En una de nuestras incursiones por el Pirineo de Huesca, pasamos un día en el Valle de Chistau o Valle de Gistaín o La Bal de Chistau. Durante esta jornada descubrimos los pueblos, los paisajes y la gastronomía de este precioso rincón del pirineo oscense.
Un día en el Valle de Chistau
El Valle de Chistau formaba parte de la comarca de Sobrarbe y estaba ubicado en el Parque Natural Posets Madaleta. Además lo atravesaba el río Cinqueta, un afluente del río Cinca, rodeado de montañas de entre 2.000 y 3.000 metros de altitud.
Durante nuestra experiencia de un día en el Valle de Chistau recorrimos varios de sus encantadores pueblos, descubrimos su gastronomía y nos acercamos al espectacular Ibón de Plan. También nos sorprendió comprobar que en este rincón de los Pirineos se hablaba el chistabín o chistabino, una variante del aragonés.
Entrada al Valle de Chistau desde Aínsa
En primer lugar llegamos a la bella población oscense de Aínsa, situada en un alto a 600 metros de altitud. Ainsa, una localidad con las calles empedradas y con mucho ambiente, estaba ubicada en un punto estratégico para visitar y realizar rutas de senderismo por el Pirineo de Huesca.
Desde Aínsa tomamos por la carretera A-138 en dirección a Bielsa y a unos 26 kms, en Lafortunada, nos desviamos por la A-2609 en dirección a Plan. Muy pronto entramos en el Valle de Chistau acompañados por el río Cinqueta.
Saravillo
A unos 5,5 kilómetros tomamos el desvío hacia Saravillo (1,5km), un pueblo enclavado en la orilla izquierda del río Cinqueta, entre las faldas del Mobisón y la Montaña de Lierga.
Queso del Artesano de Saravillo
De repente, justo antes de llegar al pueblo, nos encontramos con la Quesería del Queso del Artesano de Saravillo.
Era un pequeño local que disponía de una tienda donde probamos unos cremosos yogures artesanos (1,50€) y compramos un queso semicurado de cabra (8€). Además pudimos ver las instalaciones donde elaboraban los deliciosos quesos con la leche de su propia ganadería.
Paseo por Saravillo
Después continuamos en coche hasta un aparcamiento que se encontraba en la plaza de Saravillo, donde estaba el centro de visitantes y la escuela pública. Desde allí mismo se apreciaba un antiguo lavadero, situado junto a un arroyo que bajaba con fuerza.
Continuamos nuestro paseo por Saravillo y recorrimos sus calles entre casas de piedra y verdes prados, mientras recogíamos alguna nuez caída a los pies de las viejas “nogueras”.
Antes de regresar a la plaza pasamos junto a la Iglesia de la Asunción (siglo XVI). También en Saravillo se podía visitar el Centro de Interpretación de Mosén Bruno Fierro, la casa de un cura muy famoso en el pueblo.
Ibón de Plan o Basa La Mora
Desde Saravillo, al final del pueblo, salía una pista forestal que ascendía hasta el Refugio de montaña de Labasar, cercano al Ibón de Plan o Basa La Mora, un precioso lago natural a casi 2.000 metros de altura.
Al comienzo de la pista había un cajero automático para abonar los 3€ que costaba el acceder en coche por esta pista empinada de tierra de unos 14 kilómetros (1 hora) que llegaba hasta el Refugio de Lavasar o Labasar.
Cuando llegamos arriba dejamos el coche en el aparcamiento y siguiendo las indicaciones caminamos bordeando el Refugio de Labasar para recorrer un kilómetro y medio (20 minutos) hasta el Ibón de Plan.
En primer lugar transitamos por un un sendero de tierra y piedras que atravesaba un bosque. Después pasamos por un espacio abierto con verdes prados y las montañas al fondo.
Paisaje de montaña
Cuando nos acercamos a la orilla del Ibón de Plan o también llamado Basa la Mora contemplamos una escena natural de gran belleza.
El espectacular ibón estaba situado en un circo rocoso rodeado de las montañas calizas de Cotiella, con mas de 2.000 metros de altitud.
En la orilla nos mojamos los pies y disfrutamos del sonido de la naturaleza junto al Ibón de Plan, uno de los lagos naturales o Ibones que hay en estas montañas del Valle de Chistau. Después regresamos hasta el aparcamiento y descendimos con cuidado por la pista de tierra, que tenía el piso bastante irregular.
Plan
Luego volvimos a la carretera A-2609 y tomamos en dirección a Plan, nuestra siguiente parada de un día en el Valle de Chistau.
Durante la ascensión tuvimos que atravesar unos túneles excavados en la roca hace más de cien años y parecía que te adentrabas en las entrañas de la tierra.
Después el valle se ensanchaba y aunque nos encontrábamos rodeados de impresionantes montes, también aparecían prados y vegas que daban el nombre, en aragonés, a la villa de Plan.
Grandes casas de piedra con blasones
Dejamos el coche en la parte baja de Plan, junto a la carretera y fuimos subiendo por las estrechas calles, rodeados de edificaciones de piedra y grandes casas con blasones en sus fachadas.
En la parte alta de la villa de Plan destacaba el cementerio, junto a la Iglesia de San Esteban, desde donde disfrutamos de una espectaculares vistas del Bal de Chistau.
Posteriormente descendimos hasta la parte baja de Plan, donde había unas piscinas municipales junto al cauce del río Cinqueta. Además existía la posibilidad de acercarse hasta San Juan de Plan, siguiendo por un camino junto al cauce del río. Desde allí también salían varias rutas de senderismo, una de ellas te llevaba hasta el Ibón de Plan.
Restaurante Bistró La Capilleta de Plan
Pero nosotros optamos por degustar la gastronomía local en el Restaurante Bistró La Capilleta, situado en la parte baja de Plan junto a la Carretera San Juan de Plan, 7.
En este restaurante degustamos su Menú Degustación de fin de semana (20€), con un aperitivo, tres entrantes para compartir, un segundo plato a elegir, postre, pan y bebida. Además el Restaurante La Capilleta ofrecía una cocina de raíz aderezada con toques de modernidad, donde se cuidaba tanto la calidad del producto como las técnicas de elaboración.
San Juan de Plan
Después cogimos el coche y siguiendo la carretera llegamos hasta la localidad cercana de San Juan de Plan, construida en una ladera con una abrupta pendiente. Hay que destacar que entre la parte alta y la baja había un desnivel de unos 100 metros. Además en San Juan de Plan, el río Cinqueta recibía las aguas de un torrente que bajaba desde las montañas.
Gistaín/Chistén
Para finalizar esta jornada de un día en el Valle de Chistau, continuamos por la carretera ascendiendo hasta Gistaín/Chistén, situado a una altura de 1.420 metros, donde finalizaba la carretera a los pies del Pirineo.
Cuando entramos en Gistaín/Chistén nos encontramos con la Fuente “Fuen de Feixas, junto al antiguo lavadero. Allí conversamos con dos vecinos, que nos contaron que antiguamente había que guardar la vez para poder lavar la ropa.
Las casas de este pueblo estaban construidas de forma escalonada en la ladera de la montaña y entre ellas destacaban tres torres, en lo alto la Torre de la Iglesia, en medio la Torre de Casa Tardem y en la parte baja del pueblo la Torre de Casa Rins.
Además el pueblo estaba rodeado de grandes montañas, entre las que destacaban las cumbres del Macizo de Cotiella, formado por varios picos que servían de reloj solar para los lugareños, la Peña las Diez, la Peña las Once, la Peña del Mediodía y la Peña la Una.
Como conclusión podemos decir que pasamos un día en el Valle de Chistau, descubriendo la belleza natural de sus montes y de sus encantadores pueblos y degustando la gastronomía de este valle del Pirineo de Huesca.