A mediados de otoño nos desplazamos a La Rioja para realizar una de las rutas por Haro. Concretamente la ruta de Haro al Santuario Celtíbero jarrero de Piedra Redonda, situado en el Meandro Tondón junto al río Ebro.

Ruta de Haro al Santuario Celtíbero jarrero
Esta excursión para realizar una ruta circular de unos 6 kilómetros (2 horas) estaba organizada por Jesús, responsable de la Casa Rural Casa de Legarda de Briñas, con la intención de dar a conocer la historia de la comarca, escondida entre las viñas. Partimos caminando en grupo desde el aparcamiento del Barrio de la Estación de Haro por la carretera en dirección a la Bodega de Viña Tondonia, que ya visitamos en otra ocasión.

Continuamos hasta cruzar un puente sobre la carretera y luego nos desviamos a la izquierda por un sendero entre viñedos. Muy pronto pasamos junto a la Finca Vicuana, propiedad de Bodegas Bilbainas, que tambien habiamos visitado en otra ocasión.

Paseo entre viñas
Durante el recorrido junto a los viñedos tuvimos la ocasión de comer algunas uvas olvidadas en las vides, una vez finalizada la vendimia. De esta forma descubrimos algunas de las variedades de uva de la DOCa Rioja: tempranillo, graciano, mazuelo y garnacha.

Chozos o Guardaviñas
Continuamos por el camino hasta llegar a la base de una pequeña loma coronada por un guardaviñas o chozo. Ascendimos la suave pendiente para contemplar de cerca esta edificación de piedras utilizada por los agricultores como punto de vigilancia y como refugio.

Desde allí se divisaban los inmensos campos de vides, que ya comenzaban a vestirse con los colores del otoño, con la ciudad de Haro al fondo.

Necrópolis de Perdigón
Muy cerca del Chozo se encontraba la antigua Necrópolis de Perdigón y bajamos unos metros para descubrir los restos abandonados de una parte de la historia de esta comarca riojana.


Después bajamos por el sendero entre viñas en dirección al Santuario Celtíbero jarrero. En el camino encontramos varios enebros, árbol que daba el fruto utilizado para elaborar la ginebra. Actualmente hay unos postes que señalizan el camino hacia el santuario bajando al sendero que nosotros utilizamos para regresar.

Hornacina pagana
Después de pasar por una zona de arbustos llegamos hasta una Hornacina pagana, un lugar sagrado para los celtíberos que habitaron estas tierras en la antigüedad. Jesús nos mostró los espacios de la roca creados por el hombre para colocar el objeto sagrado venerado y la antorcha que lo iluminaba durante la noche.

Lagar rupestre
Retomamos la marcha disfrutando del paisaje y llegamos hasta un lagar rupestre.


Santuario Celtíbero jarrero de Piedra Redonda
Desde esta parte del recorrido ya se apreciaba a lo lejos el Santuario Celtíbero jarrero de Piedra Redonda, rodeado de viñedos y con el pico de Toloño al fondo.

Cruzamos varios viñedos hasta llegar a la base del Santuario Celtíbero jarrero, asentado en un cerro que dominaba toda la comarca.

El Santuario estaba rodeado de arbustos conformando una isla en medio de una inmensidad de viñedos que se perdían en el horizonte.


Inscripciones y figuras celtíberas
Subimos hasta el Santuario Celtíbero jarrero, conocido entre los lugareños por el nombre de Piedra Redonda o Yeco por la forma de la roca que lo cobijaba.
Jesús nos explico que en lo alto del Yeco había indicios claros de haber sido utilizado este lugar como un santuario celtíbero.

Nos mostró varias inscripciones, como los cuernos de la luna dibujados en la roca.

También había unas escaleras de acceso al altar, varios hoyos rituales y una pila para sacrificios de animales.


Jesús nos explico que la orientación del Santuario jarrero se asemejaba a la del monumento megalítico de Stonehenge. Todo apuntaba a que la ubicación del lugar no era casual. Además la roca había sido moldeada por el hombre para conseguir esa forma tan característica y aparecía un perfil humano tallado en el lateral.
Desde lo alto del cerro disfrutamos con las espectaculares vistas de esta comarca riojana.

Una vez visitado el Santuario, continuamos la marcha entre viñas y almendros dejando atrás la imagen mágica del Yeco.
Puente de Briñas
Nos incorporamos a una pista ancha de tierra que nos condujo hasta el Puente de Briñas sobre el río Ebro. Una construcción de estilo gótico de 150 metros de largo y una anchura de 4,6 metros, con siete ojos mojados por el río Ebro, que sorprendía por su contundencia y solidez.
Cruzamos el puente disfrutando de su belleza y del paisaje pero no continuamos hacia Briñas. En otra de nuestras visitas posteriores a La Rioja, si que nos acercamos hasta Briñas y pasamos un día descubriendo esta bella localidad riojana.

Monumento a los Liberales
En esta ocasión volvimos a pasar a la otra orilla de nuevo y seguimos el camino hacia Haro. Muy cerca del puente, junto al río, estaba ubicado el Monumento a los Liberales, en honor a los que lucharon contra los carlistas durante la I Guerra Carlista.

Después de una pequeña subida, accedimos de nuevo a la carretera para volver de nuevo hasta el Barrio de la Estación de Haro, donde finalizó esta interesante ruta.

Esta ruta desde Haro hasta el Santuario Celtíbero jarrero, fue un paseo muy cómo entre viñedos por el Meandro Tondón, entre entre Haro y Briñas. Además conocimos un poco más sobre la historia de la Rioja Alta, de la mano de Jesús, un gran conocedor de la misma y muy interesado en que se difunda y no se pierda.