Durante uno de nuestros viajes por el sur de España dedicamos un día para descubrir qué ver en Córdoba y donde comer en esta bella ciudad andaluza, que conservaba muchos tesoros en sus calles y nos recordaban su glorioso pasado. Durante un día conocimos los principales encantos de la capital cordobesa y degustamos algunos platos de su rica gastronomía
Qué ver en Córdoba y donde comer
Comenzamos nuestra excursión por Córdoba acercándonos hasta los restos del conjunto arqueológico de Medina Azahara o Madinat al-Zahra. Después visitamos la espectacular Mezquita de Córdoba y posteriormente paseamos por las calles de la ciudad cordobesa. Finalmente degustamos algunas tapas y raciones y realizamos un viaje gastronómico a la época del Al-Andalus en el Restaurante Noor.
Visita a Medina Azahara o Madinat al-Zahra
En primer lugar visitamos los restos de Medina Azahara o Madinat al-Zahra, la “ciudad brillante” (en árabe) situada a 8 kilómetros de Córdoba, que fue construida por el califa Abd-al Rahman III en el siglo X.
Museo Arqueológico
Cuando dejamos el coche en el aparcamiento visitamos el Museo del Conjunto Arqueológico, que ocupaba un moderno edifico de varias plantas. La entrada era gratuita y dentro estaban expuestos restos arqueológicos, esculturas y utensilios que se habían encontrado en las excavaciones del conjunto arqueológico de Madinat al-Zahra. Durante la visita pudimos comprobar el esplendor de esta ciudad islámica, reflejo del poder del Califato Independiente de Occidente, que se creó en estas latitudes del sur de España.
Después, en el mismo parking, tomamos un autobús (2,50€ ida y vuelta) que nos acercó hasta el emplazamiento de Madinat Al-Zahra, que se podía visitar de forma gratuita.
Ciudad amurallada
Comenzamos el recorrido señalizado por la parte más alta en la ciudad amurallada, que estaba dispuesta en tres terrazas.
Pudimos recorrer sus calles empedradas y entrar en las antiguas viviendas de esta misteriosa ciudad.
Palacios y edificios señoriales
También contemplamos la riqueza arquitectónica de sus edificios, donde destacaban los arcos de herradura y las columnas de mármol que se conservaban en buen estado.
Durante el recorrido nos trasladamos a otra época, paseando por el interior del Salón Basilical o Casa del Ejército, la Casa de la Alberca y del Palacio de Ya´far, que fue Primer Ministro del Califa.
Después bajamos hasta el Gran Pórtico, entrada y salida de la medina por la zona oriental.
En este punto del recorrido se realizaba una exhibición gratuita de aves rapaces a cargo del equipo especializado de La Medina Nocturnas.
Mezquita Aljama y Salón Rico
Luego llegamos hasta una zona amurallada y subimos a las murallas desde donde se divisaba la Mezquita Aljama, construida fuera de la medina.
Luego paseamos por unos jardines próximos al Jardin Alto que rodeaba el Salón Rico, símbolo de la grandeza de esta ciudad. Pero tuvimos que conformarnos con verlo desde la distancia ya que se encontraba cerrado debido a las obras de restauración del edificio.
Una interesante visita a Medina Azahara o Madinat al-Zahra, una ciudad emblemática que fue un gran centro de poder y de riqueza de la civilización islámica.
Mezquita de Córdoba
Después volvimos en autobús al aparcamiento y nos acercamos en coche hasta la ciudad de Córdoba, aparcando en las inmediaciones de la Plaza de Andalucía. Desde allí nos dirigimos por la Avenida Fray Albino, pegada a la ribera del río Guadalquivir, en dirección al Puente Romano.
Lo cruzamos entrando por la Torre de Calahorra y llegamos a la otra orilla donde ya se apreciaba el edificio de la Mezquita y la parte vieja de la ciudad. Además, en la otra orilla nos encontramos con el espectacular Molino de la Albolafía.
Patio de los Naranjos
Después atravesamos la Puerta del Puente para dirigirnos hacia la Mezquita de Córdoba.
Cuando llegamos a las inmediaciones de la Mezquita de Córdoba bordeamos el edificio para contemplar esta espectacular edificación de origen árabe.
En primer lugar atravesamos el Patio de los naranjos para acceder a la entrada principal, donde comenzamos la visita (11€/adulto). Las entradas también se podían adquirir por internet.
Desde el Patio de los Naranjos se apreciaba la Torre Campanario de unos 54 metros de altura, a la que se podía acceder para disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad (3€/persona).
Columnas de mármol y arcadas bicolores
La Mezquita Alhama o Principal fue construida por Abderraman I en el año 785 durante la dinastía omeya y posteriormente se realizaron cinco ampliaciones.
En su interior destacaba la sala de oración o haram con sus columnas de mármol y las arcadas bicolores que llenaban el espacio interior de la Mezquita creando un ambiente mágico. Se estima que hay unas 1.300 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan unos 365 arcos de herradura bicolores.
Techos mudéjares
Además sorprendía la belleza de las inscripciones de las paredes, las pequeñas ventanas y entradas de luz y los techos, algunos rematados con techumbre de madera de influencia mudéjar.
En una de las ampliaciones se construyeron los Mihrab con una entrada en forma de arco de herradura y una portada con influencias bizantinas.
La Mezquita de Córdoba esta considerada como el monumento más importante del arte islámico occidental y uno de los edificios más asombrosos del mundo. Muy cerca se encuentra
En el siglo XVI se construyó la Catedral cristiana dentro de la Mezquita, por lo que año tras año la iconografía cristiana va ocupando más estancias de la antigua mezquita. En esta ocasión no tuvimos tiempo para visitar el Alcázar de los Reyes Católicos (5€/persona), un espacio arquitectónico muy interesante con murallas, un palacio y su zona ajardinada, que muestra los diferentes estilos de sus moradores a lo largo de la historia.
Callejeando por Córdoba
También tuvimos tiempo de callejear por el casco histórico, donde eran palpables los signos del paso de las diferentes civilizaciones y religiones que habían habitado esta ciudad cosmopolita. Destacaba el Barrio de la Judería con sus calles que conservaban el estilo arquitectónico de la época islámica. Además forma parte de la zona designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
Durante nuestro paseo llegamos a la Plaza del Potro, presidida por la fuente del mismo nombre de estilo renacentista. Esta plaza apareció citada por Cervantes en su libro “El Quijote”, como se reflejaba en una placa colocada en la pared del Hospital de la Caridad.
Plaza de la Corredera
Después subimos hasta la Plaza de la Corredera, un sitio emblemático en la vida de esta ciudad y la única plaza cuadrangular de Andalucía. Debajo de sus soportales había varios establecimientos de hostelería con sus terrazas. Durante su historia había sido testigo de la celebración de los mercados e incluso de los ajusticiamientos por parte de la Inquisición.
Templo Romano
Seguimos callejeando hasta los restos del Templo Romano, situado junto al Ayuntamiento y muy cerca de la Plaza de las Tendillas, centro neurálgico de los bares y cercana al centro peatonal y comercial de Córdoba.
Continuamos nuestro paseo y nos fuimos alejando de la zona de mayor impacto turístico y pasamos por la Plaza de San Andrés con su fuente rodeada de naranjos, la Plaza del Realejo y llegamos hasta la Plaza de San Lorenzo.
Donde comer en Córdoba
Además de disfrutar paseando y visitando los iconos de la historia de Córdoba, también tuvimos tiempo para degustar su gastronomía en varios bares y restaurantes de diferentes estilos.
Restaurante Noor, un viaje gastronómico andalusí
En primer lugar hablaremos del Restaurante Noor (2 estrellas michelin) ubicado en un moderno edificio en la Calle Pablo Ruiz Picaso 8. Hay que decir que sentados a la mesa de su vanguardista y cálido comedor disfrutamos de un viaje gastronómico por la época del Al-Andalus. Para ello probamos el Menú Madinat Al-Zahra de 15 pases (90€/persona), degustando los platos de autor del cocinero Paco Morales, basados en la gastronomía andalusí de los moradores cordobeses del siglo X.
Restaurante Sociedad de Plateros
También probamos las tapas y raciones con sabor cordobés en el Restaurante Sociedad de Plateros, situado en la calle María Auxiliadora nº 25, donde destacaba su fachada colorista y su patio cordobés.
El edificio del restaurante mantenía la esencia del siglo XIX, cuando era un patio de vecinos con sus viviendas. En 1930 fue adquirido por la Asociación Mutua de de Plateros de Córdoba, que lo convirtió en taberna y restaurante con varios comedores y salones. Además era un local frecuentado por una clientela local que se acercaba a degustar los platos tradicionales cordobeses.
Al fondo se encontraba el Patio de los naranjos y limoneros, donde se celebraban eventos en verano y se podía visitar la antigua bodega.
Comenzamos con una de las especialidades del restaurante, el Salmorejo cordobés (4,90€/ media ración) con jamón del Valle de los Pedroches.
Continuamos con unos Chanquetes (5€/ media ración), pescaditos muy crujientes con un rebozado muy fino y nada grasientos.
Luego pedimos un plato de Alcachofas al Moriles (4,90€/ media ración), un plato muy sabroso y bien cocinado.
Para finalizar y teniendo en cuenta que el restaurante estaba especializado en los platos de bacalao, tomamos el Potaje de garbanzos y bacalao (4,90€/ media ración). Un plato contundente y perfecto para probarlo en invierno.
Como postre, nos animamos con una especialidad cordobesa, Naranja a la antigua (4,50€).
Para rematar este pequeño ágape en el Restaurante Sociedad de Plateros de Córdoba, nos invitaron a un chupito de licor de hierbas, que nos sentó fenomenal.
Bar de Paco Morales, una taberna con estrellas
Finalizamos con el Bar de Paco Morales, situado en la Avenida de los Tejares 16, una moderna taberna para degustar los sabores cordobeses con el sello de este reconocido cocinero, que ha conseguido un amplio reconocimiento internacional con el Restaurante Noor de Córdoba. Sentados en la terraza del Bar de Paco Morales probamos unos deliciosos platos y tapas en un ambiente más informal y con precios más asequibles.
Después continuamos nuestro paseo por las calles de Córdoba en dirección al Puente Romano de la ciudad, donde finalizamos esta jornada tan interesante.
En conclusión, descubrimos qué ver en Córdoba en un día y donde comer, recorriendo su pasado histórico y degustando la gastronomía local.
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