A las puertas del otoño nos acercamos hasta Duruelo de la Sierra en la Comarca de Pinares en Soria. Desde esta localidad realizamos la atractiva Ruta de las Cascadas de Duruelo y del Mirador de Castroviejo (6,5 km/ida y vuelta) en la Sierra de Urbión.
Durante el recorrido atravesamos bosques de pinos albares, contemplamos las Cascadas de la Chorlita, la Chorla y la de Cueva Serena y descubrimos las Cuevas del Tejo y de las Ventanas. También paseamos por el paisaje kárstico de Castroviejo y nos asomamos al espectacular Mirador de Roca Alta situado sobre un macizo rocoso, a 125 metros de altura.
En otras ocasiones ya habíamos disfrutado del entorno natural privilegiado de esta comarca de Soria completando la Ruta de las Cascadas de Covaleda y la Ruta circular de la Laguna Negra hasta el Pico Urbión.
Ruta de las Cascadas de Duruelo y Mirador de Castroviejo
Existían varias formas de realizar la Ruta de las Cascadas de Duruelo y del Mirador de Castroviejo. Se podía salir caminando desde el centro de Duruelo de la Sierra tomando la GR 86 (10km/ida y vuelta). También era posible acercarse en coche hasta el aparcamiento de Castroviejo y comenzar la ruta descendiendo desde allí. La otra opción era hacerla desde abajo dejando el coche en la zona de Majafalsa y subir hasta Castroviejo, que fue nuestra elección (6,5km/ida y vuelta).
En primer lugar salimos de Duruelo de la Sierra en coche por la carretera CL-117 en dirección a Covaleda. A pocos metros tomamos a la izquierda por el desvío señalizado hacia Castroviejo, transitando unos 4 kilómetros por una pista forestal asfaltada.
Cuando llegamos a la zona de Majafalsa vimos un panel informativo sobre la ruta y dejamos el coche aparcado en el arcén.
Después continuamos caminando por la carretera unos 20 metros hasta encontrar a la izquierda el inicio de la ruta señalizada con marcas azules y blancas.
Puente Chalán
El sendero nos llevó hasta el cauce del río Duero, que atravesamos por un puente de madera conocido como Paso Chalán.
Después comenzamos a ascender siguiendo las señales azules y blancas adentrándonos en un bosque de pinos albares y atravesando otro puente de madera.
Enseguida llegamos al cruce donde confluía nuestra ruta con la GR 86 que venía desde Duruelo de la Sierra y seguimos a la derecha en dirección a Castroviejo.
Durante el trayecto pasamos sobre un arroyo caminando por una pequeña pasarela de madera. Luego el camino se fue empinando por una ladera salpicada de pinos albares.
Cascada de la Chorlita
Un poco más adelante había que estar atentos ya que, aunque no estaba señalizada, siguiendo un sendero a la izquierda que bordeaba una gran roca se llegaba hasta la Cascada de la Chorlita.
Después de descender unos 100 metros nos encontramos con una cortina de agua que se precipitaba por una pared de roca creando un rincón mágico en esta parte de la ruta.
Luego subimos de nuevo hasta la ruta señalizada con marcas blancas y azules y continuamos ascendiendo rodeados de grandes rocas.
Cascada de la Chorla
A unos 200 metros apareció a la izquierda el desvío señalizado hacia la Cascada de la Chorla, uno de los tesoros naturales de esta ruta.
Enseguida nos asomamos a un barranco formado por unas espectaculares paredes de colores. Desde lo más alto se descolgaban las aguas de la Cascada de la Chorla, que seguían su curso formando un arroyo.
Cuando bajamos entre las piedras hasta la base de la cascada disfrutamos de unas vistas privilegiadas de este rincón tan refrescante.
Después volvimos al sendero de la ruta señalizada y continuamos subiendo parapetados por grandes rocas que se iban haciendo más visibles a medida que ganábamos altura.
Más adelante dejamos atrás un gran peñasco de tonos amarillentos y entramos en un claro del bosque. Allí encontramos las indicaciones para acceder a la Cueva del Tejo y a la Cueva de las Ventanas.
Cueva del Tejo
En primer lugar tomamos a la izquierda para acercarnos hasta la Cueva del Tejo, situada a unos 20 metros.
Allí descubrimos un gran tejo situado junto a un peculiar arco de piedra que conformaban un rincón mágico, con un halo misterioso.
Cueva de las Ventanas
Después regresamos al claro y nos desviamos a la derecha siguiendo las indicaciones hacia la Cueva de las Ventanas, que estaba escondida en un estrecho cañón rocoso.
Volvimos a encontrarnos en un espacio natural muy especial y entramos en la cavidad salvando la cortina de agua que caía sobre la entrada.
Desde dentro contemplamos este rincón camuflado entre grandes rocas.
Paisaje kárstico de Castroviejo
Cuando regresamos al claro del bosque seguimos por el camino marcado con marcas azules y blancas, que se adentraba en el paisaje kárstico de Castroviejo, formado por grandes moles rocosas o berrocales. Para ello tuvimos que subir ayudados de unos anclajes metálicos clavados en la roca.
De esta forma caminamos sobre un suelo rocoso adentrándonos en un entorno dominado por las caprichosas formas de las moles de roca de Castroviejo.
Callejones de Castroviejo
Poco a poco y con cuidado nos fuimos aproximando hasta la entrada de un sorprendente cañón rocoso, que cruzamos por los Callejones de Castroviejo. El paisaje nos recordaba a los Callejones de las Majadas de la Serranía de Cuenca, otro capricho de la naturaleza moldeado por el agua y el viento.
A medida que íbamos ascendiendo se estrechaban estos pasadizos rocosos y en varios tramos trepamos entre rocas y subimos por una especie de escalones de piedra.
En esta zona nos sentimos como unos exploradores en busca de algún tesoro y disfrutamos de la belleza de Castroviejo, un espacio único de la Sierra de Urbión.
La Trocha del Roquedal de Castroviejo
La ruta nos llevó hasta la espectacular Trocha del Roquedal de Castroviejo, una estructura de acero galvanizado y maderas tratadas que ascendía hasta una plataforma colocada sobre uno de los macizos rocosos a 125 metros de altura.
El ascenso comenzaba en un descansillo de madera denominado El Dilema de la flor, con su historia particular, que nos llevaba al primer tramos de escaleras.
Luego llegamos al Mirador de DescanÁgora, situado en la mitad del recorrido de la Trocha del Roquedal de Castroviejo. Desde este punto disfrutábamos de unas vistas privilegiadas del pinar que habíamos cruzado, del cauce del río Duero y de las imágenes de Covaleda y Duruelo de la Sierra.
Después continuamos subiendo por las escaleras metálicas que nos iban acercando a lo mas alto de este impresionante mirador.
Más adelante cruzamos el Puente Silbante, una plataforma de madera con forma de diapasón, que nos permitió sortear la garganta que separaba los dos picos rocosos.
Luego paseamos por la cresta de esta formación rocosa y accedimos al Mirador de Roca Alta, situado a 125 metros de altura. Desde allí disfrutamos de unas magníficas vistas de la Sierra de Urbión y de la Comarca de Pinares.
Después iniciamos el descenso para seguir recorriendo el paisaje en busca de los otros Miradores de Castroviejo.
Mirador de Castroviejo
Cuando descendimos del Mirador de la Trocha del Roquedal de Castroviejo atravesamos un pasadizo entre las rocas que nos llevó a una zona abierta rodeada de macizos rocosos.
Desde allí bajamos a la izquierda en dirección al Mirador de Castroviejo, situado a unos 100 metros, pero antes de llegar pasamos por un curioso y estrecho pasadizo entre dos rocas.
Este Mirador de Castroviejo estaba situado junto a un pino y había sido renovado recientemente.
Desde aquí nos asomamos a la parte baja del paisaje rocoso de Castroviejo y a la Comarca de Pinares.
Después volvimos a subir por la campa verde contemplando la belleza hipnótica de estas originales formaciones rocosas de Castroviejo.
Mirador del Balcón del Beso
Antes de llegar al Aparcamiento de Castroviejo bordeamos la base del macizo del Mirador de Roca Alta para localizar el Balcón del Beso.
Nos adentramos por un estrecho callejón que finalizaba en el coqueto mirador conocido como El Balcón del Beso, con unas vistas muy especiales.
Además también entramos por el callejón paralelo para poder bajar al cañón y contemplar desde abajo el Balcón del Beso.
Aparcamiento de Castroviejo
Luego nos dirigimos al Aparcamiento de Castroviejo, que contaba con una fuente y mesas para descansar o picar algo. Como hemos comentado también se podía llegar hasta aquí en coche y realizar la Ruta de las Cascadas de Duruelo y Miradores de Castroviejo en el otro sentido.
Cascada de Cueva Serena
Desde el Aparcamiento de Castroviejo se podían realizar varias rutas más pero nosotros optamos por acercarnos hasta el entorno mágico de la Cascada de Cueva Serena, situada a unos 800 metros. Para ello bajamos caminando a la izquierda por la pista forestal asfaltada hacia Duruelo y a 500 metros tomamos un desvío señalizado a la derecha.
Pero antes pasamos junto a la Vía Ferrata Cuerda La Graja, situada a la izquierda de la carretera.
De esta forma nos adentramos en un pinar caminando por un sendero de tierra y piedras y a unos 300 metros apareció la Cascada de Cueva Serena.
Después de contemplar la cortina de agua que caía sobre la entrada de Cueva Serena accedimos a su interior para cambiar de perspectiva.
En este entorno idílico finalizamos la atractiva Ruta de las Cascadas Duruelo de la Sierra y nos asomamos al espectacular Mirador de Castroviejo. Solo nos quedaba volver por el mismo trayecto hasta el aparcamiento de Majafalsa, donde habíamos dejado el coche.
Alojamiento y Restaurantes en Duruelo y alrededores
Durante nuestra estancia en Duruelo de la Sierra nos alojamos en la Hostería de Castroviejo, situada en la calle La Peña 12 en el centro del pueblo.
Un acogedor hotel rural que contaba con unas instalaciones muy cómodas, un personal amable dispuesto a ayudarte y un buen desayuno (5€/persona).
Casualmente durante nuestra estancia en este pueblo soriano se estaban celebrando las Fiestas en honor del Cristo de las Maravillas en Duruelo de la Sierra.
Además del ambiente festivo habitual nos llamó la atención la recuperada tradición de la Pingada del Mayo, que consistía en talar un enorme pino, subastarlo y finalmente clavarlo entre los mozos en el centro de una plaza.
También nos acercamos hasta la Iglesia de San Miguel Arcángel (s. X-XVII) que estaba construida sobre una necrópolis medieval que conservaba 65 sepulcros antropomorfos y de tipo bañera del siglo IX.
Restaurante Torreblanca de Duruelo
Uno de los días cenamos en el Restaurante Torreblanca, en la calle Nicolas Asenjo 79, donde probamos varios platos de su carta. Comenzamos con una Ensalada de tomate con burrata y anchoas (14€) y una Parrillada de verduras con salsa romescu (12€)
Y como estábamos en temporada de setas, también probamos unos deliciosos Boletus a la plancha (18€).
Finalizamos con un sabroso Secreto de cerdo a la parrilla (15€) que compartimos entre los dos.
El Cenador de Quintanar de la Sierra
También disfrutamos de la cocina del Restaurante El Cenador de Quintanar de la Sierra probando sus platos de caza como el Lomo de Ciervo (19€) y unos exquisitos Boletus a la plancha (18€).
La Lobita de Navaleno
Además aprovechamos que había sitio disponible en el Restaurante La Lobita de Navaleno y reservamos una mesa para saborear los platos de su Menú Degustación (97€).
Una auténtica experiencia gastronómica descubriendo los productos sorianos de calidad con el toque maestro de la cocinera Elena Lucas, que contaba con una estrella Michelin y dos soles Repsol.
En definitiva, un fin de semana muy bien aprovechado descubriendo las fiestas, la gastronomía y los paisajes únicos de esta comarca de Soria limítrofe con Burgos.