Durante nuestra visita a la ciudad castellano-manchega de Cuenca aprovechamos para realizar 5 rutas por la Serranía de Cuenca, en busca del agua y del paisaje único que había dejado a su paso por el Parque Natural de la Serranía de Cuenca.
5 Rutas por la Serranía de Cuenca
En nuestra visita a esta comarca conquense realizamos 5 rutas por la Serranía de Cuenca. Paseamos en busca del Nacimiento del río Cuervo y del Júcar y nos aproximamos a la Cascada del Molino de la Chorrera. Además recorrimos la senda de los Callejones de las Majadas y visitamos la Ciudad Encantada. Finalizamos nuestra incursión por estos paisajes sorprendentes asomados al Ventano del Diablo.
Ruta del Nacimiento del río Cuervo
En primer lugar nos acercamos hasta el Monumento Natural Nacimiento del río Cuervo. Para ello recorrimos en coche los casi 80 kilómetros que separaban Cuenca del Nacimiento del río Cuervo siguiendo la carretera CM-2110 en dirección a Villalba de la Sierra. Continuamos por la CM-2105 pasando junto a la Laguna de Uña y bordeamos el Pantano de la Toba. Siguiendo la CM-2106 llegamos a Tragacete y un poco más adelante, en Vega de Codorno, cogimos el desvío señalizado hasta el aparcamiento de tierra del Nacimiento del río Cuervo. Recientemente hemos vuelto a realizar esta ruta tan interesante.
Cascada espectacular sobre las tobas
Iniciamos el recorrido circular de unos 3 kilómetros siguiendo la señalización de la ruta que nos llevó por unas unas plataformas de madera rodeados de árboles.
Enseguida llegamos hasta una pared de roca por la cual caía el agua del río Cuervo formando una impresionante cascada y creando con el paso del tiempo las actuales formaciones geológicas llamadas tobas o travertinos.
Luego subimos por unas escaleras de tierra y alcanzamos el punto por donde se precipitaba el agua resbalando sobre las paredes de roca.
Desde allí seguimos por el sendero que discurría junto al río rodeados de un bello paisaje natural y al llegar a un gran llano arbolado tomamos el desvío hacia el nacimiento del río.
Nacimiento del río Cuervo
Llegamos a la abertura de la roca por donde brotaba el nacimiento del río Cuervo, que bajaba con fuerza.
Después volvimos de nuevo hasta el llano anterior y desde allí continuamos por el Sendero de la Turbera para realizar la ruta circular hasta el aparcamiento.
Bosques y cuevas
Bajamos entre pinos y a pocos metros nos desviamos para contemplar una cueva natural excavada en la roca, que servía como refugio para los lugareños que andaban por estos montes.
Volvimos de nuevo al camino y atravesamos un pinar paseando por un firme sin demasiado desnivel. Llegamos al cruce con el Sendero del Pinar, pero continuamos por el Sendero de la Turbera.
Pronto nos topamos con el cauce del río y siguiendo su curso descendente lo atravesamos por un puente de madera. Cruzamos una chopera y volvimos al aparcamiento.
Un bonito y fácil paseo circular de una hora de duración, acompañados por las primeras aguas del río Cuervo.
Ruta de la Cascada del Molino de La Chorrera
Siguiendo con las 5 rutas por la Serranía de Cuenca, cogimos el coche y recorrimos los 15 kilómetros que nos separaban de Tragacete. Allí continuamos por una estrecha carretera en dirección al Nacimiento del Río Júcar. En el camino paramos para contemplar la Cascada del Molino de La Chorrera. Para ello dejamos el coche en el aparcamiento de tierra, junto al sendero del Mirador de la Cascada y bajamos andando por el asfalto hasta llegar a la señal que indicaba el sendero hacia la cascada. Atravesamos un puente de madera sobre el río Júcar y seguimos el camino ascendente pegados al cauce del río.
Cascada del Molino de La Chorrera
Llegamos hasta la base de la Cascada del Molino de La Chorrera, disfrutando de la bonita cola de agua de 20 metros que se precipitaba desde una roca.
Volvimos de nuevo a la carretera y anduvimos hasta el aparcamiento de tierra. Desde allí tomamos por el camino que indicaba hacia El Mirador, para ver la cascada desde arriba.
Un breve paseo hasta llegar al mirador colgado sobre la pared y desde donde se apreciaban unas bonitas vistas del entorno y se veía el cauce del río Júcar antes de caer por el salto de agua. Mereció la pena caminar por este entorno durante unos 45 minutos y disfrutar de este tesoro acuífero, por debajo y por arriba.
Ruta del Nacimiento del Río Júcar
Continuamos en coche hasta el aparcamiento del Albergue juvenil de San Blas, donde acababa la carretera y comenzaba una pista ancha de tierra, preparada para el paso de vehículos, que se dirigía al Nacimiento del rio Júcar.
Al parecer, el nacimiento de este río se podía apreciar en tres sitios diferentes, el mas cercano El Estrecho de San Blas, luego subiendo unos dos kilómetros, en el Estrecho del Infierno y ya en la zona más alta a unos 5 kilómetros, en los llamados Ojos de Valdeminguete en el Cerro de San Felipe. Según la época del año y de las condiciones del terreno, el río Júcar aparecía o desaparecía en el subsuelo.
Estrecho de San Blas
Salimos caminando por la pista que se iba empinando hasta llegar a una explanada a las puertas del Estrecho de San Blas.
Llegamos a la Fuente de San Blas, situada en el inicio del estrecho del mismo nombre, por el que cruzaban las aguas del río Júcar.
Estrecho del Infierno
Atravesamos el paso entre rocas y continuamos caminando por una pista de tierra entre pinos. Después de unos dos kilómetros llegamos a la base del monte y siguiendo las indicaciones accedimos al Estrecho del Infierno, otro punto del nacimiento del río.
No se veía demasiada agua en el cauce que atravesaba el estrecho pero se podían apreciar varios árboles fosilizados entre las aguas del río.
Cruzamos el estrecho en busca de los manantiales donde solía brotar el río, pero no había rastros de agua.
Subimos caminando unos metros por el cauce seco y luego dimos la vuelta para cruzar de nuevo por el Estrecho del Infierno, en cuyas paredes se aferraban unos curiosos bonsais de pino.
Cerro de San Felipe
El camino hacia los Ojos de Valdeminguete en el Cerro de San Felipe, el otro punto del Nacimiento del Río Júcar, se empinaba y decidimos por falta de tiempo dejarlo para otra ocasión. Volvimos por el mismo camino hasta el aparcamiento para coger el coche. Al final anduvimos unos 6 kilómetros ( 90 minutos / ida y vuelta).
Restaurante Agua-Riscas
A la hora de comer nos acercamos hasta el Restaurante Agua-Riscas situado junto a la Laguna de Uña, en un paraje idílico.
Dejamos el coche en el aparcamiento junto al embarcadero de la Laguna de Uña, que se podía bordear siguiendo una cómoda ruta, que no realizamos por falta de tiempo.
Desde aquí subimos al restaurante ubicado en el edificio del Hotel Uña Serranía Encantada y nos acomodamos en amplio comedor con vistas a la Laguna de Uña.
Después de repasar la carta nos decantamos por el Menú del día (20€ ) que incluía una ensalada verde y un surtido de embutidos de la zona como entrantes, dos platos a elegir, el postre, el pan y la bebida.
En nuestro caso pedimos el Pisto con huevo de primer plato y el Secreto de cerdo de segundo. Como postre degustamos el Alaju, un turrón de origen árabe muy común en esta comarca. La comida era casera, bien cocinada y servida en raciones generosas.
Ruta de los Callejones de las Majadas
Después de esta parada gastronómica continuamos con nuestro periplo en busca del agua y sus efectos por estas 5 rutas por la Serranía de Cuenca y nos dirigimos a visitar los Callejones de las Majadas, uno de los ejemplos más claros de erosión fluvial y kárstica, junto con la Ciudad Encantada de Cuenca.
Animales salvajes en la carretera
Fuimos desde Tragacete en dirección a Cuenca y a la altura del Pantano de la Toba tomamos el desvío hacia Las Majadas. Era una carretera estrecha y con gran desnivel que fuimos superando entre un paisaje bucólico habitado por infinidad de venados, corzos y ciervos e incluso nos cruzamos con una intrépida ardilla, que se plantó en medio de la carretera para merendar.
Paseo por los Callejones de las Majadas
Una hora después, antes de llegar al pueblo de Majadas nos desviamos hacia el aparcamiento de Los Callejones de las Majadas, donde dejamos el coche. El acceso era libre y se podía visitar siguiendo la ruta circular de 3,6 kilómetros señalizada con postes ( 90 minutos ) o pasear libremente.
Entramos por un pinar y comenzamos a ver las formaciones rocosas que plagaban este lapiaz, un paisaje rocoso que se formó en varias fases: primero el agua circuló por encima de las rocas haciendo surcos sobre ellas, en una segunda fase los surcos se fueron haciendo más profundos disolviéndose las rocas y dando paso a los callejones, y en la tercera fase la disolución aumentó tanto que la roca desapareció quedando solo algunas formaciones rocosas aisladas llamadas tormos.
Durante el recorrido fuimos pasando por multitud de callejones y pasadizos naturales de roca que convivían con la vegetación existente.
Tormos y formaciones originales
El paisaje pétreo era tan impresionante que incluso se utilizó como escenario natural en varias películas de Hollywood.
De vez en cuando y dando rienda suelta a la imaginación pasábamos junto a figuras que emulaban a diversos animales.
Era un paseo muy cómodo y entretenido, pasando por túneles, viendo estructuras rocosas muy originales y disfrutando del paisaje.
Impresionaba pasear junto a estas figuras, frutos de los caprichos del agua y del viento y parecía que los tormos te vigilaba desde la altura.
Una visita muy recomendable que despedimos con el atardecer recortándose sobre el horizonte.
En el aparcamiento cogimos el coche y volvimos a salir a la carretera CM-2105 en dirección a Cuenca.
Ciudad Encantada de Cuenca
Como teníamos intención de visitar la Ciudad Encantada de Cuenca, una vez pasada la Laguna de Uña, tomamos por la CM-2104 y siguiendo las indicaciones llegamos hasta el aparcamiento de este conjunto karstico, declarado en 1929 Sitio Natural de Interés Nacional.
Este monumento natural se encontraba en terreno privado dentro del termino de Valdecabras y había que pagar 6€ por persona para poder realizar el recorrido circular de 3 kilómetros (90 minutos).
Formaciones rocosas con su nombre
El paisaje era muy parecido al de los Callejones de las Majadas y había multitud de formaciones rocosas.
Cada una de ellas tenía al lado un cartel con su nombre, como el impresionante tormo, los barcos o el puente romano.
Cruzamos por varios callejones o pasadizos horadados en la roca comprobando el efecto de la erosión del agua y el viento al cabo de los años.
Finalizamos la visita y aunque se podía ir directamente a Cuenca, volvimos hasta la carretera CM-2105 para dirigirnos a la ciudad conquense pasando por Villalba de la Sierra.
Ventano del Diablo
Un poco antes de llegar a Villalba de la Sierra se apreciaba el espectacular Ventano del Diablo. Dejamos el coche en un aparcamiento de tierra y recorrimos a pie los 200 metros que nos separaban de esta cavidad en la roca, que formaba un impresionante mirador natural.
Desde allí arriba se obtenían unas vistas privilegiadas del Cañón del río Júcar y del cauce serpenteante del mismo río.
Visita a Cuenca
Después nos dirigimos a Cuenca y otro día recorrimos las calles de su atractivo casco histórico, acercándonos a las famosas Casas Colgadas que se asomaban a la hoz del Huécar.
Bares de Tapas y Restaurantes de Cuenca
También aprovechamos para ir de Tapas de los Bares de Cuenca probando los vinos conquenses acompañados de un aperitivo o tapa que servían gratis con cada consumición.
Y degustamos algunos platos de la gastronomía manchega y serrana en el Restaurante La Sirena y en el Restaurante Trivio, dos buenos exponentes de la cuidada restauración de la ciudad conquense.
Una visita muy interesante disfrutando de estas 5 rutas por la Serranía de Cuenca y del casco histórico y la gastronomía conquense.
8 comentarios
Un placer de propuestas. Las conozco y las habéis descrito muy bien. Enhorabuena
Gracias Rafa, nos alegra mucho tu comentario. Un saludo.
Magnífica descrpción, pero parece un poco apretada para un solo día y además ver algo de la ciudad. Las dos caminatas de la tarde ya son 3 horas, con una hora de camino en coche hasta la primera y supongo que un buen cacho para la segunda. Vamos la semana que viene y tu descripción servirá de guía, pues está muy bien detallada. Lo único que no se si seremos capaces de hacerlo todo. Creo que pasaremos del río Júcar, ya que las fotos no prometen tanto. Salud
Hola Carles:
Muchas gracias, nos alegra que te guste.
Es cierto, merece la pena tomárselo con más calma y disfrutar del paisaje. Además el nacimiento del Júcar es la menos atractiva, nosotros también pensábamos que era algo más.
Y la ciudad de Cuenca tiene mucho encanto y en los bares existe la costumbre de sacar un aperitivo o tapa con cada consumición.
Esperamos que disfrutéis.
Un saludo.