El Tatau de Huesca se trasladó en 2017 a su actual emplazamiento junto a la Plaza de Don Luis López Allué, un moderno local donde disfrutamos de nuevo de sus platos con estrella. Pero en esta ocasión vamos a describir nuestros recuerdos del Tatau de Huesca que estuvo ubicado en la calle San Lorenzo nº 4, en pleno casco viejo de la capital oscense, donde consiguió su estrella michelin.
Recuerdos del Tatau de Huesca
Cuando cruzamos la puerta acristalada del viejo Tatau de Huesca nos encontramos con una barra con taburetes, atendida por varias camareras vestidas de rojo. Detrás de la barra había una gran pizarra negra, donde aparecían detalladas las especialidades culinarias en forma de tapas y las bebidas recomendadas que se servían en el local.
Al final de la barra se encontraba la cocina a la vista, donde el chef Tonino Valiente, y su equipo preparaban sus pequeños platos creativos. Además el frontal acristalado de la cocina estaba coronado por el rótulo del club emblemático del punk neoyorquino CBGB’s OMFUG.
Daba gusto contemplar como trabajaba todo el equipo moviéndose por el decorado de este local oscense al compás de la música que sonaba, como si siguieran las pautas del guion de una película. Ellas iban vestidas de rojo y atendían la barra, ellos vestían de negro sirviendo las mesas ocupadas por los clientes que degustaban las tapas elaboradas por varios cocineros y cocineras, vestidas de blanco.

Barra de tapas con estrella
En nuestro caso nos acomodamos en unos cómodos taburetes frente a la barra envueltos en una decoración moderna y funcional con guiños al cine, al rock and roll y al mundo de los tatuajes. En sus paredes aparecían tablas de skate con imágenes de Star Wars, fotos gigantescas de actrices famosas, cuadros con dibujos de tattoo flash.
Enseguida nos dejaron la carta de las tapas elaboradas al momento, con las que Tatau de Huesca había conseguido una estrella Michelin.
Vino de los Monegros
Para acompañar el festín que se preveía, nos dejamos aconsejar y pedimos una copa de Sed, vino del desierto (2,50€), vino tinto crianza 2013 elaborado en la comarca de los Monegros. Un vino con preponderancia de uva garnacha, muy equilibrado y con un toque muy personal. Magnifica elección.


Desfile de originales bocados con estrella
Comenzamos con una Croqueta de tres carnes (2€), elaborada con carne de cordero, de cerdo ibérico y foie.
Continuamos con el Foie Micuit de elaboración propia (5,90€), acompañado de cuadraditos de membrillo, Pedro Ximenez y pimienta.
Llego el turno del Huevo 62 grados con sesitos de cordero y royale de hongos (5,90€). Un plato espectacular donde el huevo se mezclaba con los sesitos de cordero, los hongos y la crema de patata. El toque lo ponía la maraña de queso parmesano.
Para cambiar de terna nos animamos con el Escabeche de sardinas (5,50€), una tapa fresca con un escabeche muy fino. Nos gustó.
También pedimos el Pulpo a la brasa con salsa romesco y manita deshuesada (9,50€). Los trozos de pulpo, perfectamente cocinados, se presentaban sobre una base de manitas deshuesadas, aderezadas con una salsa romescu y unas gotas de alioli. Una conjunción de sabores perfecta, donde no desentonaba ni la tira de torrezno que coronaba el plato.

Finalmente degustamos el Cochinillo crujiente y meloso (6,50€). El cochinillo venia escoltado por una perita de San Juan rellena de queso, presentada como una especie de espuma.
Postres adictivos
Llegamos al postre y elegimos el Hot donuts (4€), que era un donuts a la plancha con helado de caramelo, galleta con avellana machacada, adornado por algodón de azúcar. Un postre original y llamativo que no defraudaba en la boca.
Para rematar pedimos Chocolate sexy (6,50€), una muestra de ocho chocolates de diferentes texturas y cacaos. Un postre didáctico e imprescindible para los amantes del chocolate.
De esta manera concluimos nuestros recuerdos del Tatau de Huesca y le rendimos nuestro pequeño homenaje al antiguo local. Pero antes diremos que actualmente sigue siendo un establecimiento donde la calidad y originalidad de los pequeños platos que elaboran, el esmerado servicio y el ambiente creado en su moderno local, lo convierten en un icono gastronómico de Huesca y sigue manteniendo una estrella michelin.
Dirección: Calle Azara, s/n, 22002 Huesca