaurante se encontraba a unos 5 kilómetros y para llegar en coche salimos del aparcamiento hasta la carretera BI-2543 en dirección a Dima. A unos dos kilómetros tomamos a la izquierda el desvío hacia el Barrio Lamindao de Dima.
En primer lugar nos acomodamos alrededor de una mesa de madera en su amplia terraza exterior bajo un amplio aterpe con unas enormes vigas de madera.
Luego pedimos una copa de txakoli Garena (1,80€) disfrutando de unas maravillosas vistas de sus viñedos de txakoli y del Valle de Arratia.
Después pedimos unas deliciosas Rabas (8€) y unas exquisitas Croquetas caseras de jamón (8€). Para finalizar degustamos unas Gambas blancas de Huelva a la plancha (23€) con un delicado sabor.
Recientemente hemos vuelto al Garena Jatetxea para degustar su Menú Geroa (118€/persona) sentados en su amplio y acogedor comedor de la primera planta.
En definitiva, la Ruta de las Cuevas de Baltzola es un recorrido fácil y atractivo que te permite pasear por el interior de varias cavidades naturales sin peligro, disfrutando del paisaje de Dima.
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