Durante una de nuestras excursiones por el norte de Burgos realizamos una ruta en coche descubriendo el nacimiento y la cascada del río Jerea en Las Merindades. Un paseo por varios pueblos burgaleses siguiendo el curso de este río que nace en el Valle de Losa y desemboca en el Valle de Tobalina, uniéndose al cauce del río Ebro.
Nacimiento y Cascada del río Jerea en Las Merindades
Comenzamos nuestro recorrido en la localidad de Relloso, donde nace el río Jerea y se descuelga por el Valle de Losa pasando por el puente romano de Quincoces de Yuso. Después bordea la colina de la Ermita de San Pantaleón de Losa y cruza el puente gótico de Quintanilla la Ojada. El río Jerea o río Losa también entra en el Valle de Tobalina, donde muestra su mayor esplendor en la Cascada del Peñon entre Pedrosa de Tobalina y La Orden, antes de desembocar en el río Ebro, en Palazuelos de Cuesta-urría.
Muy cerca de la desembocadura encontramos el precioso pueblo de Cillaperlata con unas cuevas naturales y descubrimos en su iglesia una de las tallas originales de la Virgen de Covadonga (siglo XII). Además disfrutamos de la gastronomía local en el Restaurante Puente Romano y en el Restaurante Moreno de Quincoces de Yuso.
Nacimiento del río Jerea en Relloso
En primer lugar nos desplazamos hasta la pequeña localidad burgalesa de Relloso, donde nace el río Jerea o río Losa, en la Sierra Carbonilla. Cuando llegamos al pueblo aparcamos el coche y descendimos unos 200 metros por un sendero señalizado.
El camino nos llevó hasta el cauce del río Jerea, donde encontramos un antiguo molino abandonado.
Muy cerca estaba escondido el nacimiento del río Jerea o río Losa, cuyas aguas manaban por una cueva situada en la bases de una pared de roca.
Esta cavidad se la conocía como Cueva del Agua, Cueva del Molino o Fuente abajo, donde antiguamente bajaban los vecinos de Relloso a moler el trigo y en busca de agua.
Cuando subimos de nuevo al pueblo, comprobamos que se podía realizar una ruta en dirección al Pico del Fraile y pasar por el Túnel de la Complacera, disfrutando de unas esplendidas vistas del Valle de Mena y de los valles cercanos de Bizkaia y Araba. Lo apuntamos para la próxima visita al Valle de Losa.
Quincoces de Yuso
Continuamos en coche siguiendo el curso del río Jerea que discurría encañonado por el fondo del valle, completando un paisaje con grandes planicies rocosas. Después de recorrer unos 14 kilómetros llegamos a Quincoces de Yuso, donde nos recibió el Puente romano o Puente Viejo, una construcción de piedra sobre el río Jerea.
Hotel Restaurante Puente Romano
Junto a este puente se encontraba el Hotel Restaurante Puente Romano, donde comimos un buen menú de fin de semana (17€).
En su comedor, donde destacaba una enorme roca natural en una de sus paredes, probamos un arroz caldoso de marisco y un cordero guisado bien cocinados.
Restaurante Moreno
En otra de nuestras visitas a Quincoces de Yuso también probamos un delicioso menú de fin de semana (16€/persona) en el Restaurante Moreno, en la Travesía de Merindad de Losa 24.
Sentados a su mesa probamos varios platos de su cocina casera, como una original Ensalada de naranja y granada y un delicioso Rabo de vaca estofado.
San Pantaleón de Losa
Después continuamos nuestro viaje durante unos 10 kilómetros siguiendo el río Jerea por el Valle de Losa y llegamos a San Pantaleón de Losa. Este pueblo burgalés estaba construido a la sombra de un gran peñasco, que estaba coronado por la ermita románica de San Pantaleón de Losa.
Una bella imagen para recordar que hemos plasmado en un dibujo de acuarela.
Quintanilla la Ojada
Mas adelante, a unos 3 kilómetros, paramos junto a la carretera para contemplar de cerca el Puente gótico de Quintanilla la Ojada.
Sorprendía la belleza y la buena conservación de este puente de piedra sustentado sobre una roca, en una de las orillas.
Pedrosa de Tobalina y La Orden
Mas adelante abandonamos el Valle de Losa para adentrarnos en el Valle de Tobalina, donde el río Jerea nos iba a sorprender con la espectacular Cascada de El Peñón entre Pedrosa de Tobalina y La Orden. Una de las 12 espectaculares cascadas que hemos descubierto en Las Merindades.
Cuando llegamos a Pedrosa de Tobalina, después de recorrer unos 10 kilómetros, aparcamos el coche en la carretera y nos acercamos hasta un mirador para contemplar desde arriba la Cascada de Pedrosa de Tobalina.
Después bajamos unos metros hasta el cauce del río Jerea para disfrutar de este salto de agua de unos 100 metros de anchura y una caída de 20 metros.
Nos dejamos embrujar por el sonido del agua y sentimos la magia de este rincón de Las Merindades.
Después pasamos en coche a la otra orilla, donde se encontraba la localidad de La Orden y aparcamos junto a una iglesia románica del siglo XII.
Luego caminamos unos metros por un sendero junto al río Jerea y llegamos a lo alto de la cascada.
Desde allí se disfrutaba desde otro ángulo de la Cascada del Peñon y seguía impresionando su belleza.
Arroyo de la Prada
Más tarde paseamos unos metros por la estrecha carretera y pasamos junto a una fuente.
Muy cerca se encontraba el Arroyo de la Prada, que bajaba con mucha agua y se precipitaba por una preciosa cascada hasta el río Jerea.
Sentimos curiosidad y bajamos por un pequeño sendero junto a un poste de luz.
Siguiendo el sonido del salto de agua llegamos a la base de esta cascada, sintiendo el frescor de sus aguas.
Después de este espectáculo de la naturaleza ofrecido por el río Jerea, sus aguas continuaban hasta Palazuelos de Cuesta-urría, donde se unían al río Ebro.
Cillaperlata
Justo en su desembocadura, el río Jerea se unía al Canal de Iberduero del río Ebro que venía de Cillaperlata, un bonito pueblo que conservaba el estilo tradicional de sus casas y sus calles. Además en la orilla del río Ebro estaba el “Eremitorio rupestre de La Cueva y el Covanuto“, dos cuevas escondidas debajo de la roca, sobre la que se asentaba Cillaperlata.
Se podía acceder fácilmente a “La Cueva“, una cavidad natural que se usó como eremitorio, vivienda, sede del concejo y como cuadras a lo largo de su historia.
Talla original de la Virgen de Covadonga
También descubrimos que en la Iglesia de Nuestra Señora de Covadonga se guardaban dos tallas románicas, una de la Virgen de Encinillas y otra talla de la Virgen de Covadonga (siglo XII).
Se supone que esta última es una talla idéntica a la “la Santina”, que se mostraba en el Santuario de Covadonga de Asturias, antes del incendio de 1777. Pero durante nuestra visita, como estaba cerrada la iglesia, solo pudimos contemplar una réplica de la talla de la Virgen de Covadonga, realizada por el artista Eloy Cereceda.
Cillaperlata estaba ubicada en el Parque Natural de Montes Obarenses-San Zadornil y contaba con varias rutas de senderismo muy interesantes. Además, muy cerca se podían visitar las ruinas del Monasterio de San Juan de la Hoz ( siglos VII-VIII) de los benedictinos.
Una ruta en coche por el Valle de Losa y el Valle de Tobalina disfrutando del nacimiento y la cascada del río Jerea en Las Merindades, una comarca del norte de Burgos que esconde rincones naturales de gran belleza.
4 comentarios
Me encantan vuestros reportajes de Burgos.
Muchas gracias!! Nos hace mucha ilusión. ????