Durante nuestra estancia en el Algarve realizamos 6 rutas de senderismo por la costa y disfrutamos de 15 playas paradisiacas de esta comarca del sur de Portugal. También dedicamos un día para descubrir qué ver en Faro y donde comer en la capital del Algarve. Además de pasear por sus calles también probamos la gastronomía algarvina en dos de sus restaurantes.
Qué ver en Faro y donde comer
Faro es la capital del Algarve y dispone de todos los servicios de una ciudad moderna, pero también conserva el encanto de su casco histórico amurallado junto a la Ría de Formosa.
Durante nuestra visita a Faro visitamos el Mercado agrícola de Largo do Carmo y paseamos por las calles peatonales de la zona comercial, junto al puerto. Luego nos adentramos en la parte vieja amurallada o Vila Adentro y caminamos junto a la ría. También disfrutamos de las largas playas de Faro y degustamos la cocina tradicional portuguesa del Restaurante A Venda y los platos de autor del Restaurante Alameda. De esta forma pudimos apreciar qué ver en Faro y donde comer.
Mercado agrícola en Largo do Carmo
En primer lugar visitamos un mercado agrícola, que tenía lugar todos los domingos en la Largo do Carmo o Plaza del Carmen. Allí se reunían los productores locales para vender fruta, quesos, dulces, embutidos y flores.
Además esta plaza estaba presidida por la Igreja do Carmo o Iglesia del Carmen, con su fachada blanca barroca flanqueada por dos campanarios. En su parte posterior se encontraba la Capela dos Ossos o Capilla de los Huesos, cuyo interior estaba revestido con miles de huesos de antiguos monjes de Faro.
Calles peatonales comerciales de Faro
Después paseamos por las estrechas calles adyacentes y nos sumergimos en una zona peatonal junto al puerto y el casco histórico de Faro.
Allí nos encontramos con numerosas tiendas, bares y restaurantes con sus terrazas.
Parque o Jardim Manuel Bivar junto al puerto
Luego nos acercamos al Parque o Jardim Manuel Bivar, situado frente al puerto.
Paseamos junto al puerto, donde había mucho ambiente y encontramos escenas de la vida cotidiana de los habitantes de Faro, como varios señores hablando y jugando a cartas en la calle.
Vila Adentro o Cidade Velha
Junto a este parque se encontraba Vila Adentro o Cidade Velha, la vieja ciudad amurallada de Faro, que disponía de varias puertas de acceso. Merecía la pena dejarse llevar por el laberinto de sus calles empedradas, rodeados de casas encaladas y edificios revestidos de azulejos.
Puerta árabe o Arco da Vila
En primer lugar entramos por el Arco da Vila, de estilo neoclásico, construido sobre la antigua puerta árabe de la muralla medieval.
Esta Puerta Árabe conservaba el arco de herradura que se contemplaba al cruzar por esta entrada de la Vila Adentro.
Además destacaban los nidos de cigueñas instalados en lo alto del Arco da Vila.
Largo da Sé o Plaza de la Catedral
Continuamos hasta la Plaza de la Catedral decorada con una hilera de naranjos y rodeada de edificios emblemáticos, como el Ayuntamiento. Además estaba presidida por la Catedral gótica de Faro del siglo XIII, que se podía visitar (3€) y subir a la torre del reloj, para contemplar las vistas del casco histórico.
Porta Nova o Puerta Nueva
Muy cerca se encontraba la Porta Nova o Puerta Nueva, un pequeño acceso abierto en la muralla en el siglo XVII para salir al paseo de la ría.
Plaza de Alfonso III
Después callejeando nos acercamos hasta la Plaza de Alfonso III, donde destacaba la escultura de este monarca portugués, que reconquistó la ciudad venciendo a las tropas árabes. Allí se encontraba el Museo Municipal de Faro (2€), construido sobre un antiguo convento que conservaba su claustro.
En el interior del casco histórico amurallado se apreciaba claramente qué ver en Faro y donde comer y encontramos una zona de galerías de arte, bares y restaurantes con sus terrazas, donde se estaba muy a gusto.
Arco do Repouso y Muralla de Faro
Mas adelante llegamos hasta el Arco do Repouso, otra de las entradas de la Muralla de Faro.
Esta puerta tenía dos arcos y estaba flanqueada por dos torres con entradas laterales.
Cruzamos esta puerta y salimos fuera del casco histórico para contemplar la vieja muralla de origen romano y reforzada por los árabes durante los siglos XII y XIII.
Calles de Vila Adentro
Después volvimos a entrar en el Casco Histórico de Faro y paseamos por sus calles disfrutando de las fachadas de sus edificios, enchapadas con vistosos azulejos.
También encontramos semiescondida una villa del siglo XIX con sus preciosos jardines, que recordaban su pasado árabe.
Rua do Castelo
Continuamos nuestro recorrido callejeando hasta llegar a la Rua do Castelo, que atravesaba las instalaciones de lo que fue el Castillo de Faro. Siguiendo por esta calle pasamos junto al Bar Restaurante O Castelo, que disponía de una amplia terraza con vistas al Parque Natural da Ría Formosa.
Mas adelante pasamos por la antigua ubicación del castillo, cuya estructura se modifico en el siglo XIX para convertirse en una Fábrica de cerveza. Actualmente era la sede de la Asociación Recreativa y Cultural de Músicos, donde se solían programar conciertos y eventos culturales.
Finalmente esta calle nos sacó de la zona amurallada, donde había un parque y un enorme aparcamiento, junto a la ría. Desde aquí también se contemplaban los restos de la muralla.
Paseo junto a la ría
En vez de atravesar de nuevo el Casco Histórico, volvimos caminado por un paseo junto a la ría, pegados a los restos de la vieja muralla.
Además disfrutámos de las vistas de los canales del Parque Natural da Ría Formosa, por donde navegaban todo tipo de embarcaciones.
Pasamos de nuevo junto a la Porta Nova o Puerta Nueva, que daba acceso al interior de la parte vieja amurallada de Faro.
Continuando el paseo llegamos a una zona de casetas de madera utilizadas por los pescadores. Antes de llegar de nuevo al puerto de Faro encontramos varias oficinas portátiles de empresas turísticas que realizaban excursiones en barco por el Parque Natural da Ría Formosa, visitando sus islas, como Culatra o Ilha Deserta. También había un servicio de ferry a algunas de estas islas y a la Playa de Faro.
Playa o Praia de Faro
Además de pasear por la parte vieja de Faro también nos acercamos en coche a disfrutar de la extensa Playa o Praia de Faro, que se encontraba a unos 10 kilómetros del centro, cerca del aeropuerto. Para acceder a este arenal atravesamos un puente sobre la ría que nos llevó hasta esta magnifica playa de arena fina. También se podía acceder a esta playa en autobús o en ferry, que salía desde el Puerto de Faro.
Restaurantes de Faro
Además de recorrer los rincones más interesantes de la capital del Algarve descubrimos qué ver en Faro y donde comer bien. A la hora de comer encontramos numerosos bares y restaurantes de todos los estilos gastronómicos, pero nos decantamos por comer en el Restaurante A Venda y cenar en el Restaurante Alameda.
Restaurante A Venda
En primer lugar comimos en el Restaurante A Venda, en Rua do Compromisso 60, muy cerca de Largo do Carmo o Plaza del Carmen. Era un local decorado como una casa de los años 70, que servía cocina tradicional portuguesa elaborada con los productos que adquirían diariamente en el mercado.
Degustamos varios platos del día bien preparados y a unos precios razonables, en un ambiente familiar. Pero hay que tener en cuenta que no aceptan tarjetas de crédito.
Restaurante Alameda
Para cenar elegimos el Restaurante Alameda, que formaba parte del Alameda Exclusive House, un hotel ubicado en un edificio del siglo XVII totalmente rehabilitado, en la Rua da Policia da Seguranca Publica 10 de Faro.
Sentados en su moderno comedor con la cocina a la vista probamos el Menú Degustación (37€/persona), donde descubrimos la cocina de autor con raíces algarvias del chef Rui Sequeira. Hay que apuntar que este restaurante solo servía cenas, excepto los domingos que ofrecía un servicio de brunch.
Una jornada muy interesante donde descubrimos qué ver en Faro y donde comer en la capital del Algarve.
3 comentarios
Iba a ser mi destino de verano… 🙁
Guardo los consejos para cuando llegue el momento!
Esperemos que sea pronto. Un saludo. ????