Durante una visita relámpago a esta pequeña ciudad castellanoleonesa descubrimos que ver en Soria en un día y donde comer probando las tapas de sus bares y algunos platos de sus restaurantes. Y si se quiere profundizar existe un Tour con un guía para descubrir los secretos y las leyendas de Soria (12€).
Y si se dispone de varios días para ampliar la estancia en tierras sorianas es muy recomendable recorrer los paisajes de la provincia de Soria. En anteriores visitas realizamos la Ruta de las Cascadas de Covaleda, la Ruta de la Laguna Negra hasta el Pico Urbión y paseamos por el paraje de La Fuentona, cerca de Calatañazor.
Soria en un día y donde comer
Durante esta jornada visitamos los restos de Numancia, paseamos por los jardines y las calles de Soria como lo hicieron reconocidos poetas españoles, contemplando sus edificios de gran valor histórico. Además caminamos hasta la orilla del río Duero al que se asomaba la ciudad de Soria. Y también tuvimos tiempo para degustar la gastronomía soriana.
Una visita muy recomendable a la acogedora y tranquila ciudad de Soria que esconde en sus calles atractivos rincones.
Visita a Numancia
En primer lugar nos acercamos desde Soria a la población cercana de Garray, situada a unos 9 kilómetros, donde realizamos una visita guiada (6€/persona) al Yacimiento arqueológico de Numancia.
Paseamos entre los restos de esta ciudad celtíbera soriana y del posterior asentamiento romano, descubriendo la vida cotidiana de sus antiguos pobladores. Además de un importante yacimiento arqueológico, Numancia se ha convertido en un ejemplo de resistencia y lucha del pueblo celtíbero por su libertad frente a las poderosas tropas romanas.
Alameda de Cervantes de Soria
Después nos acercamos hasta el centro de Soria, la segunda capital de provincia más pequeña de España con 40.000 habitantes. Nuestra intención era realizar un recorrido a pie por sus calles llenas de historia para descubrir algunos de los encantos de esta ciudad. Comenzamos en la Alameda de Cervantes, un extenso parque público amurallado con 10 puertas de acceso, que antiguamente fue una dehesa para el ganado propiedad de una orden religiosa y por ello todavía se la conocía como “Dehesa de San Andrés”.
Árbol de la Música
Actualmente en su interior se conservaban 78 especies de árboles y 49 de arbustos entre los que destacaba la historia del “Árbol de la Música“. Este árbol era un olmo centenario que se plantó sobre el año 1611 y posteriormente se le rodeo de un templete donde tocaba la Orquesta Municipal. En 1992 debido a su enfermedad fue talado y ahora en su lugar se haya un castaño de Indias de flor rosa.
Muy cerca estaba la Ermita de la Soledad (s. XVI) que fue edificada en el lugar de una pequeña ermita dedicada al Santo Cristo del Humilladero.
Caminamos por el parque pasando junto a un vivero de plantas y atravesando un curioso jardín hasta llegar al lugar donde se encontraba una escultura con las letras de Soria.
Justo al lado de la Alameda de Cervantes vimos los restos del Convento de San Francisco de Asís (s. XIII) en cuya parte trasera se encontraba el “Rincón de Bécquer“, un espacio público con una fuente y una zona de recreo infantil.
Paseo por el centro histórico de Soria
Salimos de este parque por las dos puertas gemelas del acceso principal y atravesamos la Plaza de Mariano Granados, donde se encontraba la Oficina de Turismo de Soria. Nos adentramos en el casco histórico por la calle peatonal Marqués Vadillo que confluía con la calle El Collado, la arteria comercial de Soria. Luego tomamos a la derecha para seguir por la Plaza de San Esteban, donde estaba la escultura “Insomnio” de Josep Manuel Juan Moraleda, dedicada a la mujer.
Atravesamos esta plaza y seguimos por la céntrica Plaza Olivo, otro de los centros de mayor actividad de la ciudad. Continuamos por la calle Caballeros pasando junto a los imponentes edificios de Hacienda y de la Diputación, donde destacaban 8 esculturas de bronce que representaban a varios personajes históricos vinculados a Soria, como el Juglar del Mio Cid. En medio de los dos edificios destacaba el Monumento del Homenaje a los Héroes de Numancia.
Muy cerca había una pequeña plaza presidida por la Iglesia de San Juan de Rabanera, un claro ejemplo del románico soriano.
Soria, la ciudad de la poesía
Luego volvimos a la calle peatonal El Collado paseando junto a unos soportales donde se encontraba la estatua del poeta cántabro Gerardo Diego, frente al local del Circulo Amistad Numancia, que guardaba en su interior la exposición de la Casa de los Poetas.
Mas adelante llegamos a la Plaza Rosell y San Blas, conocida como “la tarta”, donde estaban representados los escudos de los doce linajes de Soria.
Muy cerca se encontraba el majestuoso Palacio de los Condes de Gómara (s. XVI), actualmente el Palacio de Justicia, que contaba con un curioso arco.
Plaza Mayor de Soria
Desde aquí regresamos a la calle El Collado y paseamos hasta la Plaza Mayor de Soria, también denominada anteriormente, Plaza del Collado y Plaza del Trigo. En este emplazamiento rectangular se comenzó a celebrar el mercado de Soria y también fue utilizada como plaza de toros.
Destacaban los edificios con los tradicionales soportales de la “Casa de los 12 linajes”, actual ayuntamiento y del Centro Cultural Palacio de la Audiencia, que conservaba su reloj del siglo XIX.
Allí también contemplamos la emblemática Fuente de los Leones (s. XVIII), situada junto a varios bares y restaurantes de la ciudad.
En un lateral de la plaza destacaba la Iglesia Mayor, donde se casó en 1909 Antonio Machado con Eleonor Izquierdo, en cuyo honor se colocó una escultura en bronce frente a la puerta de esta iglesia del siglo XII.
Y muy cerca, frente al Palacio de Doña Urraca, vimos la escultura conmemorativa del 750 aniversario del Fuero de Soria.
Románico soriano
Luego atravesamos el Arco del Cuerno, situado en los bajos de la antigua Casa de los Comunes pegada a la Iglesia Mayor, para acceder a la estrecha calle Zapatería.
En el número 28 de esta calle estaba ubicada la Pastelería Felix, conocida por sus pastas en forma de caballitos y por la mantequilla dulce de Soria. Continuamos bajando por esta vía peatonal y cruzamos la Plaza de la Fuente de Cabrejas.
Luego entramos en la calle Real que nos llevó hasta las ruinas de la Iglesia de San Nicolás, un templo románico (s. XII-XIII) que actualmente se utiliza como auditorio en eventos culturales.
Después de contemplarla desde el exterior continuamos hasta la Plaza de San Pedro y atravesando la carretera N-234 nos topamos con la Concatedral de San Pedro, que conservaba un espectacular claustro románico con preciosos capiteles de piedra arenisca.
Seguimos bajando por el arcén de esta carretera hasta el Puente de Piedra de origen medieval (s. XII) que contaba con 8 arcos de medio punto.
Mientras cruzábamos el puente vimos a la izquierda un embarcadero junto al río Duero y en lo alto de la ladera aparecía la muralla medieval, el Mirador de los Cuatro Vientos y la Ermita de Nuestra Señora del Mirón.
Si mirábamos a la derecha también se apreciaba la isla Sotoplaya rodeada por los dos brazos del río Duero, el Puente de Hierro de 1929 y al fondo aparecía el cerro del Parque del Castillo, una amplia zona verde donde se conservaban los restos del Castillo de Soria.
Senderos del Duero
Además de podían realizar varias rutas paseando por las dos orillas del río Duero, siguiendo la Senda del Duero. Entre ellas destacaban el paseo romántico desde el Monasterio de Polo hasta la ermita de San Saturio y otros recorridos marcados por las márgenes del río Duero, como la Ruta de la Sierra de Santa Ana y la del Valhondo o los Senderos de Valonsadero. También era muy interesante el Paseo de San Prudencio para contemplar el Museo del Agua, el Molino de En Medio, el Ecocentro, la Noria del Carbonero y el Lavadero.
Claustro de San Juan de Duero
En la otra orilla se encontraba el Claustro de San Juan de Duero, uno de los iconos de la ciudad de Soria, por su belleza e importancia arquitectónica (1€/persona). Además disponía de un aparcamiento libre y los sábados y domingos la entrada era gratuita.
Pero antes de acceder al interior del claustro, inmortalizamos la escultura de Gustavo Adolfo Bécquer, ubicada cerca de la entrada. También se encontraba muy cerca un antiguo Cementerio Templario, que no visitamos.
Cuando atravesamos la puerta contemplamos los restos del Monasterio de la Orden de los Hospitalarios, construido en el siglo XII y que estuvo habitado hasta el siglo XVIII. Actualmente solo se conservaba el claustro sin techo de forma poligonal, que es una joya de la arquitectura cristiana medieval.
Junto al claustro había una sencilla iglesia románica de una sola nave que disponía de dos curiosos templetes de influencia oriental frente al presbiterio.
Luego paseamos por el claustro a cielo abierto (s. XII) donde apreciamos la gran variedad de estilos arquitectónicos reflejados en sus arcos, columnas y capiteles.
Donde comer en Soria
A la hora de probar la gastronomía soriana se podía optar por recorrer los bares de Soria y probar algunas tapas o sentarse a degustar los platos con sabor en alguno de los interesantes restaurantes de Soria.
Tapas en Soria
En primer lugar tomamos unas tapas en varios bares de la “zona de Herradores” en el centro de Soria y probamos algunas de sus tapas. Comenzamos en el Bar Restaurante Olé, en la calle Marqués de Vadillo 5, donde probamos el famoso Torrezno de Soria (3,50€) con una copa de vino tinto de la DO Ribera del Duero (2€).
Luego nos acercamos hasta el Bar Apolonia, en la Plaza Ramón Benito Aceña 8, donde pedimos una copa de vino tinto Rudelles Cepas Jóvenes (1,50€) de la DO Ribera del Duero con una Tosta de bacon y huevo (1,80€) y su recomendable Pincho de calamar (1,80€).
También entramos en el Bar Iruña Plaza, en la Plaza Ramón Benito Aceña 2, donde tomamos una copa de vino tinto joven Silentium (1,80€) de la DO Ribera del Duero con una Tapa de Atún marinado (4€).
Después pedimos una Tapa de Revuelto de chipirones (3,60€) y una Tapa de Secreto (4€), ambas bien preparadas y con buen sabor.
Restaurante Mena
El Restaurante Mena era una buena opción para tomar una copa de vino y picar unas tapas o raciones de calidad elaboradas por el equipo de cocina del chef soriano Óscar García, a un precio asequible y en un ambiente elegante y desenfadado. Se encontraba en la planta baja del Hotel Boutique Ábaster de la Plaza Bernando Robles 5, en el centro de Soria. Se podía reservar una mesa en su comedor o ir directamente al espacio de la barra donde contaban con mesas altas con taburetes.
Cuando nos acomodamos en nuestra mesa pedimos una copa de vino tinto crianza Celestina (2,70€) y una copa de vino tinto roble Rudeles 23 (2,40€), ambos de la DO Ribera del Duero.
Luego comenzamos probando una Croqueta de jamón ibérico (1,60/unidad) y una Terrina de Queso de Oncala con trufa y miel (6,80€).
Continuamos con una Codorniz escabechada de manera tradicional (5,80€) y un Bacalao en tempura con alioli de miel (9,90€).
Hay que decir que el equipo de sala era amable y servían con rapidez las raciones que salían de la cocina. Además en todas las especialidades se apreciaban los sabores sorianos y su presentación era muy atractiva. Como en el caso de las Manitas de cordero (10,30€) y el Steak Tartar cortado a mano y con un aliño clásico (12,50€).
Como estábamos muy a gusto rematamos con unos postres y degustamos su Tarta de queso (4,90€) y las Natillas de la muerte (4,50€), ambas espectaculares.
La propuesta del Restaurante Mena nos gustó y disfrutamos de unas tapas y raciones bien elaboradas en un espacio elegante, con un servicio cercano y un precio asequible.
Restaurante Baluarte
En Soria también disfrutamos de los platos creativos con sabor del Restaurante Baluarte, situado en la calle Caballeros 14. Al frente de los fogones de este restaurante con una estrella michelin y dos soles repsol se encontraba el cocinero soriano Óscar García, un gran apasionado de la gastronomía soriana que ha conseguido poner en valor los guisos, los fondos y los platos elaborados con setas.
Sentados en su acogedor comedor probamos su menú degustación Nuestro Menú de Altura (89€/persona), un desfile de 12 pases sorprendentes y deliciosos.
Con este paseo gastronómico cerramos nuestro viaje intentando descubrir Soria en un día y donde comer. Durante el mismo disfrutamos de los atractivos rincones de esta ciudad castellanoleonesa salpicada de palacios renacentistas, siguiendo las huellas del románico soriano e intentando buscar la inspiración en esta ciudad de los poetas.
